Receta de mousse de limón
En esta cuesta de enero apetecen recetas sencillas y refrescantes, como esta receta de mousse de limón, ¿no os parece? Que tampoco nos vamos a quitar del dulce de sopetón, que igual nos da un jamacuco o algo.
No he conseguido averiguar de qué época en la gastronomía francesa procede la mousse de limón, aunque parece que la primera mousse que recibió tal nombre no fue de frutas, sino la famosa mousse de chocolate. Esta fórmula de mousse de limón está inspirada en la web de la BBC (sí, la británica) y es de Sophie Dahl.
Para conseguir una gran esponjosidad en esta receta se montan las yemas, la nata y las claras por separado. Os recomendamos hacer una mise en place previa como es debido, pesando y organizando todos los ingredientes y utensilios que vamos a necesitar, ya que en cuanto tenemos el ingrediente en cuestión montado hay que manipularlo lo menos posible y mezclarlo enseguida para que no se baje, por lo que todo tiene que estar bien preparadito.
Mousse de limón
Ingredientes:
- 4 huevos medianos a temperatura ambiente
- 250 g de azúcar blanquilla
- 3 limones, ralladura y zumo
- 80 g de agua fría
- 10 g de gelatina en polvo
- 300 ml de nata para montar, bien fría
Elaboración:
- Rallamos la piel de los tres limones con un rallador y los exprimimos; colamos el zumo. Separamos las yemas de las claras y reservamos éstas para más tarde.
- En un bol ponemos la ralladura, el zumo de limón, el azúcar y las yemas. Batimos la mezcla con varillas eléctricas o en robot hasta que esponje y blanquee; tardará unos cuantos minutos, por lo menos 10.
- Para montar yemas o claras conviene siempre que los huevos estén a temperatura ambiente, pues esponjan más.
- Mientras las yemas se montan ponemos el agua fría en un bol pequeño apto para microondas y agregamos la gelatina en polvo para hidratarla. Cuando esté bien hidratada metemos el bol en el microondas para calentarlo, en intervalos de pocos segundos, tantas veces como sea necesario para que la gelatina se disuelva. Reservamos mientras se templa.
- Cuando al montado de yemas le falte poco para estar listo, en un bol separado montamos la nata hasta que haga picos suaves, no debe ponerse muy dura. Al contrario que los huevos, para que la nata monte bien siempre debe estar fría del frigorífico.
- Sin dejar de batir las yemas agregamos el agua con la gelatina; paramos el montado.
- Añadimos la nata sobre el montado de yemas y homogeneizamos con delicadeza con una espátula, con movimientos envolventes.
- Ponemos las claras en un bol y las montamos con varillas eléctricas o en robot hasta que hagan picos suaves, sin que lleguen a estar muy duras.
- Agregamos las claras montadas a la mezcla de yemas y nata, y mezclamos con delicadeza hasta que esté uniforme y no se aprecien grumos de clara.
- Cuando esté bien mezclado todo vertemos la mousse en tazas, cuencos o en un bol grande, como más nos guste, y la metemos en el frigorífico para que acabe de asentarse al solidificar la gelatina.
Como en esta mousse los huevos van crudos es fundamental consumirla en un par de días como máximo y mantenerla siempre perfectamente tapada y refrigerada hasta el momento de servir. Disfrutad de esta mousse de limón buena, bonita, barata y casi, casi… ligera.