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Galletas Petit Écolier para San Valentín


Galletas Petit Écolier para San Valentín


Qué bonicas son estas galletas Petit Écolier de San Valentín. Si pudiera pondría emoticonos de corazoncitos. Es que las galletas Petit Écolier son lindas y apetecibles de cualquier manera, así que nos vienen que ni pintadas para las próximas y edulcoradas festividades de San Valentín. Vuestro tortolito/a os querrá mucho más.

Estas galletas de San Valentín no son especialmente difíciles, solamente las placas de chocolate que las cubren requieren un poco de esmero y paciencia. Pero como los lectores de este blog ya sois expertos en manejar y atemperar chocolate gracias a nuestro magnifiquérrimo artículo sobre el atemperado, pues esto es coser y cantar para vosotros. Que sí, hombre.

La receta que hemos usado procede del recetario que acompaña al kit para hacer las galletas de Silikomart y que podéis encontrar en nuestra tienda, aquí. Con este kit os quedarán unas galletas perfectas y además el recetario viene con muchas recetas tanto dulces como saladas. Para no perdérselo.

Galletas Petit Écolier para San Valentín

Ingredientes:

Galletas (salen unas 35)

Placas de chocolate

Elaboración:

  • Para hacer las galletas separamos las yemas en primer lugar y las pesamos. 90 g de  yemas corresponden aproximadamente a cinco yemas de huevos medianos, pero como lo normal es que no consigáis exactamente 90 g, si obtenéis un peso distinto conviene prorratear el resto de los ingredientes con una regla de tres para que la masa nos salga con una consistencia perfecta; es decir: Para calcular cualquier ingrediente para otro peso de yemas distinto de 90 g, por ejemplo 80 g, haremos la siguiente regla de tres: si para 90 g de yemas necesito 500 g de harina, para 80 g necesitaré 500 x (80/90) = 444 g. Y así sucesivamente con todos los ingredientes.

galletas petit ecolier san valentin

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  • Agregamos las  yemas ligeramente batidas y mezclamos bien. Si lo hacemos en robot, usaremos la pala.
  • Añadimos a continuación la mezcla de harina y batimos hasta que la mezcla se amalgame y forme una bola. Si le cuesta cohesionar podemos añadir algo de harina, pero en pequeña cantidad.

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  • Volcamos la masa sobre la encimera enharinada o sobre un tapete, le ponemos un plástico por encima y la aplanamos en forma rectangular con un rodillo; no hace falta que quede fina. La envolvemos bien y la pasamos a la nevera para que repose por lo menos dos horas.

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  • Sacamos la masa de la nevera y dejamos que se temple 10 minutos para que no se agriete al estirarla. La cortamos en dos porciones y mantenemos una de ellas tapada mientras estiramos la otra porción con el rodillo hasta unos 5-6 mm de grosor. Si usamos un rodillo graduado es muy fácil.
  • Cortamos las galletas con el sello de corazón, apretando bien para que se marque el relieve, y las vamos poniendo en una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Procedemos de igual manera con la porción de masa reservada. Los recortes se pueden volver a amasar ligeramente y estirar, no se deforman en la cocción.
  • Cocemos las galletas por tandas en el horno a 175 ºC unos 12-15 minutos, hasta que estén doraditas por los bordes. Las sacamos a enfriar sobre rejilla

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    • Cuando tengamos todas las galletas preparada elaboramos las placas de chocolate. Derretimos el chocolate, negrocon leche o blanco como prefiramos, en el microondas o al baño maría (sin que el agua toque el bol), como más nos guste, junto con la manteca de cacao. Para atemperar el chocolate correctamente os recomendamos que leáis nuestro artículo sobre cómo atemperar chocolate
    • Una vez que tenemos el chocolate a la temperatura idónea lo metemos en un biberón de plástico para poder rellenar correctamente los detalles externos del molde de las placas. No es imprescindible usar el biberón, pero así nos aseguramos de que no queden burbujas en los detalles más intrincados.

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  • Colocamos el molde de las placas en una bandeja y rellenamos con cuidado. Una vez rellenos los seis huecos pasamos una rasqueta recta o algún utensilio similar para nivelar la superficie y eliminar el sobrante del chocolate. Dejamos caer un par de veces la bandeja sobre la encimera, desde poca altura, para eliminar burbujas de aire.
  • Metemos el molde en la nevera 10-15 minutos, con eso basta para que se solidifiquen las placas. El chocolate sobrante lo podemos recoger y volver a derretirlo. Al cabo de ese tiempo despegamos las placas, las mantenemos en la nevera sobre una bandeja o plato hasta el momento de usarlas (sin apilar) y volvemos a rellenar el molde para seguir formando placas. Las rebabas que puedan quedar en las placas se pueden eliminar frotando el borde inferior con un dedo, con precaución, o pasando una espátula metálica calentada un poco en agua caliente (bien secada previamente). Os aconsejamos que uséis en todo momento unos guantes de plástico para manipular las placas y no dejar huellas.

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  • Volvemos a derretir chocolate, esta vez no hace falta tener mucho cuidado con las temperaturas, y ponemos un pegotito en el envés de cada galleta. Sacamos las placas de la nevera y las vamos colocando sobre las galletas, centrándolas perfectamente.
  • Devolvemos las galletas a la nevera; podemos apilarlas unas sobre otras, siempre que estén bien niveladas. Y listo.

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No se puede negar que estas galletas Petit Écolier de San Valentín quedan remonísimas. Si las guardamos para regalar en bonitas bolsas o en cajas metálicas quedaremos como señores o señoras. Y la combinación de una buena galleta de mantequilla con un excelente chocolate sabemos que es perfecta, para empezar a comer y no parar. Así que regaládselas a alguien que os quiera de verdad.

Miriam

Traductora de inglés a español y química durante 15 años en una vida anterior. Vivo en un pueblecito cerca de Madrid, Galapagar, y trabajo en casa; soy una gran afortunada. Tengo pareja y dos niños con poca sensibilidad gastronómica. De momento. Pero por lo que estoy aquí es por mi afición a la cocina en general y a la repostería en particular, que me viene de familia, de mi madre y de mi abuela paterna. Y esta afición me ha llevado, además de a tener un blog de cocina con el que me lo paso pera, El invitado de invierno, a impartir algún que otro curso de cocina en la escuela de Madrid La Cocina de Babette.