Trufas de chocolate blanco
Lo sé, muchos estaréis torciendo el morro después de leer trufas de chocolate blanco y limón porque no os gusta el chocolate blanco. Pues os digo que el añadido del limón le quita el empalago al chocolate blanco y el conjunto está riquísimo. Dadles una oportunidad a estas truficas.
Las trufas de cualquier clase se preparan con ganache de chocolate, una mezcla fundamentalmente de chocolate fondant y nata líquida que adopta una consistencia blanda, suave y perfecta para preparar estos ricos bocados. El acabado puede ir de un sencillo espolvoreo de coco o frutillos secos picados como hemos hecho aquí, hasta un baño de chocolate.
Estas trufas de chocolate blanco y limón son facilísimas de hacer y quedan muy vistosas. La receta está inspirada en la de este blog. Y si queréis prepararlas para regalar en estas próximas fiestas de Navidad, envasadas en una preciosa bolsa de papel con motivos navideños, quedan de auténtico lujo, ¿no os parece?
Trufas de chocolate blanco y limón
Ingredientes para 24 trufas:
- 250 g de chocolate blanco de cobertura
- 70 g de nata líquida para montar (mínimo 35% de grasa)
- Ralladura de un limón
- Una cdta. de extracto de limón (facultativo)
- Coco rallado
- Granillo de almendra
Elaboración:
- Como el chocolate blanco precisa menos nata líquida para conseguir la misma consistencia que con chocolate negro, el calor de la nata hirviendo no es suficiente para derretir el chocolate, como hacemos en las trufas de chocolate negro, y tenemos que derretirlo al menos parcialmente antes de añadir la nata.
- Rallamos la piel de un limón con un rallador y la recogemos en un bol.
- Derretimos un poco el chocolate en el microondas o al baño maría. Por otro lado, llevamos la nata a ebullición bien en un cazo, bien en el microondas.
- Vertemos la nata sobre el chocolate y mezclamos bien con unas varillas, hasta que obtengamos una mezcla homogénea.
- Agregamos la piel de limón rallada previamente (y el extracto, si lo usamos) y mezclamos.
- Preparamos algún molde o recipiente bajito, forrándolo con plástico, para solidificar la ganache de chocolate blanco. En el caso del molde que he usado, como es demasiado grande para la cantidad de ganache, uso un pedazo de papel aluminio hecho un burruño para hacer una pared, acortar la capacidad y usar solo más o menos la mitad del molde.
- Vertemos la ganache, la tapamos con el plástico sobrante y dejamos que se solidifique del todo. Si no es verano normalmente no hace falta meterla en la nevera.
- Una vez sólida la ganache la sacamos del molde y la ponemos sobre una tabla. Para manipular la ganache es mejor ponerse guantes, porque así derretimos menos la ganache con el calor de la mano.
- Con un cuchillo afilado cortamos seis tiras a lo ancho y cada tira en cuatro cuadritos con los que modelaremos las trufas.
- Modelamos las trufas en redondo rodándolas entre las manos y las rebozamos en granillo de almendra y en coco rallado. El coco se adhiere muy bien, pero para que el granillo de almendra se pegue hay que apretar un poco, para que se incruste bien y no se caiga.
- Y ya las tenemos. Las guardamos en un recipiente hermético y las conservamos en la nevera.
Las trufas de chocolate y limón se conservan bastante bien en un recipiente hermético y en la nevera, hasta una semana. Veis que se pueden preparar con cierta antelación, por lo que son perfectas para regalar en Navidad, y además son de esos bocados que se deshacen en la boca, y se comen sin sentir… el que avisa no es traidor.