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Trufas veganas de dátiles


Trufas veganas de dátiles

Trufas veganas de dátiles… ¿os suena raro? Pues no debería, porque la comida vegana y crudivegana ha llegado para quedarse. Y además estas trufas son tan naturales que ni siquiera llevan azúcar…

Para prepararlas hemos usado los ingredientes de magnífica calidad de nuestra gama de superalimentos, en especial unos dátiles medjool absolutamente deliciosos. En este tipo de trufas la consistencia blanda de una ganache se consigue triturando los dátiles, que deben ser de la mejor calidad.

Estas trufas llevan especias que quizá no estamos muy acostumbrados a ver combinadas con el chocolate, pero que dan un toque muy sorprendente y riquísimo. Aunque si no os atrevéis con ellas, no son imprescindibles, se pueden hacer las trufas sin ellas.

Trufas veganas de dátiles

Ingredientes (para 25-30 trufas):

Elaboración:

receta trufas veganas datiles

  • Agregamos las grasas derretidas a los dátiles y trituramos en batidora hasta que se forme una pasta. Puede que quede algún trozo más entero, pero al ser un material tan pastoso no llega triturarse por completo; no importa.

receta trufas veganas datiles

receta trufas veganas datiles

  • Amasamos o seguimos triturando para que se mezclen bien todos los ingredientes. Cuando esté homogénea la masa la pasamos a un plástico y la refrigeramos ligeramente para que se pongan firmes las grasas, bien tapada.

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  • Cuando la masa esté firme formamos bolitas de unos 3 cm, que rodaremos entre las manos. Las vamos pasando a un plato con más cacao en polvo y las rodamos para que se recubran por completo.
  • Las conservamos en un recipiente hermético, bien refrigeradas.

receta trufas veganas datiles

Estas trufas veganas de dátiles son prácticamente barritas energéticas en miniatura, hasta los topes de fibra e ingredientes energéticos. Con esta excusa podemos comerlas cuando vayamos de excursión o después de hacer deporte… no digáis que no os damos ideas.

Miriam

Traductora de inglés a español y química durante 15 años en una vida anterior. Vivo en un pueblecito cerca de Madrid, Galapagar, y trabajo en casa; soy una gran afortunada. Tengo pareja y dos niños con poca sensibilidad gastronómica. De momento. Pero por lo que estoy aquí es por mi afición a la cocina en general y a la repostería en particular, que me viene de familia, de mi madre y de mi abuela paterna. Y esta afición me ha llevado, además de a tener un blog de cocina con el que me lo paso pera, El invitado de invierno, a impartir algún que otro curso de cocina en la escuela de Madrid La Cocina de Babette.