Pastel de queso japonés
Este pastel de queso japonés es probable que lo hayáis visto antes, pues es de esos postres que triunfan por donde van. Y ¿en qué se diferencia de un pastel de queso corriente? Fundamentalmente en que resulta mucho más ligero porque lleva las claras montadas.
El resultado es un pastel extremadamente tierno y muy esponjoso, todo un hallazgo, con un delicado equilibrio entre el salado y el dulce. Y si además lo preparamos en este precioso molde de silicona que tenemos en la tienda tendrá un aspecto apabullante y lo desmoldaremos sin ningún problema.
La receta procede del excelente libro Postres y otras Dulcerías, de mi amiga Pamela Rodríguez de Uno de dos, que está lleno de recetas fantásticas. ¿Cómo? ¿Que aún no lo conocéis? Pues ya tenéis deberes. Sí, os los acabo de poner.
Pastel de queso japonés
Ingredientes:
- 100 g de leche entera
- 55 g de mantequilla
- 150 g de azúcar
- 450 g de queso crema
- Seis huevos medianos
- 60 g de harina de repostería
- 20 g de almidón de maíz (maicena)
- Ralladura de un limón
- 1/2 cdta. de cremor tártaro
- Una pizca de sal
- Azúcar glas para decorar
Elaboración:
- Ponemos en un bol de trabajo el azúcar y la mantequilla. Calentamos la leche en el microondas en una jarra o recipiente hasta que casi hierva y la vertemos por encima para que se derrita la mantequilla. Mezclamos con varillas.
- Cascamos los huevos y separamos las claras en otro bol; las reservamos para montarlas.
- Agregamos el queso crema y las yemas, y batimos con batidora de mano para homogeneizar, intentando no pasarnos.
- Añadimos la harina de repostería, el almidón de maíz, la pizca de sal y la ralladura de limón. Volvemos a homogeneizar.
- Preparamos el molde de silicona pintándolo con mantequilla derretida o rociándolo con spray antiadherente. Espolvoreamos con algo de harina y sacudimos para eliminar el exceso. El enharinado no es imprescindible, pero yo soy un poco angustias.
- En un robot de cocina o con varillas eléctricas, montamos las claras a punto de nieve duro con el cremor tártaro. Cuando estén perfectamente montadas agregamos la mezcla de queso y huevos, y mezclamos con una espátula, con delicadeza y movimientos envolventes para que se nos baje la masa lo menos posible.
- Vertemos la mezcla con cuidado en el molde hasta un dedo del borde, cuidando de que llene bien todos los recovecos, y alisamos la superficie un poco con la espátula.
- Ponemos el molde sobre una bandeja de horno y cocemos el pastel de queso 75-80 minutos en el horno con calor arriba y abajo, a 150ºC. Si queremos asegurarnos de que el calor que reciba el pastel sea muy suave, lo coceremos en un baño maría, introduciéndolo en una fuente con agua que calentaremos previamente en el horno. Si no usamos aire en el horno y este calienta de modo bastante uniforme ya veis que no es imprescindible el baño maría en este caso.
- Probamos con una brocheta que esté hecho el pastel en el centro y lo sacamos a enfriar, sin desmoldarlo hasta que esté tibio. Los pasteles de queso suelen crecer mucho en el horno, pero luego se hunden bastante, esto es normal.
Pastel de queso japonés sobre plato de postre
El espolvoreo de azúcar glas hay que hacerlo justo al servir el pastel de queso japonés, porque la consistencia es tan húmeda que el azúcar glas enseguida se humedece. Pero le perdonamos que sea tan avaricioso con el azúcar; nos lo vamos a comer igual.