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Fruit cake con crema suiza de naranja y jengibre… y un poco de inspiración


Fruit cake con crema suiza de naranja y jengibre… y un poco de inspiración

La Navidad está a la vuelta de la esquina, ¿qué tal un poco de inspiración? Hoy tenemos en el blog una explosión de belleza a cargo de dos artistas de excepción. ¿Quieres conocerlas?

Te presento en primer lugar a Meri, la cake designer artífice de Mericakes, con una carta de tartas, cupcakes y cookies de ensueño. No dejes de visitar su web y, si quieres aprender, tan solo te digo que tiene escuela y unos cursos alucinantes.  ^_^

Y te presento también a la otra mitad imprescindible de esta sesión: Lisette, la artífice de Studio Torden, el estudio creativo responsable del estilismo culinario y estas preciosas fotografías. Porque con los ojos también se come, ¿verdad?

¿Y sabes qué sale cuando metemos en una coctelera las manos de Mericakes y el ojo de Studio Torden? El resultado es una mesa dulce capaz de cortar la respiración al más valienteCinammon rollseclairs con crema de fruta de la pasión y ganache de chocolate negro, red velvet cupcakes con crema de cacao, chocolate especiado caliente y una fruit cake con crema de naranja y jengibre, cuya receta, cortesía de Mericakes, te damos a continuación. ¡A disfrutar!

Mericakes_Torden_Xmas2015_01

Mix-1

Cinammon

Mix-2

Eclairs

Mix-3

Corte-tarta

Fruit cake con crema suiza de naranja y jengibre

Ingredientes:

Para el fruit cake (para un bizcocho redondo de 18-20 cm x 10 de alto):

  • 100 g de pasas sultanas
  • 100 g de albaricoques secos
  • 100 g de manzana desecada
  • 100 g de arándanos secos
  • 50 g de corteza de limón confitada
  • 50 g de corteza de naranja confitada
  • 130 centilitros de Grand Marnier
  • 50 g de granito de almendra crudo
  • 100 g de nueces troceadas
  • 250 g de mantequilla sin sal
  • 150 g de azúcar moreno
  • 100 g de miel
  • 1 cdta. de vainilla en pasta o extracto de buena calidad
  • 6 huevos M
  • 320 g de harina de repostería
  • 16 g de levadura en polvo
  • ½ cdta. de canela
  • ½ cdta. de jengibre en polvo
  • ¼ cdta. de clavo molido

Para la crema suiza de naranja y jengibre:

  • 100 g de claras de huevo pasteurizadas
  • 200 g de azúcar
  • 300 g de mantequilla, a temperatura ambiente y en trozos
  • ½ naranja triturada entera (piel incluida) o 1 cucharada de naranja en pasta
  • 1 cdta. de jengibre en polvo

Elaboración:

Para el fruit cake:

  • En un bol ponemos el licor y todas las frutas troceadas y las dejamos macerar mínimo toda una noche (puedes dejar macerar las frutas durante semanas, siempre y cuando el alcohol cubra las frutas).
  • Forramos un molde profundo con papel vegetal y precalentamos el horno a 175 ºC.
  • Con ayuda de unas varillas (el globo si usas una Kitchen Aid o similar), batimos la mantequilla a temperatura ambiente a máxima potencia hasta que tenga textura de pomada, añadimos el azúcar y la miel y batimos unos minutos más, hasta que la mezcla blanquee y aumente de volumen.
  • Agregamos la vainilla y los huevos, siempre de uno en uno, y seguimos batiendo hasta que esté todo integrado.
  • Tamizamos la harina con la levadura y las especias, y vamos añadiendo poco a poco, mezclando con una espátula para no meter aire a la masa (si tienes una Kitchen Aid o similar cambia a la pala plana).
  • Ahora echamos las frutas junto con el licor y los frutos secos y seguimos mezclando un par de minutos, lo justo para que queden bien repartidos.
  • Echamos la masa en el molde y horneamos durante 60/80 minutos, o hasta que pinchando con una brocheta o cake tester en el centro del pastel, este salga limpio.
  • Desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Para la crema suiza de naranja y jengibre:

  • Montamos las claras de huevo y el azúcar al baño maría y seguimos batiendo hasta que el azúcar se haya disuelto y la mezcla esté bien caliente.
  • Vertemos la mezcla en otro cuenco (frío), o si utilizas un robot de cocina, en el cuenco correspondiente.
  • Batimos la mezcla a alta velocidad hasta que quede montada y forme picos estables (tarda unos 10 minutos).
  • El merengue tiene que enfriarse lo suficiente como para que la mantequilla que vamos a añadir en el siguiente paso no se funda.
  • Ahora añadimos la mantequilla en pequeños trozos, poco a poco, sin dejar de batir (pero ahora a baja velocidad). Al principio la mezcla puede parecer un poco grumosa, pero luego se arregla.
  • Cuando la mantequilla esté bien incorporada a la mezcla, ponemos la batidora a una velocidad mayor y seguimos batiendo la crema hasta que presente un aspecto cremoso y suave.
  • Añadimos la naranja triturada y el jengibre e incorporamos con la espátula lo que quede en los bordes del cuenco.
  • Seguimos batiendo un minuto, para que quede todo bien mezclado.

Montaje:

  • Cortamos el bizcocho ya frío en 3 o 4 discos con ayuda de una lira.
  • Rellenamos las capas con ayuda de una manga y una boquilla lisa de 10 mm.
  • Al terminar nos ayudamos del molde con el que hemos horneado, colocándolo sobre la tarta y presionando ligeramente para igualar la altura de la tarta.
  • Para la decoración puedes utilizar algunas de las especias y frutas del bizcocho, un poco de ralladura de naranja, láminas de almendras o cualquier fruto seco al gusto.

Algunos consejos útiles:

  • Este pastel está más bueno pasados un par de días.
  • Puedes guardarlo dentro de una lata para conservarlo mejor.
  • El paso de macerar la fruta es importante para que a la hora de mezclarla con la masa no caiga toda al fondo. Al estar macerada quedará repartida homogéneamente por el bizcocho.
  • Si no encuentras alguna de las frutas o alguna no te gusta, ¡haz tu propia combinación! Siempre respetando la cantidad total de fruta: 500 gramos aproximadamente.
  • También puedes usar otros licores como Cointreau, coñac, ron o cualquier licor con una graduación alta para que macere la fruta.

Créditos: mesa dulce de Mericakes; fotografía y estilismo de Studio Torden; topper de la tarta de My White Cook Book; menaje de María Lunarillos.

Maria Lunarillos

Jiennensa de nacimiento pero tinerfeña de adopción (y corazón), me gusta encender el horno cuando viene lluvia, embadurnarme de harina mientras las gotas de agua golpean en la ventana y dejar que el olor a bizcocho y a tierra mojada impregnen juntos la casa. Soy compleja pero aspiro a ser simple, minimalista por dentro y por fuera. Y busco hacer lo mismo con mi cocina, para quedarme con lo más puro, lo más simple y lo más hermoso, porque la grandeza se esconde en los detalles más pequeños.