Esta tarta ajedrez de vainilla y frambuesa no sabemos si es muy primaveral, pero nos ha quedado bien bonita. La masa de frambuesa la hemos hecho añadiendo frambuesa liofilizada triturada, ¿a qué es buena idea?

En este artículo os damos una receta adecuada para usar con los moldes de tarta ajedrez de Wilton que tenemos en la tienda. Para que la separación de colores de las dos masas funcione bien y no se mezclen en la cocción, la masa utilizada debe ser bastante firme en crudo para que mantenga su forma mientras se calienta y se expande.

Por ello hemos usado la masa de muffins que publicamos recientemente, que es suficientemente firme en crudo como para que no se mezclen los colores. En general, os aconsejamos usar masa de panes rápidos o muffins, que no llevan claras ni huevos montados. Las masas tipo magdalena, con claras o huevos montados, suelen ser demasiado fluidas y blanditas.

No os vamos a mentir: esta tarta es complicada de hacer; ambas masas tienen que tener una consistencia parecida y los anillos hay que rellenarlos a un nivel muy parejo, por lo que no es una tarta indicada para principiantes, ni se presta fácilmente a adaptarla con cualquier masa de bizcocho que nos guste.

Hemos hecho la tarta de dos pisos, utilizando solo dos moldes de los tres que trae el kit de tarta de ajedrez, pero también os damos las cantidades para tres pisos. Si queréis ver una tarta con los tres pisos, la tenéis en este artículo sobre cómo hacer las tartas ajedrez. Para cubrirla hemos puesto un delicioso buttercream de vainilla, de manera que la sorpresa al abrir la tarta es total.

Tarta ajedrez de vainilla y frambuesa

Ingredientes para una tarta de dos pisos:

Masa de frambuesa

• 290 g de harina de repostería
• 25 g de frambuesa liofilizada triturada
• Dos cdtas. de levadura química
• 50 g de mantequilla fría
• 80 g de azúcar
• 1/4 cdta. de sal
• Dos huevos
• 225 ml de leche entera

Masa de vainilla

• 300 g de harina de repostería
• Dos cdtas. de levadura química
• 50 g de mantequilla fría
• 80 g de azúcar
• 1/4 cdta. de sal
• Dos huevos
• 225 ml de leche entera
• Una cdta. de extracto de vainilla

Buttercream de vainilla

• 950 g de mantequilla ablandada
• 1000 g de azúcar glas
• Dos cdtas. de extracto de vainilla

Para tres pisos de tarta:
Masa de frambuesa

• 480 g de harina de repostería
• 40 g de frambuesa liofilizada triturada
• Tres cdtas. de levadura química
• 85 g de mantequilla fría
• 135 g de azúcar
• 1/2 cdta. de sal
• Tres y medio huevos
• 375 ml de leche entera

Masa de vainilla

• 400 g de harina de repostería
• 2 1/3 cdtas. de levadura química
• 65 g de mantequilla fría
• 105 g de azúcar
• 1/3 cdta. de sal
• Dos y medio huevos
• 300 ml de leche entera
• Una cdta. de extracto de vainilla

Buttercream de vainilla

• 500 g de mantequilla ablandada
• 530 g de azúcar glas
• Una cdta. de extracto de vainilla

Elaboración:

• En primer lugar, preparamos ambas masas, de vainilla y de frambuesa, en paralelo. Pasamos por el tamiz la harina de repostería con la levadura química en sendos boles de trabajo y frotamos la mantequilla fría con las yemas de los dedos en la harina, hasta obtener una mezcla arenosa (se puede hacer con un robot de cocina, pulsando varias veces).
• En un molinillo de café o trituradora, trituramos la frambuesa liofilizada hasta reducirla a polvo. Truco: el molinillo de café hay que limpiarlo previamente para que la frambuesa no nos sepa a café; para ello podemos triturar antes un buen puñado de arroz, que desecharemos. Los residuos del café los arrastrará el arroz y este es muy insípido, por lo que podemos triturar después la frambuesa tranquilamente.

