Pastelitos de limón sin horno. Receta fácil
Estos pastelitos de limón sin horno son estupendos para quedar como un rey o una reina con este calor que tenemos. No es necesario más que batir y mezclar, nada de horno ni calores en la cocina.
Estos pasteles constan de una base hecha con galleta triturada y mantequilla, la cosa más clásica del mundo, y un relleno de mousse de limón que lleva la gelatina suficiente para que quede relativamente firme y se pueda cortar en cómodos cuadraditos o rectángulos. Apto para muñones o casi.
Personalmente me gustan las galletas tipo Digestive para estas bases de galleta en frío, porque el punto salado que tienen hace un contraste muy rico con el dulce. Pero si no os gusta que sean saladas podéis usar galletas tipo María. La receta está tomada de aquí.
Pastelitos de limón sin horno
Ingredientes:
Base
- 140 g de galletas tipo Digestive
- 60 g de mantequilla derretida
Relleno
- 100 ml de zumo de limón (unos dos limones)
- Ralladura de un limón
- 250 g de queso crema
- 300 g de leche condensada
- Tres cdas. de agua
- Dos cdtas. de gelatina neutra en polvo
- Dos claras pasteurizadas
- 30 g de azúcar
Elaboración:
Base
- Trituramos las galletas. Lo podemos hacer en una batidora, en un robot o metiéndolas en una bolsa de plástico hermética y pasando un rodillo por encima.
- Derretimos la mantequilla y la mezclamos bien con las migas de galleta.
- Forramos con film de plástico un molde con paredes verticales (hemos utilizado un molde de 25×25 cm) y vertemos la mezcla de galletas y mantequilla. Aplastamos bien para compactarla y que ocupe todo el molde, y nivelamos la superficie.
Relleno
- Le sacamos la ralladura al limón con un rallador y la ponemos en un bol. Exprimimos los limones con un exprimidor, pasando el zumo por un colador para quitar los pipos. Agregamos el zumo al bol.
- Añadimos el queso crema y la leche condensada. Mezclamos todo bien con una espátula.
- Ponemos el agua en un bol pequeño y agregamos la gelatina en polvo. Dejamos que se hidrate el tiempo indicado en el paquete. Cuando esté hidratada metemos el bol en el microondas y calentamos apenas dos o tres segundos para que se caliente el agua y se disuelva la gelatina. El tiempo necesario dependerá en cualquier caso de la potencia de vuestro microondas.
- Añadimos la gelatina al bol y mezclamos.
- En el bol de una batidora ponemos las claras de huevo pasteurizadas y las montamos, batiendo a velocidad máxima, en un robot o con varillas eléctricas. Cuando las claras ya blanqueen agregaremos poco a poco el azúcar. Batimos otro par de minutos, hasta que el merengue esté más o menos duro.
- Vertemos la mezcla preparada anteriormente sobre las claras montadas y mezclamos con una espátula, con movimientos envolventes y delicados, hasta homogeneizar.
- Sacamos la base de galleta de la nevera y vertemos la mousse sobre ella. Repartimos bien con la espátula y golpeamos el molde suavemente sobre la encimera para que se alise la superficie. Metemos el molde de nuevo en la nevera, preferiblemente toda una noche.
- Al día siguiente, desmoldamos con cuidado tirando del plástico y pasamos el pastel a una tabla para cortarlo en porciones.
Estos pastelitos de limón son un postre relativamente fácil y fresquito, que además os servirá para aprovechar parte de esas toneladas de claras que nos sobran cuando hacemos helados con una base tradicional de crema inglesa. Pues hala, no lo penséis más.