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Galletas con pistola repostera


Galletas con pistola repostera

Hoy vamos a aprender cómo hacer galletas con pistola repostera. No penséis nada raro por lo de la pistola. Una pistola repostera es una especie de manga, pero en forma de jeringuilla gigante, para dispensar una pasta de galletas, por ejemplo. Y las galletas quedan fetén, aunque para mi edad vetusta este tipo de galletas serían más lo que se llamaba pastitas de té, que me parece que es una definición un poco en desuso. Ahora todo es galleta porque para los norteamericanos todo es una cookie. Qué cruz.

Hacer galletas con pistola repostera no es difícil, pero tiene algún intríngulis como la consistencia de la masa, que debe ser la justa para poder extruirla por los troqueles, suficientemente firme para que al hornear las pastitas mantengan su forma, pero suficientemente adherente como para que se peguen a la superficie donde las formamos. Como todo en este mundo, necesita algo de práctica.

Esta receta está adaptada del celebérrimo blog Joy of Baking, un clásico de la repostería cibernética y muy fiable. Además, uno de los pocos sitios norteamericanos en que dan las cantidades también en unidades cristianas. Por si queréis documentaros, a la pistola de galletas en inglés la llaman cookie press. Usamos una típica masa ligera de mantequilla.

Galletas con pistola repostera

Ingredientes:

Elaboración:

  • En un bol ponemos la mantequilla ablandada (ojo, no derretida) y el azúcar. Batimos con varillas eléctricas o en un robot con pala por lo menos cinco minutos, hasta que la mezcla esté blanquecina y esponjada. Este batido es importante porque es lo que da ligereza a las galletas. La mantequilla no se debe derretir nunca, la mezcla siempre se debe ver mate, sin brillos. En invierno no tendremos problemas, pero en verano, en cuanto tengamos la menor sospecha de que la mantequilla se derrite algo, meteremos el bol unos minutos en el frigorífico.
  • Sin dejar de batir, agregamos las yemas, el extracto de vainilla y la pizca de sal.

galletas con pistola

  • Tamizamos la harina de repostería y la agregamos al batido; empezaremos agregando la cantidad mínima de harina. Batimos a menor velocidad para incorporar la harina y acabamos de homogeneizar con una espátula. La masa debe quedar blandita, pero cohesionada y no pegajosa en exceso. Si queda muy pegajosa y se nota mucho la mantequilla, agregaremos un poco más de harina, de cucharada en cucharada.

galletas con pistola

  • Elegimos la forma que queremos darles a las pastas o galletas, y montamos en la pistola el troquel correspondiente. Con la misma espátula cargamos la pistola con masa hasta llenarla. Colocamos la tapa con el troquel a la pistola, fijándola bien. Apretamos el gatillo de la pistola tantas veces como sea necesario hasta ver que asoma la masa por el troquel.

galletas con pistola

  • Para hacer las galletas o pastas vamos a apoyar la pistola en vertical sobre un tapete de horno. Encuentro que es más fácil que con un papel de hornear. A veces a las pastas les cuesta despegarse de la pistola, entonces es de gran ayuda que la superficie donde las formamos sea un pelín adherente respecto a la galleta. Esto varía con el troquel, hay formas que son más manejables y otras lo son menos.
  • Apoyamos la pistola sobre la superficie, en vertical, y damos un golpe de gatillo o dos, según el tipo de troquel, pues hay algunos que sirven más masa que otros según su forma. Una vez apretado el gatillo levantamos la pistola con un golpe más o menos seco, pero no en vertical, sino como se ve en la segunda foto de abajo, torciéndola hacia un lateral. A mí me da mejor resultado para despegar la galleta de la pistola.

galletas con pistola

  • No es raro que alguna pastita se quede de vez en cuando pegada a la pistola y no a la lámina, a veces hay que convencerlas un poquito separándolas con una cuchara o un cuchillo romo.
  • Formamos todas las pastas sobre tapetes de horno mientras calentamos el horno a 180ºC (con aire) / 200ºC (sin aire). Hay quien recomienda refrigerar las pastas antes de hornearlas, fundamentalmente en verano, para asegurarnos de que al meter las pastas en el horno la masa esté firme.
  • Cocemos las pastas 10-11 minutos a nivel bajo en el horno, hasta que empiecen a estar doradas por el borde. Las sacamos y las trasladamos a una rejilla para enfriar, con mucho mimo porque cuando están aún calientes son muy frágiles; al enfriar cogen firmeza.

galletas con pistola

La consistencia de estas galletas es arenosa y ligera, lo que es una pasta de té de las de toda la vida, que siempre apetecen y van bien con todo. Aunque en esta ocasión no lo he hecho, estas galletas básicas con pistola repostera se pueden adornar con frutos secos, frutas desecadas o confitadas como guindas, o bañar parcialmente en cobertura de chocolate. Incluso se pueden mezclar con fruta liofilizada pulverizada para darles sabor y color. Pero eso ya os lo dejo a vosotros, que ya sabéis mucho.

Miriam

Traductora de inglés a español y química durante 15 años en una vida anterior. Vivo en un pueblecito cerca de Madrid, Galapagar, y trabajo en casa; soy una gran afortunada. Tengo pareja y dos niños con poca sensibilidad gastronómica. De momento. Pero por lo que estoy aquí es por mi afición a la cocina en general y a la repostería en particular, que me viene de familia, de mi madre y de mi abuela paterna. Y esta afición me ha llevado, además de a tener un blog de cocina con el que me lo paso pera, El invitado de invierno, a impartir algún que otro curso de cocina en la escuela de Madrid La Cocina de Babette.