• En sendos boles de trabajo hacemos la mezcla de los líquidos: los huevos, la leche y el azúcar, la sal y, en el caso de la masa de vainilla, el extracto de vainilla.
• Mezclamos en cada caso los sólidos con los líquidos ayudándonos con una espátula e introducimos cada masa en una manga pastelera con boquilla ancha.
• Engrasamos y enharinamos dos moldes del juego de moldes para tarta ajedrez. El antiadherente de estos moldes es excelente y se pueden usar sin engrasar, pero yo soy un poco angustias y prefiero asegurarme.

• Engrasamos con algo de aceite neutro el separador de las capas, frotándolo bien con los dedos para que luego se pueda levantar perfectamente una vez escudilladas las masas. Lo colocamos sobre el primer molde.
• Distribuimos la masa en el primer molde y levantamos con cuidado el separador. Lo limpiamos con un papel de cocina y lo volvemos a engrasar. Lo colocamos en el segundo molde y lo rellenamos, cuidando de alternar las masas entre ambos moldes para que se forme el ajedrezado, es decir, que la masa que en un molde va en el anillo central, en el segundo molde debe ir fuera y en el centro. Hay que esmerarse para que la altura de las masas en todos los anillos sea lo más pareja posible.

• Una vez formados los dos bizcochos de colores, los cocemos 25-30 minutos en el horno precalentado a 180ºC, con calor arriba y abajo.
• Cuando estén cocidos los sacamos, los desmoldamos con cuidado de no quemarnos y los dejamos enfriar sobre rejilla.
• Si nos ha salido algo de joroba (es lo habitual), cortaremos el sobrante con una lira o un cuchillo grande para dejar los bizcochos lisos. Os aconsejo que antes de montar la tarta veáis este vídeo de mi compañera Pamela en el que nos cuenta con gran claridad cómo igualar los bizcochos, cómo fijarlos sobre el portatartas, cómo nivelarlos e incluso cómo aplicar la cobertura lateral y superior para que queden perfectas.
• Resulta muy útil disponer de un círculo de cartón para tartas para colocarlo encima del bizcocho y enrasar los laterales. Esta vez no disponía de uno de medida adecuada, pero os lo recomiendo.

• Cuando tengamos los bizcochos fríos y todo preparado para montar la tarta, preparamos el buttercream de vainilla. Colocamos todos los ingredientes en un bol y con un robot con pala o con unas varillas eléctricas, batimos la mezcla hasta que esté esponjada y blanquecina. Podéis ver cómo se prepara en nuestro artículo sobre cómo hacer buttercream.
• Colocamos el bizcocho base sobre un stand giratorio, aplicando primero algo de buttercream con una espátula acodada para fijarlo. Igualmente colocamos unas tiras de papel de hornear entre la tarta y el stand para evitar mancharlo. Aplicamos una capa de buttercream de relleno, no demasiado gruesa.
• Colocamos encima el segundo bizcocho y apretamos ligeramente para que se distribuya el relleno entre ambos bizcochos y acabe sobresaliendo. Podemos usar una pala para tartas para aplicar la presión de manera uniforme, como se ve en nuestro artículo de la mona de Pascua de yema.

• Una vez bien colocados y nivelados ambos bizcochos, aplicaremos la capa recogemigas del buttercream, lo justo para cubrir el bizcocho y que luego no arrastremos migas al aplicar la capa definitiva, que puedan quedar visibles. Una vez aplicada esta capa debemos meter la tarta en la nevera para que se ponga firme, por lo menos una hora.

• Una vez firme la primera capa de buttercream, aplicaremos la capa superficial por los laterales y la parte superior, intentando dejarla lo más lisa posible (os vuelvo a recordar el vídeo anteriormente citado); nos ayudaremos con un alisador. Si vamos a hacer alguna decoración con boquilla, como la que hemos hecho encima de la tarta, deberemos dejar solidificar ligeramente el buttercream de nuevo en la nevera.
• Para la decoración sencilla de piquitos he usado una boquilla Wilton rizada y una manga de plástico desechable. Una vez hecha la decoración, devolvemos la tarta a la nevera hasta el momento de servirla. Cuando toda la cobertura esté bien firme, retiraremos los papeles protectores con cuidado.

Las tartas ajedrez tienen a su favor el factor sorpresa. Al sacarlas a la mesa nadie sospecha lo que hay dentro y al abrirlas merece la pena ver la cara de los comensales. Y si además llevan deliciosos sabores como esta tarta ajedrez de vainilla y frambuesa, el éxito está asegurado.

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