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Tarta Brooklyn blackout


Tarta Brooklyn blackout

Hoy os enseñamos a preparar una tarta Brooklyn blackout (tarta apagón de Brooklyn), un clásico de la repostería americana de Nueva York que data de la época de la segunda guerra mundial y que debe su nombre a los continuos apagones que recibía la ciudad en aquella época para evitar bombardeos.

Hay un par de versiones: la primera es un bizcocho de cacao relleno de pudín de chocolate y cubierto con una ganache de chocolate; la segunda, más rápida y menos complicada, rellena y cubre el bizcocho de cacao con un pudín, también de cacao. Nosotros haremos la segunda versión.

Para hacer el bizcocho hemos usado los moldes para layer cake, y para servirla, los platos de Fantasy Bleu y Kaki de Pip Studio, y un stand para tartas. Es una tarta suave, con un delicado sabor a mantequilla y cacao. Una recomendación: usad la mejor mantequilla que encontréis en el mercado.

Tarta Brooklyn blackout

Ingredientes:

Para el relleno y la cobertura:

Para el bizcocho:

Elaboración:

Para el relleno y la cobertura:

  • En la víspera, echamos en un cazo los 370 mililitros de agua, el azúcar, el sirope de maíz, la vainilla y el cacao, y llevamos a ebullición.
  • Aparte disolvemos la maicena en los 60 mililitros de agua y añadimos la mezcla al cazo mientras batimos con unas varillas.

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  • Continuamos la cocción y vamos batiendo hasta que haya espesado.
  • Retiramos del fuego, añadimos la mantequilla y mezclamos con una cuchara de madera. Cubrimos toda la superficie con papel film y dejamos enfriar antes de meterlo en la nevera. Lo dejamos refrigerado toda la noche.

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Para el bizcocho:

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  • Batimos la mantequilla y el azúcar en un robot de cocina, incorporamos el huevo y la vainilla, y continuamos batiendo hasta blanquear.
  • Añadimos la leche y la mitad de la harina, mezclamos bien y echamos las otras dos mitades.

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  • Dividimos la masa en los cuatro moldes y horneamos durante 15 minutos, o hasta que la punta de un termómetro para bizcochos se ponga roja.
  • Retiramos del horno, dejamos reposar 15 minutos, desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

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Para montar la tarta:

  • Montamos una tarta de tres capas de bizcocho poniendo un cuarto del pudín de chocolate entre capa y capa. Será necesario cortar la panza de los bizcochos para nivelar las capas antes de montar la tarta.
  • Con los dos cuartos de pudin que sobran cubrimos la superficie y los bordes de la tarta con ayuda de una espátula.

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  • Con la capa de bizcocho que nos sobra hacemos migas para cubrir la superficie y los bordes de la tarta.
  • Pasamos nuestra tarta al stand para tartas con ayuda de un elevador y servimos, o la guardamos en la nevera hasta el momento de llevarla a la mesa.

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Con esta tarta Brooklyn blackout iremos despidiéndonos un poco del horno porque pronto llegan postres refrescantes, y muy ricos, para pasar más a gusto las altas temperaturas que se acercan… ¡Que la disfrutéis!

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Algunos consejos útiles:

  • Podéis hacer solo un bizcocho en un molde de 15 centímetros de diámetro y cuando esté frío cortarlo en cuatro capas con una lira. Vais a desperdiciar menos bizcocho al no tener que cortar cuatro barrigas.
  • Lastimosamente, según cuentan los historiadores, la pastelería creadora de esta rica tarta (Ebinger Baking Company) cerró sus puertas en 1972 y la receta original nunca vio la luz al público, por lo que nos hemos basado en la receta de The Tart Tart aunque cambiando un poco las cantidades.
  • Si queréis un relleno y una cobertura más enriquecida podéis sustituir el agua por leche, el color no será tan negro, pero habréis ganado en calidad de sabor.
  • El sirope de maíz se puede substituir por miel o azúcar invertido, siempre en las mismas proporciones.

Raúl

La cocina y la fotografía han sido, desde que era muy pequeño, dos de mis grandes pasiones. Disfrutaba en casa destapando las cazuelas en las que hervían los guisos y, apenas con seis años de edad, empecé a saborear la primera cámara que mis padres me regalaron por Navidades. Había que estudiar algo "respetable" y "serio", y mis primeros estudios se encaminaron a cursar la carrera de arquitectura. Ya con el título en la mano, y después de trabajar durante un tiempo en arquitectura -y con la familia contenta-, decidí aprender cocina y fotografía en profundidad. Aprendí de grandes maestros en ambos campos y todavía sigo haciéndolo. En la actualidad mezclo recetas, técnicas e historias de cocina con fotografía en El Oso con Botas.