Suflé helado de fresa
Este suflé helado de fresa os sorprenderá por lo fácil que es. Porque tenemos el concepto de que un suflé es una cosa dificilísima que solo pueden preparar unos pocos iniciados, pero estos suflés helados, a diferencia de los suflés horneados, están al alcance de cualquiera. De verdad.
La receta está tomada de este blog y yo diría que es una versión supersimplificada del suflé, que en las recetas francesas suele llevar además de nata montada también claras a punto de nieve. Pero aquí nos las saltamos para complicarnos menos la vida.
Además, este suflé helado de fresa queda remonísimo en su presentación tradicional dentro de un ramequin como los que tenemos en la tienda. Y si no os gusta esa presentación, podéis servir el suflé en un lindo tarro Weck.
Suflé helado de fresa
Ingredientes:
- 1000 g de fresas frescas
- 45 ml de zumo de limón
- 330 g de azúcar
- Una pizca de sal
- Dos cdtas. de extracto de vainilla
- 470 g de nata de montar (mínimo 35% de grasa)
- Una cdta. de gelatina en polvo
- Tres cdas. de agua fría
Elaboración:
- En primer lugar, preparamos los ramequins. Tenemos que colocarles unas bandas de papel de hornear que permitan subir el nivel de la mezcla del suflé para que el resultado sobresalga del molde, como es tradicional emulando a los suflés horneados. Como no hay que meter los moldes en el horno podemos sujetar la tira de papel tranquilamente con un pedazo de papel de celofán adhesivo o con unas gomas.
- Lavamos y limpiamos las fresas. Las secamos con papel de cocina y las trituramos con una batidora de mano junto con el azúcar y el zumo de limón.
- En un bol pequeño ponemos el agua fría y agregamos la gelatina para hidratarla. Cuando esté hidratada metemos el bol en el microondas unos segundos, lo justo para que la mezcla se caliente y se disuelva la gelatina. Dejamos templar.
- Pasamos el puré de fresas por un pasapurés o chino para quitar las pepitas. Agregamos el extracto de vainilla y la gelatina disuelta y templada. Reservamos.
- Montamos la nata líquida, que deberá estar muy fría, en un robot o con varillas eléctricas, hasta que esté bien dura. Ojo con hacer mantequilla.
- Cuando la nata esté bien montada agregamos el puré de fresas y mezclamos con espátula, con delicadeza y movimientos envolventes, para bajar la nata lo menos posible.
- Cuando esté todo bien mezclado y no queden grumos de nata, colocamos los ramequins sobre una bandeja para trasladarlos más fácilmente y vertemos la masa del suflé con un cacillo, hasta un nivel por lo menos un dedo por encima del borde del ramequin. Metemos los moldes en el congelador de inmediato y los refrigeramos por lo menos 6 horas, mejor toda una noche.
- Cuando vayamos a servir los suflés helados de fresa retiramos el papel de hornear con cuidado.
Justo antes de servir los suflés de fresa podemos adornarlos con una fresita fileteada e incluso un pegotito de nata montada. No me digáis que no es bonico este suflé helado de fresa. Es tan lindo que casi, casi os dará penita comerlo. ¿O no?