Bizcocho de almendra con mascarpone y fresas
Este bizcocho de almendra con mascarpone y fresas parece que ya anuncia la primavera, con sus colores y su sabor. O a mí me lo parece. Tiene todo para gustar: el sabor de la almendra y una consistencia distinta que le da la harina de maíz.
La gran cantidad de almendra que lleva le da un sabor y una consistencia que recuerdan a la tradicional tarta de Santiago gallega, pero con un toque distinto por la harina de maíz. El resultado es húmedo y suculento.
La receta está inspirada en esta de Food&Wine, que nos pareció una buena oportunidad para usar fresas, que con este invierno loco se diría que ya están de temporada. Este rico bizcocho se puede hacer en los moldes desmontables que tenemos en la tienda y presentarlo en uno de nuestros bonitos stands para tartas.
Bizcocho de almendra con mascarpone y fresas
Ingredientes:
Bizcocho
- 280 g de almendras crudas
- 40 g de harina de repostería
- Una cdta. de levadura química
- 1/2 cdta. de sal
- 140 g de mantequilla ablandada
- 190 g de azúcar
- Una cdta. de extracto de vainilla
- Tres huevos a temperatura ambiente
- Una cdta. de zumo de limón
- 170 g de harina de maíz *
* Mucho ojo, esto es harina de maíz, de color amarillo, no almidón de maíz como la maicena.
Cobertura
- 180 ml de nata líquida para montar
- 150 g de queso mascarpone
- Tres cdas. de azúcar glas
- 250 g de fresas
Elaboración:
- Lo primero que haremos es tostar las almendras para triturarlas después. Las extendemos en una bandeja de horno y las tostamos cinco minutos en el horno precalentado a 180ºC. Las dejamos enfriar por completo y solo entonces las trituramos. Les agregamos la harina de maíz y mezclamos. Reservamos.
- Pesamos la harina de repostería con la levadura química y las pasamos por un tamiz. Agregamos la sal y reservamos.
- En un bol para batidora ponemos la mantequilla ablandada, el azúcar y el extracto de vainilla. Batimos la mezcla a velocidad alta, con robot o varillas eléctricas, hasta que esponje y blanquee.
- Agregamos los huevos y el zumo de limón pasado por un colador, y batimos para homogeneizar. La mezcla adoptará un aspecto como cortado; no pasa nada, es normal.
- Añadimos la harina tamizada y mezclamos suavemente con una espátula, con movimientos envolventes.
- Seguidamente añadimos la mezcla de almendra y harina de maíz, otra vez removiendo con delicadeza. Obtendremos una mezcla terrosa.
- Preparamos un molde desmontable de unos 22 cm, forrando la base con papel de hornear y engrasando y enharinando las paredes. Vertemos la mezcla y alisamos un poco la superficie con la espátula.
- Cocemos el bizcocho en el horno a 180ºC (sin aire) durante 50 minutos. Lo sacamos y dejamos enfriar sin desmoldar.
- Para preparar la cobertura, montamos la nata fría hasta que haga picos suaves. Añadimos entonces el queso mascarpone y el azúcar glas, y batimos un poco más hasta obtener una crema densa y homogénea.
- Cubrimos el bizcocho con la crema ayudándonos con una espátula y adornamos la crema con las fresas limpias y cortadas al tamaño que más nos guste. Si no lo vamos a consumir en el momento, lo tapamos con un plástico y lo metemos en la nevera, porque la crema se reseca y las fresas se ajan.
Un consejo: podemos preparar el bizcocho con antelación, este tipo de bizcocho además aguanta bien la congelación, pero como he comentado, conviene aplicar la cobertura en el último momento para que llegue a los comensales en todo su esplendor calórico, ejem.
Cómo apetece servir dulces menos pesados que los típicos de invierno y que ya parece que nos anuncian la primavera, ¿no os parece? Los dulces con frutas como este bizcocho de almendra con mascarpone y fresas se sienten más ligeros aunque quizá no lo sean… pero fingiremos que lo son.