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Receta de cubito vegetal casero


Receta de cubito vegetal casero

Una de las cosas que más me gusta hacer en cocina es desafiar a la industria: panes, helados, platos preparados, salsas y, por supuesto, cubitos son muchos de los productos a los que poco a poco nos hemos acostumbrado y que hoy, principalmente por falta de tiempo, no hacemos o no nos atrevemos a hacer en casa. ¡A mí preparar estas cosas me chifla! Primero porque es una gran satisfacción; segundo porque se aprende cómo están hechas las cosas; tercero, y quizás más importante, porque podemos elegir los ingredientes con los que hacerlos eliminando aditivos, colorantes y conservantes.

Es el caso de esta receta de cubito vegetal. Podría parecer difícil, pero nada más lejos de la realidad. Hacen falta solo verduras frescas (las que encontraréis entre los ingredientes las podéis modificar según vuestros gustos o lo que tengáis en el frigo) y sal. Ésta última actúa de conservante y por eso nos durará tanto en el frigorífico; lo tendremos listo para usar siempre que queramos.

El cubito vegetal es muy fácil de utilizar: úsalo como usarías el cubito normal para potenciar el sabor de tus guisos, hacer caldo (añadiendo varias cucharadas al agua) o como sustituto de la sal. Yo lo añado también al agua para cocer la pasta. ¡Verás que es coser y cantar!

Cubito vegetal casero

Ingredientes para un tarro de unos 500-600 ml:

  • 300 g de cebolla
  • 200 g de tomates
  • 200 g de apio
  • 100 g de zanahorias
  • 100 g de calabacín
  • 100 g de puerro
  • 150 g de sal gorda integral

Elaboración:

  • Lavamos, pelamos y cortamos todas las verduras. No hace falta que estén picadas sino sólo cortadas en trozos grandes ya que luego las pasaremos con la batidora. Ponemos las verduras con la sal en una olla y las ponemos a cocer a fuego lento y tapadas durante 1 hora. Lo mismo podemos hacer utilizando la olla exprés; en este caso necesitaremos sólo 30 minutos desde que empieza a salir vapor por la válvula. No hace falta añadir agua ya que las verduras irán soltando mucha durante la cocción.

cubito vegetal

  • Una vez pasado este tiempo abrimos la olla y pasamos con la batidora, obtendremos una pasta muy salada. Vertemos en un tarro de cristal bien limpio y seco y dejamos enfriar completamente. El cubito ya está listo y podemos conservarlo en el frigorífico.

cubito vegetal

  • Utilizar el cubito vegetal es muy fácil. Tened sólo en cuenta que siendo muy salado nos tendremos que añadir más sal. Lo podemos utilizar, por ejemplo, para preparar una deliciosa vichyssoise: pelamos, lavamos y cortamos 2 puerros y 4 patatas no muy grandes.

cubito vegetal

  • En una olla ponemos a derretir una nuez de mantequilla. Añadimos los puerros y dejamos que tomen un poco de color. Añadimos las patatas y cubrimos con agua. Dejamos cocer hasta que las patatas estén tiernas.

cubito vegetal

  • Una vez que estén cocidas las patatas, pasamos la sopa por la batidora. Podemos añadir un poco de agua si queda demasiado densa. Añadimos entonces una cucharada (o cucharada y media, es mejor probar de sal) de nuestro cubito y un poco de leche al gusto.

cubito vegetal

  • ¡Nuestra vichyssoise está lista! Solo nos queda decidir si tomarla fría o caliente; si servirla en botecitos individuales o en cuenquitos. Un poquito de pimienta negra recién molida le irá siempre de miedo.

cubito vegetal

El cubito vegetal se conserva sin muchas complicaciones en la nevera. De todos modos, no está de más recordaros limpiar el borde del bote cada vez que lo utilicemos para evitar que se queden restos que puedan desarrollar un poco de moho.

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Alicia

Granaína de nacimiento y milanesa de adopción. Estudié traducción como quien no quiere la cosa y acabé dedicándome "oficialmente" a la secretaría de dirección. En mis ratos libres me convierto en cocinera y fotógrafa gastronómica y cuento todo lo que hago y como en mi blog A mí lo que me gusta es cocinar. Mi pasión por la cocina nació en mi casa de la mano de mi madre y mi abuela, la locura total vino cuando conocí a mi marido y me mudé al país vecino que me acoge desde finales del 2005. Adoro un buen plato de pasta pero nada me frena ante recetas orientales, dulces americanísimos o tapas al más puro estilo España cañí.