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Galletas de mantequilla de cacahuete


Galletas de mantequilla de cacahuete

La mantequilla de cacahuete… ese animal mitológico del que cuando era pequeña solo tenía noticia porque la comía el Oso Yogui en los emparedados que guindaba a los turistas de Jellystone. Pero ya veis, vino la globalización y ahora tenemos aquí la mantequilla de cacahuete. Por eso podemos incluso hacer galletas de mantequilla de cacahuete. Qué cosas.

Las mantecas o mantequillas de frutos secos son pastas untuosas con un gran contenido graso que se consiguen triturando los frutos secos tostados con un grado mayor o menor de finura. La mantequilla de cacahuete lleva siendo tremendamente popular en los Estados Unidos desde su introducción en el siglo XIX. No solo se usa para untar en el pan, como en el ínclito PB&J sandwich, de mantequilla de cacahuete y jalea o mermelada, sino que forma parte de galletas y dulces diversos.

De los dulces en los que se utiliza la mantequilla de cacahuete como ingrediente tenemos estas galletas tan sencillas y tan ricas. La mantequilla de cacahuete tiene un gran contenido en materia grasa, y además las galletas llevan mantequilla corriente… por eso están tan ricas. Ahoguemos nuestras arterias en grasa.

Galletas de mantequilla de cacahuete

Ingredientes:

Elaboración:

  • Ponemos la mantequilla ablandada y los azúcares en un bol. Batimos con varillas, bien con batidor, bien en un robot, hasta que la mezcla esponje y blanquee. Como siempre os decimos, cuidado si hace calor en vuestra cocina de que no se derrita la mantequilla; la mezcla debe mantenerse mate, si la vemos brillar debemos meter el bol en el frigorífico unos minutos. Si la mantequilla se derrite la mezcla no esponjará como debe.

Galletas de mantequilla de cacahuete

  • Añadimos las semillas de la vaina de vainilla o el extracto (yo trituro las vainas vacías que guardo con el azúcar y las añado). Agregamos la mantequilla de cacahuete y batimos un poco hasta que se integre. Añadimos a continuación el huevo y repetimos la operación.
  • Pesamos y tamizamos la harina junto con el bicarbonato y la sal. Agregamos estos sólidos al contenido del bol y mezclamos bien con pala o espátula. Añadimos los cacahuetes picados, si los ponemos.
  • Envolvemos la masa en plástico y la dejamos reposar en el frigorífico mientras el horno se calienta. Ponemos el horno a calentar a 175º (con aire) / 195º (sin aire).

Galletas de mantequilla de cacahuete

  • Cuando el horno ha cogido temperatura de crucero preparamos unas bandejas de galletas. Vamos haciendo pelotitas con la masa, del tamaño de una nuez pequeña, y las ponemos sobre las bandejas. Con un tenedor, aplastamos cada bolita en un sentido primero, y luego otra vez en perpendicular, haciendo un pequeño enrejado. Hay que poner las bolitas bastante separadas, porque las galletas crecen en el horno. Con estas cantidades salen 56-60 galletas.

Galletas de mantequilla de cacahuete

  • Horneamos las galletas por tandas, alrededor de 12 minutos cada tanda, a media altura del horno. Las sacamos a enfriar sobre una rejilla, trasladándolas con delicadeza con una espátula, porque son frágiles cuando aún están calientes. Las dejamos enfriar por completo antes de consumirlas.

Galletas de mantequilla de cacahuete

Estas galletas de mantequilla de cacahuete tienen un agradable sabor a cacahuete, sin que resulte abrumador, y un puntito salado muy divertido. Y ¿queréis saber una curiosidad relativa a la mantequilla de cacahuete? Elvis Presley adoraba los sándwiches de manteca de cacahuete, plátano y panceta. Ahora lo entiendo todo. Criaturita.

Miriam

Traductora de inglés a español y química durante 15 años en una vida anterior. Vivo en un pueblecito cerca de Madrid, Galapagar, y trabajo en casa; soy una gran afortunada. Tengo pareja y dos niños con poca sensibilidad gastronómica. De momento. Pero por lo que estoy aquí es por mi afición a la cocina en general y a la repostería en particular, que me viene de familia, de mi madre y de mi abuela paterna. Y esta afición me ha llevado, además de a tener un blog de cocina con el que me lo paso pera, El invitado de invierno, a impartir algún que otro curso de cocina en la escuela de Madrid La Cocina de Babette.