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Hojaldrinas. Receta de Navidad


Hojaldrinas. Receta de Navidad

En mi casa tengo un monstruo de las hojaldrinas, por eso las conozco desde hace tiempo y cuando llega Navidad vuelan. Son un dulce que creo que se ha hecho más popular a lo largo de los años y que, aunque se encuentran marcas comerciales de buena calidad, no es nada difícil de hacer en casa. Así que os vamos a enseñar cómo se hacen porque merece la pena probarlas.

La receta de las hojaldrinas proviene del blog Al sur del sur, y he seguido parte de las modificaciones que sobre ella hizo Silvia, de Food&Cook. Hay dos modalidades de esta receta que ha hecho media blogosfera: haciendo pliegues de la masa como si fuese hojaldre, o sin hacerlos. La textura no cambia excesivamente, así que os dejo que probéis lo que más os guste. Qué buena soy, madre.

Ya sé lo que os preguntáis, lo de siempre: ¿Pero quedan igual que las compradas? No, pardiez, quedan mejor porque son caseras y todos los ingredientes pueden ser de toda la calidad que queráis, cosa que no siempre está garantizada en la repostería industrial. Con esta receta salen unas 60 minihojaldrinas, entre 30-40 si las hacemos de regular tamaño.

Hojaldrinas

Ingredientes

  • 600 g de harina de repostería
  • 400 g de mantequilla fría
  • 60 g de azúcar
  • 50 g de vino blanco
  • 50 g de zumo de naranja
  • Ralladura de 3 naranjas
  • Azúcar glas para el acabado

Elaboración

  • Rallamos la piel de las naranjas, después de limpiarlas bien. Exprimimos lo que sea necesario hasta obtener la cantidad de zumo indicada.
  • Pesamos la harina y la tamizamos. En el bol de un robot ponemos la harina, el azúcar, la mantequilla cortada en láminas, el zumo, el vino y la ralladura. Mezclamos bien hasta que todo se cohesione. Hacemos una torta con la masa, la envolvemos bien en plástico y la dejamos reposar en el frigorífico de una hora a toda la noche.

Hojaldrinas

  • Sacamos la masa a la encimera enharinada y la dejamos templar un pelín. La estiramos con un rodillo hasta un grosor aproximado de 1 cm. Le hacemos un pliegue, como si fuera hojaldre (como indicamos en nuestro artículo sobre cómo hacer masa de hojaldre), para ayudar a que los dulces se hojaldren. Hay que quitar bien con un pincel la harina de la cara interior que vamos a doblar, porque si lleva demasiada harina quedarán después excesivamente despegadas las capas (de hecho en alguna de las hojaldrinas de las fotos se aprecia). Volvemos a estirarla con el rodillo en un rectángulo largo y hacemos otro pliegue.

Hojaldrinas

  • Estiramos otra vez la masa con el rodillo, hasta un grosor de 1,5 cm, y la cortamos en rectángulos o cuadrados sirviéndonos de alguna guía (una regla grande va bien) con un buen cuchillo, con un molde rectangular o con un cortador de pizza, como se ve en las fotos. Funciona de maravilla. Eso sí, hay que tener cuidado de que el corte sea limpio y no aplastemos los cantos de las hojaldrinas, porque entonces no crecerían bien.

Hojaldrinas

  • Vamos colocando las hojaldrinas sobre una bandeja de horno antiadherente o forrada de papel de hornear y las horneamos a 175º unos 30 minutos, hasta que empiezan a dorarse (yo lo hago con calor arriba y abajo, y también ventilador. Hala, qué despliegue de medios. Si no tenéis aire en el horno deberéis subir la temperatura 15-20º). Cuando están hechas (conviene abrir alguna para ver si están bien cocidas) se sacan con cariño a una rejilla. Cuando estén bien frías se espolvorean con el azúcar glas. Y a deglutir.

Hojaldrinas. Receta de Navidad. Sorteo

Estas hojaldrinas tienen un delicioso a  la vez que bastante sutil sabor a naranja y a pesar de la ingente cantidad de mantequilla que llevan, no resultan nada grasientas. Los dulces mantecosos se conservan de maravilla en una caja metálica, así que como os dije en la receta de los mantecados sencillos, aprovechad la ocasión y regalad dulces caseros estas Navidades. Seréis la envidia de la redondeza.

Miriam

Traductora de inglés a español y química durante 15 años en una vida anterior. Vivo en un pueblecito cerca de Madrid, Galapagar, y trabajo en casa; soy una gran afortunada. Tengo pareja y dos niños con poca sensibilidad gastronómica. De momento. Pero por lo que estoy aquí es por mi afición a la cocina en general y a la repostería en particular, que me viene de familia, de mi madre y de mi abuela paterna. Y esta afición me ha llevado, además de a tener un blog de cocina con el que me lo paso pera, El invitado de invierno, a impartir algún que otro curso de cocina en la escuela de Madrid La Cocina de Babette.