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Semifrío de turrón de Jijona


Semifrío de turrón de Jijona

Este semifrío de turrón de Jijona es un postre que estas Navidades os dejará con la boca abierta por su suavidad y donosura. Tiene un delicioso sabor a turrón de Jijona, o turrón del blando como se conocía en mi casa, pero al mismo tiempo resulta suave y poco empachoso.

Los semifríos se llaman así porque a pesar de estar helados dan una sensación en boca de menos frío que un helado convencional. No es necesario mantecarlos al mismo tiempo que se congelan porque en la preparación se introducen muchísimas microburbujas que impiden la formación de cristales de hielo y que les dan una gran suavidad. A lo que contribuye no poco la gran cantidad de grasa que llevan, ejem.

No vamos a negar que este postre es un poco laborioso, porque lleva un sabayón, un merengue suizo y nata montada. Es decir, que hay que montar tres preparaciones, una detrás de otra. Pero aunque dé algo de trabajo, tened en cuenta que se puede preparar con una antelación de una semana. Y para conseguir esta forma tan bonita que permite decorarlo con frutas por encima cómodamente, por ejemplo, tenéis este molde de plástico semiflexible de la tienda. Si es que no os podéis quejar.

Esta receta sí que requiere de forma imprescindible una buena mise en place, es decir, dejar a mano todos los ingredientes medidos y todos los utensilios necesarios, así como un mínimo de planificación puesto que desde el momento en que se acaba de preparar el sabayón hasta finalizar la receta no puede pasar demasiado tiempo para que no se bajen ni el sabayón ni el merengue ni la nata montada. Y os recomiendo que os leáis bien la receta antes de empezar.

Semifrío de turrón de Jijona

Ingredientes:

  • 375 ml de nata líquida para montar (mínimo 35% de grasa)
  • Una cda. colmada de leche en polvo o de azúcar glas
  • Seis yemas de huevos grandes a temperatura ambiente
  • 150 g de azúcar blanquilla
  • 300 g de turrón de Jijona
  • 150 ml de nata líquida
  • Tres claras de huevo grandes a temperatura ambiente
  • 3/4 cdta. de cremor tártaro
  • Un pizco de sal

Elaboración:

  • Separamos las claras de las yemas de los huevos. Ponemos las seis yemas en un bol apto para poner al baño maría, pues prepararemos después el sabayón con él, e igualmente haremos con las tres claras necesarias para posteriormente hacer el merengue suizo.
  • Agregamos a las claras la mitad del azúcar, 75 gramos, y el cremor tártaro. Batimos un poco y reservamos para más tarde.

semifrio turron

  • Montamos los 375 ml de nata en el bol de un robot o con unas varillas eléctricas; deberá estar bien fría. Cuando esté casi a punto de estar lista añadiremos la cucharada de leche en polvo o de azúcar glas, para estabilizarla. Es mejor no montarla del todo, mejor que quede un poco fluida porque se mezcla mejor después. La metemos en la nevera hasta el momento de usarla.
  • En el vaso de una batidora ponemos el turrón de Jijona, le añadimos los 150 ml de nata líquida y batimos hasta obtener una crema de turrón. Reservamos.

semifrio turron

  • En un cazo ponemos un dedo de agua y la llevamos a ebullición. Colocamos encima el bol con las yemas, a las que habremos agregado el resto del azúcar en el último momento (ojo, no añadamos el azúcar y lo dejemos sin tocar, porque cuaja las yemas). El bol no debe tocar el agua en ningún momento.
  • Batimos a velocidad alta con unas varillas eléctricas, hasta que la mezcla esponje y blanquee. Cuando las varillas claramente dejen surcos en la mezcla significa que el sabayón está listo; hay que llegar claramente a este punto porque el sabayón es muy delicado y se baja enseguida, así que se debe montar a la perfección. Retiramos del fuego.

semifrio turron

  • Añadimos inmediatamente la crema de turrón reservada al sabayón y con una espátula mezclamos con movimientos suaves y envolventes. De esta manera el sabayón se estabiliza bastante.
  • A continuación, preparamos el merengue suizo. Volvemos a poner en funcionamiento el baño maría, ponemos encima el bol con las claras y el azúcar, y removemos las claras con unas varillas hasta que alcancen unos 60ºC y el azúcar se haya disuelto por completo. Os aconsejo que uséis un termómetro de cocina. Hay que remover bien para evitar que se nos cuaje clara en las paredes.

semifrio turron

  • Retiramos el bol del fuego y batimos con varillas eléctricas o con un robot a velocidad alta, hasta que el merengue se haya enfriado a la temperatura ambiente. Entonces vertemos la mezcla preparada anteriormente sobre el merengue y mezclamos de nuevo con delicadeza.
  • Por último, agregamos la nata montada y volvemos a mezclar. Con rapidez pasamos la mezcla a un molde para semifrío, para poder desmoldarlo con comodidad. La mezcla debe tener el aspecto de la foto inferior, esponjosa y densa. Alisamos la superficie con una espátula a ras del molde y metemos el molde en el congelador toda una noche.

semifrio turron

  • Al día siguiente sacamos el molde y lo sumergimos unos 8-10 segundos en agua tibia. Forzamos un poco hacia fuera las paredes del molde para despegarlo del semifrío y lo invertimos sobre una fuente. Estos moldes de plástico ligero son muy cómodos de manipular y desmoldar, el postre sale sin apenas esfuerzo, aunque hay que guiarlo para que salga perpendicular al molde, podéis introducir una lengua de silicona por uno de los extremos para ayudar a que salga.
  • Como el semifrío se derrite ligeramente en la superficie para desmoldarlo podemos alisar las irregularidades sencillamente pasando un dedo limpio con cuidado. Pero para disimular irregularidades perfectamente y darle al semifrío un acabado profesional también podemos usar uno de nuestros sprays efecto terciopelo, especiales para semifríos.

semifrio turron

¿Qué os ha parecido? Es un postre que queda muy elegante, con una consistencia suavísima, un sabor fantástico, y que hace honor a su nombre de semifrío pues el frío apenas molesta en la boca. Por eso en tiempo frío apetece mucho más que un helado. Con este semifrío de turrón de Jijona podréis triunfar estas Navidades.

Miriam

Traductora de inglés a español y química durante 15 años en una vida anterior. Vivo en un pueblecito cerca de Madrid, Galapagar, y trabajo en casa; soy una gran afortunada. Tengo pareja y dos niños con poca sensibilidad gastronómica. De momento. Pero por lo que estoy aquí es por mi afición a la cocina en general y a la repostería en particular, que me viene de familia, de mi madre y de mi abuela paterna. Y esta afición me ha llevado, además de a tener un blog de cocina con el que me lo paso pera, El invitado de invierno, a impartir algún que otro curso de cocina en la escuela de Madrid La Cocina de Babette.