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Receta fácil de piruletas de Navidad


Receta fácil de piruletas de Navidad


Empezamos una nueva temporada, sí, la última del año y la que más nos gusta. Es corta, pero siempre cargada de sorpresas, comidas suculentas, ricos postres, dulces tradicionales, bombones y caramelos. Así que hoy prepararemos una receta fácil de piruetas de Navidad que estamos seguros de que os van a encantar.

Son muy rápidas de hacer y tan solo necesitamos un buen termómetro de azúcar, unos palitos para piruletas y un surtido navideño de sprinkles (bastones, árboles de Navidad, copos de nieve y perlas plateadas). También usaremos hojas de acebo y pequeñas bayas hechas con fondant verde y rojo. El resto, salvo el azúcar invertido que se puede sustituir por sirope de maíz, está siempre en nuestras cocinas.

Para hacer las hojas y las bayas de acebo usaremos fondant verde y rojo. Extenderemos el fondant hasta tener una hoja muy delgada y usaremos el cortador de hoja de acebo M que tenemos en nuestra tienda. Para la elaboración os recomendamos visitar nuestro post “Decoración de acebo de fondant para tartas”.

Piruletas de Navidad

Ingredientes:

Elaboración:

  • Ponemos los sprinkles y el acebo de fondant en varios cuencos pequeños o ramequines de tal forma que estén separados por colores y formas.
  • En un vaso ponemos los palitos, a un lado de los cuencos con sprinkles. Necesitaremos trabajar con ellos rápidamente antes de que se endurezcan las piruletas.

preparamos la decoración

  • Preparamos dos tapetes de fiberglass y los colocamos sobre la mesa de trabajo.
  • Echamos el azúcar, el azúcar invertido (o el sirope de maíz), el agua y la pizca de sal en un cazo, mejor si es de doble fondo.

preparamos el caramelo

  • Colocamos el termómetro de azúcar en el borde del cazo, el nuestro trae una pestaña especial para adherirlo fácilmente.
  • Llevamos a ebullición y esperamos a que marque una temperatura entre 145º y 150º C. Nuestras piruletas tendrá más sabor a caramelo cuanto más alta sea la temperatura alcanzada en el termómetro, pero serán más duras y tomarán un color más amarillo.

hervimos el caramelo

  • Apagamos el fuego y añadimos el aroma de Amaretto.
  • Vertemos el caramelo sobre los tapetes de fiberglass procurando formar varios círculos.

formamos las piruletas

  • Colocamos los sprinkles, las hojas de acebo y las perlas plateadas procurando combinar los colores, y las formas.
  • Ponemos los palitos, cubrimos con un poco más de caramelo, si el palito no ha quedado cubierto, y dejamos enfriar completamente antes de levantarlos del tapete de fiberglass.

decoramos las piruletas

Inauguramos con esta receta fácil de piruetas de Navidad la última temporada del año, sabemos que los que más la disfrutan son los peques y por eso hemos decidido comenzarla con un clásico caramelo para ellos. Estamos seguros de que vosotros tampoco vais a ser capaces de resistir la tentación de probarlas.

Piruletas de Navidad

Algunos consejos útiles:

  • Las hojas y las bayas de acebo las debemos hacer por lo menos una semana antes para que estén completamente secas.
  • Podéis usar pequeños caramelos o fruta confitada, o deshidratada para sorprender con algo diferente y fuera de la época navideña.
  • El aroma que hemos usado se puede sustituir por el que más os guste, nos gusta el sabor de este licor, pero puede ser cualquier otro.
  • Podéis teñir el caramelo de color rojo o verde, y usar sprinkles estrellas plateadas o doradas.
  • La receta original la hemos tomado prestada, haciendo ciertos cambios por supuesto, de las piruletas invisibles de Martha Stewart. La hemos adaptado a la temporada navideña y le hemos añadido un poco de aroma, y un toque salado que nos gusta en los caramelos, pero vosotros podéis hacerla más sencilla, con azúcar y azúcar invertido.
  • El azúcar invertido y el sirope de maíz evitan la cristalización del azúcar por lo que siempre es muy recomendable añadirlo a cualquier tipo de caramelos. También ayuda a obtener un caramelo cristalino y transparente.

Raúl

La cocina y la fotografía han sido, desde que era muy pequeño, dos de mis grandes pasiones. Disfrutaba en casa destapando las cazuelas en las que hervían los guisos y, apenas con seis años de edad, empecé a saborear la primera cámara que mis padres me regalaron por Navidades. Había que estudiar algo "respetable" y "serio", y mis primeros estudios se encaminaron a cursar la carrera de arquitectura. Ya con el título en la mano, y después de trabajar durante un tiempo en arquitectura -y con la familia contenta-, decidí aprender cocina y fotografía en profundidad. Aprendí de grandes maestros en ambos campos y todavía sigo haciéndolo. En la actualidad mezclo recetas, técnicas e historias de cocina con fotografía en El Oso con Botas.