Sorbete de cava paso a paso
El sorbete de cava es un postre popularísimo que gusta a todo el mundo o casi, que de todo tiene que haber. A mí me encanta si está bien hecho, con un cava aceptable y no con cava peleón, que también los hay. Sé de una que lo solía comer por fanegas. Y aún no me he desenganchado.
El sorbete de cava lleva limón con mucha frecuencia porque son dos sabores que en frío casan de maravilla. Hay muchas fórmulas de sorbete de cava en las que se usa helado o sorbete de limón ya hecho, pero aquí vamos a hacer el sorbete entero desde cero. Menudos somos nosotros.
La ventaja que tiene este sorbete es que al llevar una proporción importante de alcohol no se congela como un bloque (el alcohol rebaja el punto de fusión de la mezcla, por lo que no llega a congelarse por completo a los -18ºC del congelador doméstico), sino que queda bastante blandito. Por eso no es necesario sacarlo con antelación del congelador antes de servir, basta con hacerlo casi de inmediato.
Receta de sorbete de cava
Ingredientes:
- 500 ml de cava brut
- 250 ml de zumo de limón
- 200 ml de agua
- 220 g de azúcar
- Ralladura de un limón
- Dos claras de huevo
Elaboración:
- Primero preparamos un almíbar con el agua y el azúcar. Ponemos ambas cosas en un cazo y llevamos a ebullición. Cocemos unos 10 minutos, apagamos y reservamos mientras se enfría.
- Exprimimos los limones necesarios para obtener los 250 ml de zumo de limón, pasando el zumo por un colador para evitar pulpa y pepitas. Los añadimos al almíbar cuando este ya esté templadito.
- Sacamos la ralladura del limón con un rallador y la agregamos a la mezcla. Añadimos igualmente el cava.
- Metemos la mezcla de sorbete en un recipiente hermético dentro del congelador. Lo iremos sacando cada hora, más o menos, y batiéndolo con una batidora manual.
- Cuando ya esté muy helado (incluso lo podemos dejar toda una noche, puesto que al tener alcohol no queda duro como una piedra) batimos las claras de huevo a punto de nieve bastante duro con varillas eléctricas o con un robot. Batimos otra vez el sorbete para ablandarlo si estuviera ya muy sólido y mezclamos las claras montadas con una espátula y movimientos envolventes.
- Volvemos a meter el sorbete otra hora en el congelador y ya estará listo para comerlo. Tened en cuenta que la consistencia que se consigue está a caballo entre el sorbete y el granizado.
Pues ya tenemos un postre delicioso, facilísimo de hacer y muy, muy vistoso para estos calorcetes que nos asedian. ¿No os parece que este sorbete de cava es un broche de oro para vuestras barbacoas y celebraciones veraniegas? ¡Decid que sí!