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Galletas ajedrez


Galletas ajedrez

Las galletas ajedrez son unas bonitísimas galletas que por lo poco que sé son típicamente alemanas o centroeuropeas (la cuna de algunos de los mejores dulces del mundo mundial). En Alemania es muy habitual preparar cantidades ingentes de galletitas para Navidad y entre ellas suele estar esta variedad.

Estas galletas ajedrez son más fáciles de lo que parecen, pero sin duda requieren algo de tiento y esmero, así que manazas abstenerse. También requieren un pelín de paciencia, pues para el formado hay que refrigerar la masa varias veces, para que los cortes queden limpios. Ah, y también hace falta un cuchillo grande bien afilado. El que avisa no es traidor.

La masa que hemos usado para estas galletas es una masa corriente de galleta sin huevo (procedente de esta web), para la cual montamos la mantequilla con el azúcar al igual que en las galletas de pistola, pero agregamos una mayor proporción de harina que le da más firmeza a la masa, lo que permite manipularla bien en el formado del damero.

Receta de galletas ajedrez

Ingredientes:

Elaboración:

  • En un bol ponemos la mantequilla, que habremos tenido previamente a temperatura ambiente, junto con el azúcar. Batimos con varillas eléctricas o con robot con pala para montar la mantequilla, por lo menos cinco minutos a velocidad alta, hasta que la mezcla esponje y blanquee. La mantequilla no debe derretirse ni un poquito y la mezcla debe mantenerse mate. Si sospechamos que se esté calentando (en verano puede pasar) metemos el bol unos minutos en la nevera y luego seguimos batiendo.
  • Sin dejar de batir agregamos el extracto de vainilla. Paramos el batido y añadimos la harina de repostería tamizada, junto con la sal. Mezclamos bien, hasta obtener una masa fina, pero que casi no se nos pegue a las manos.

galletas ajedrez

  • Pesamos la masa y la dividimos en dos partes. A una de las porciones le añadimos el cacao en polvo. Homogeneizamos bien intentando no amasar en exceso. Hacemos una torta con cada porción de masa, las envolvemos bien en plástico de cocina y las dejamos reposar por lo menos media hora en la nevera, no tanto para que cojan firmeza como para que el gluten se relaje y se puedan estirar bien con el rodillo.

galletas ajedrez

  • Tras reposar ponemos cada torta sobre una lámina de plástico o de papel de hornear y, solo con las manos, vamos aplastándola y dándole forma rectangular. Si vemos que está muy dura y se nos agrieta, la dejaremos atemperar un rato a temperatura ambiente, tapada. Cuanto más rectangular hagamos la capa menos masa desperdiciaremos al cortar el borde. Una vez que tenemos el rectángulo bastante bajito acabamos de estirar la masa con el rodillo, hasta un grosor de 0,5 cm. Para hacer esto es ideal disponer de un rodillo con topes o de guías para estirar masa. Yo no tengo ninguno de las dos, pero me apaño.
  • Hacemos lo mismo con la porción de masa restante. Las envolvemos en plástico, las ponemos sobre una bandeja y las metemos de nuevo en la nevera para que se pongan firmes.

galletas ajedrez

  • Sacamos las dos láminas de masa a la encimera. Pincelamos una de ellas con clara de huevo, para que la otra se adhiera bien. Colocamos la segunda capa de masa sobre la primera y presionamos muy ligeramente con la mano para que se peguen. Ayudándonos con una regla cortamos con un cuchillo muy bien afilado los bordes en línea recta, desechando la masa sobrante. Cortamos todos los bordes de forma que queden perpendiculares unos respecto a otros. Volvemos a envolver la masa y a ponerla en la nevera por lo menos 20 minutos.
  • Siempre, en todos los cortes, tendremos precaución de mantener el cuchillo lo más perpendicular posible a la mesa o tabla, para que el corte llegue recto de arriba abajo y no se nos tuerza.

galletas ajedrez

  • Sacamos de nuevo la masa, medimos con una regla el punto medio, lo marcamos y la cortamos por la mitad. Volvemos a pincelar una parte con clara de huevo y ponemos la otra mitad encima. Nos quedará así una masa con cuatro capas de color alternadas.
  • Ahora vamos a cortar esta masa en tiras de tamaño galleta, más o menos. Medimos el ancho que nos ha quedado y volvemos a marcar la mitad, para volver a cortar.

galletas ajedrez

  • Cada tira de tamaño galleta la cortamos en rebanadas a lo largo, que luego voltearemos y acoplaremos unas con otras para formar el dibujo de ajedrez. El ancho de estas rebanadas que se ven en la foto de la derecha debe ser aproximadamente igual al alto de las capas en horizontal, que aquí hemos hecho de aproximadamente 0,5 cm.

galletas ajedrez

  • Colocamos cuatro tiras una encima de la otra, pincelando previamente cada una con clara de huevo, hasta hacer un damero de cuatro por cuatro. Presionamos muy ligeramente para que se peguen unas a otras. Casamos las tiras unas con otras hasta acabarlas. Las envolvemos en plástico de cocina, las ponemos sobre una bandeja y las metemos en la nevera, de una hora a toda la noche. En este punto también podemos congelarlas.

galletas ajedrez

  • Cuando las barras de galleta estén bien duras, las ponemos sobre una tabla de cortar y rebanamos las galletas con un cuchillo bien afilado, con un grosor de 4-5 mm. Las vamos poniendo sobre tapetes de horno, un poco espaciadas porque se desparraman un poco en la cocción. Cocemos las galletas en el horno precalentado a 170º (con aire) / 190º (sin aire) durante 10-11 minutos. Casi no deben llegar a dorarse.
  • Las pasamos del tapete a una rejilla para enfriar con muchísimo cuidado, porque en caliente son muy frágiles. Las dejamos enfriar.

galletas ajedrez

Ya sabéis que estas galletas de mantequilla se conservan bastante bien en una lata metálica. Así que si queréis hacer un regalo repostero estilo alemán para las Navidades, ya os podéis poner manos a la obra. Estas galletas de ajedrez son vistosísimas y unas robaplanos: en cuanto las saquéis a la mesa nadie tendrá ojos más que para ellas.

Miriam

Traductora de inglés a español y química durante 15 años en una vida anterior. Vivo en un pueblecito cerca de Madrid, Galapagar, y trabajo en casa; soy una gran afortunada. Tengo pareja y dos niños con poca sensibilidad gastronómica. De momento. Pero por lo que estoy aquí es por mi afición a la cocina en general y a la repostería en particular, que me viene de familia, de mi madre y de mi abuela paterna. Y esta afición me ha llevado, además de a tener un blog de cocina con el que me lo paso pera, El invitado de invierno, a impartir algún que otro curso de cocina en la escuela de Madrid La Cocina de Babette.