Cómo hacer un pollo relleno al horno
El pollo relleno es un plato tradicional que nunca defrauda. Podemos hacerlo todo lo sencillo o sofisticado que queramos variando el relleno y los ingredientes de la salsa o incluso la guarnición que pongamos, por lo que es una estupenda opción para las fiestas que se nos avecinan, ¿no creéis?
A mí me encanta el relleno de pan, embutido y frutos secos que es típico en varias regiones de España. Los frutos secos los puedes ajustar a tu gusto. Este relleno sale tan rico que te lo podrías comer a cucharadas. Está inspirado en una fórmula del libro Cocina Catalana, de Colman Andrews.
Como siempre comentamos y es de cajón, para que este plato sea magnífico solo hace falta que los ingredientes sean de buena calidad: un buen pollo de corral, con su grasa y su canesú, un embutido bueno, y unos frutos secos jugosos que no estén tiesos como la mojama. Además, el relleno lleva castañas, uno de mis ingredientes favoritos y que tenemos en plena temporada.
Receta de pollo relleno
Ingredientes:
Relleno:
- 30 g de aceite de oliva virgen
- 100 g de longaniza blanca
- 50 g de jamón serrano
- 10 ciruelas pasas sin hueso
- 50 g de uvas pasas sin pepitas
- Un puñado de castañas
- 75 g de miga de pan
- 375 g de coñac o jerez seco
- Una hoja de laurel
- Un poco de romero
- Sal al gusto
Pollo relleno:
- Un pollo de corral
- 200 g de vino blanco
- 80 g de coñac
- Una ramita de romero
- Sal al gusto
Elaboración:
- Para hacer el relleno quitamos la piel a la longaniza y la cortamos en trozos. Troceamos igualmente el jamón serrano. Ponemos el aceite en una sartén grande y sofreímos el embutido a fuego bajo, hasta que se dore.
- A las castañas les damos un corte con el cuchillo y las metemos un minuto en el microondas a máxima potencia, para poder abrirlas y pelarlas sin problemas. Esperamos a que se enfríen un poco y las troceamos. Las juntamos con las pasas y las ciruelas, y agregamos todo al sofrito de embutido. Añadimos asimismo la miga de pan troceada. En lugar de la miga podemos usar también algún tipo de pan blandito entero, como el que se ve en la foto.
- Le damos unas vueltas a todo el conjunto con una cuchara de palo para que se impregne del aceite y vertemos el coñac. Ponemos el laurel y el romero, y dejamos cocer suavemente hasta que se evapore el líquido y quede bastante seco. Probamos de sal y añadimos si fuera preciso. Desechamos el laurel y el romero, y dejamos que se enfríe el relleno.
- Ponemos el pollo limpio en una fuente y lo rellenamos con una cuchara. Es mejor no rellenarlo a tope porque el relleno tiende a hincharse algo en la cocción. Bridamos el pollo con un bramante de cocina o cosemos la abertura para que el relleno no se salga.
- Salamos bien el pollo cerrado por fuera y añadimos el coñac, el vino y algo de sal. Si nos ha sobrado algo de relleno también podemos ponerlo en la fuente; al final del asado se puede triturar junto con el líquido de la salsa para darle cuerpo, si nos gusta un poco espesa.
- Al igual que indicábamos en nuestra receta de pollo asado al limón, para un asado convencional calentamos el horno a 180º (sin aire) y asamos el pollo sin tapar alrededor de hora y media, o dos horas (depende del tamaño del ave), dándole vueltas cada media hora, aproximadamente, y bañándolo con su salsa cada vez. Si se reseca añadiremos agua en cualquier momento de la cocción.
- Para el asado a baja temperatura calentamos el horno a 125º con aire/ 145º sin aire. Tapamos el pollo con papel de aluminio, de forma que quede lo más cerrado posible. Lo asamos a esta temperatura baja durante dos horas y media, sin destapar ni abrir el horno. Al cabo de ese tiempo quitamos el papel de aluminio, agregamos agua si fuera preciso y lo asamos otra hora completa a 180º con aire/200º sin aire, dándole la vuelta a la media hora para que se tueste por ambos lados.
- Antes de sacarlo lo volvemos a tapar con el aluminio y lo dejamos reposar 10 minutos con el horno apagado. Esto ayuda a que la parte superficial del pollo se rehidrate y los sabores se distribuyan mejor.
Para servir el pollo lo trinchamos por la mitad y sacamos el relleno para servirlo aparte. Bueno, es una idea, pero podéis servirlo como más os guste, yo no os voy a coartar vuestra creatividad. Eso sí, regadlo siempre generosamente con esa salsa pecaminosa. Ya tenéis otra idea para plato de fiesta con este pollo relleno de frutos secos y embutido.