Caracolas de crema paso a paso
Estas caracolas de crema con tan buena pinta recuerdan a los famosos bollos suecos de canela, pero cambiando el relleno por una deliciosa crema pastelera. Por lo demás la elaboración es muy parecida y, aunque sean tan llamativas, el formado no es nada difícil.
La masa base de estas caracolas es una masa abriochada, enriquecida con azúcar y mantequilla, que se aromatiza con naranja y vainilla. La receta procede de este blog, aunque es una masa dulce bastante estándar.
Para cocerlas podemos usar tanto un molde rectangular como uno redondo, o incluso un molde de muffins grandes. Hemos dividido la masa en seis grandes caracolas, pero también se pueden hacer rollitos más pequeños, dividiendo en ocho o en 10, por ejemplo.
Caracolas de crema
Ingredientes:
Crema pastelera
- 250 g de leche entera
- Un huevo
- 50 g de azúcar
- 40 g de maicena
- Una cdta. de extracto de vainilla
Masa de bollería
- 180 g de harina panadera (fuerza media)
- 150 g de harina de fuerza
- 20 g de azúcar
- 5 g de levadura de panadería seca (15 g de levadura fresca)
- 15 g de miel
- 180 g de leche entera
- Una cdta. de extracto de vainilla
- La ralladura de una naranja
- Una pizca de sal
- 40 g de mantequilla a temperatura ambiente
Cobertura
- 70 g de azúcar glas
- Una cdta. de leche
Elaboración:
Crema pastelera
- Preparamos primero la crema para tenerla bien refrigerada a la hora de usarla. Ponemos todos los ingredientes en un cazo de fondo grueso y calentamos suavemente sin parar de remover con varillas para que no se pegue ni se formen grumos.
- Cuando veamos que empieza a espesar retiramos del fuego y mezclamos enérgicamente. Devolvemos al fuego y calentamos hasta que hierva, sin dejar de remover. Es suficiente con que hierva un minuto.
- Tapamos con un plástico que toque la superficie para que no se forme piel y dejamos enfriar por completo.
Masa de bollería
- En un bol ponemos la leche con toda la levadura de panadería y 100 g de la harina panadera. Mezclamos y dejamos que fermente.
- Cuando esté levada y burbujeante la pasamos al bol de un robot o amasadora o a un bol más grande si vamos a amasar a mano.
- Rallamos la piel de la naranja con un rallador y la añadimos. Agregamos entonces el resto de los ingredientes: la harina panadera restante, la harina de fuerza, el extracto de vainilla, la sal, el azúcar y la miel, todo excepto la mantequilla ablandada.
- Amasamos un par de veces, con un reposo intermedio, y agregamos la mantequilla en dos tandas, amasando para integrarla.
- Seguimos amasando y cuando la masa esté fina y elástica hacemos una bola, la ponemos en un recipiente, tapamos y dejamos que fermente hasta doblar el volumen. En este punto podemos meter la masa toda la noche en la nevera, para acabar las caracolas al día siguiente.
- Una vez fermentada la masa la pasamos a la encimera enharinada con una rasqueta. Espolvoreamos otro poco de harina por encima y la extendemos con un rodillo para formar un rectángulo de aproximadamente 40 x 35 cm, intentando que el grosor quede parejo.
- Extendemos la crema pastelera fría con una espátula acodada, dejando un pequeño margen en los bordes sin untar de crema.
- Empezando por el lado más largo, el de 40 cm, enrollamos la masa con la crema dentro, cuidando de no apretarla.
- Podemos mojar un poco con agua el borde final para que quede bien pegado y el rollo no se desbarate.
- Medimos más o menos con un metro la longitud final del rollo y dividimos por seis o por el número de bollitos que queramos. A mí me gusta cortar los rollos como se ve en la foto, con un trozo de cordel que al apretar deforma todo el bollo por igual y el corte queda muy limpio.
- Colocamos las caracolas en un molde a nuestro gusto, en este caso un molde de silicona de 26 cm, equidistantes entre sí y dejamos que fermentar hasta casi doblar.
- Cocemos los bollos en el horno a 200ºC con calor arriba y abajo, a nivel bajo, durante 20-25 minutos o hasta que estén bien doraditos.
- Sacamos los bollos del horno y los dejamos enfriar por lo menos 10 minutos en el molde. Les ponemos una rejilla encima e invertimos el conjunto con unas manoplas de horno y cuidado de no quemarnos. Dejamos enfriar del todo.
Cobertura
- En un bol mezclamos el azúcar glas con la leche hasta que esté homogéneo. Regamos las caracolas con esta cobertura y dejamos secar.
Estas caracolas de crema son suaves y aromáticas, y nada empalagosas. Si os gusta la bollería muy dulce os aconsejo que aumentéis la cantidad de azúcar de la masa, aunque también podéis aumentar la cantidad de glasa de cobertura. Es cuestión de gustos.