Scones clásicos con compota de manzana y pera
Para estos scones clásicos con compota de manzana y pera vamos a aprender a hacer dos cosas: los propios scones, unos pastelitos típicos británicos, y una deliciosa compota de manzana y pera que se hace con la fruta asada en el horno y que se asemeja mucho a lo que los americanos llaman apple butter, una compota reducida y espesita, bien especiada.
Los scones son unos pasteles muy sencillos de hacer, con una masa similar a la masa quebrada en su elaboración, pero que lleva levadura, por lo que crecen en el horno. Precisamente por ello no son especialmente jugosos, razón por la que son la excusa ideal para untarlos de todo tipo de exquisiteces, como hacen los británicos poniéndoles clotted cream y confituras varias. La receta que hemos usado procede de The Joy of Baking.
Con la sencilla compota que les va como anillo al dedo a los scones aprovechamos que las manzanas y las peras están en su mejor momento. Ya sabéis, si se os quedan algunas piezas demasiado maduras para vuestro gusto… al horno y a preparar esta sabrosa compota, que además se aromatiza con algo de alcohol. ¿Os vais a quedar sin probarla?
Receta de scones clásicos
Ingredientes:
Masa de scones
- 270 g de harina de repostería
- 10 g de levadura química
- 50 g de azúcar
- 1/4 cdta. de sal
- 75 g de mantequilla fría en trocitos
- Una cdta. de extracto de vainilla
- 120 ml de leche entera
- Un poco de nata líquida para pintar los bollitos
Compota de manzana y pera
- 3-4 manzanas ácidas y maduras
- 3-4 peras pequeñas y maduras
- Tres cdas. de azúcar
- Una pizca de canela en polvo
- Un chorrito de licor (de manzana, whisky, incluso sidra)
- El zumo de un limón
Elaboración:
Compota de manzana y pera
- Pelamos la fruta y la ponemos en una bandeja de horno. La mojamos con zumo de limón para que no se nos ennegrezca mientras acabamos de cortarla toda. Si la piel es fina podemos dejarla, pues luego vamos a triturar la fruta.
- Espolvoreamos por encima el azúcar y la canela, y metemos la bandeja en el horno precalentado a 90 ºC. Asamos la fruta unos 20 minutos, hasta que esté completamente blanda, lo que dependerá del grado de madurez.
- Ponemos la fruta asada en una batidora potente, agregamos el licor y trituramos hasta que quede fino. Si está demasiado fluida la ponemos en un cazo y la reducimos unos minutos, hasta que tenga la consistencia que buscamos. Rectificamos de dulce si fuera necesario y dejamos enfriar.
Scones
- Para hacer los scones es fundamental que todos los ingredientes estén fríos, desde la mantequilla a la leche, pasando por el huevo, y asimismo que la preparación de la masa sea relativamente rápida para que no se derrita la mantequilla.
- Pasamos la harina de repostería por un tamiz junto con la levadura química. Agregamos el azúcar y la sal, y mezclamos con varillas.
- Ponemos la mantequilla en trozos en el bol de la harina. Ahora debemos frotar la mantequilla con la harina hasta obtener una mezcla arenosa, como en la masa quebrada. Esto podemos hacerlo en un robot, frotando la mantequilla con la harina con las puntas de los dedos o con dos cuchillos, cortando la mezcla repetidas veces al tiempo que cruzamos ambos cuchillos.
- Una vez tenemos la mezcla bien hecha, sin que queden trozos grandes de mantequilla, medimos la leche fría en una jarra, le agregamos el huevo, el extracto de vainilla y batimos.
- Vertemos la mezcla de líquidos sobre los sólidos y mezclamos a mano o con un mezclador o un tenedor, sin mezclar en exceso, lo justo para que amalgame. Pasamos entonces la masa a la encimera enharinada.
- Le damos dos o tres vueltas de amasado a la masa de los scones y la estiramos con un rodillo a un grosor de entre 1 cm y 1,5 cm. Con un cortador de galletas o un aro de emplatar de unos 6,5 cm cortamos los scones y los vamos poniendo en una bandeja para hornear galletas.
- Los recortes que nos queden se pueden aprovechar, juntándolos sin amasarlos en exceso, pues cogerían demasiada liga. Los volvemos a estirar con el rodillo y seguimos cortando; salen 10-12 scones. Pintamos con un pincel la superficie de los scones con un poco de nata líquida para que se doren mejor.
- Metemos la bandeja con los scones en el horno para cocerlos a 190 ºC unos 15-20 minutos, solo con calor arriba y abajo. Cuando hayan subido y estén doraditos los sacamos a una rejilla a que se templen.
Los scones están deliciosos aún calentitos, aunque no les vamos a hacer ascos si están del tiempo. Están más ricos recientes, el mismo día que se preparan, pues no se conservan excesivamente bien. Pero como la cantidad que sale no es grande tampoco cuesta mucho consumirlos en el día. Hincadle el diente a estos scones clásicos con compota de manzana y pera. No os arrepentiréis.