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Receta de crullers paso a paso


Receta de crullers paso a paso

Este mes nos ha dado por la repostería francesa. Hoy traemos unos crullers con glaseado de arce y sal muy fáciles de hacer. Tan solo vais a necesitar una manga pastelera y una boquilla rizada para formarlos.

La base de estas deliciosas rosquillas fritas es una pasta choux que hemos hecho con harina de repostería, leche, huevos y mantequilla, y las hemos frito en aceite de oliva. Una vez fritas las hemos bañado en un glaseado hecho con sirope de arce (maple) mezclado con azúcar glas.

No se equivocó Sarah, del blog The Sugar Hit al proponer estos crullers bañados con sirope de arce. Son perfectos si los servimos con un cremoso café capuchino a la hora del desayuno… Y nosotros así lo hemos hecho usando los platos de postre y las tazas estriadas azules de Ib Laursen.

Crullers con glaseado de arce

Ingredientes (para 8-10 unidades):

Para los crullers:

  • 250 ml de agua o leche
  • 115 g de mantequilla
  • 10 g de azúcar
  • Una pizca de sal
  • 150 g de harina de repostería
  • 4 huevos
  • Aceite para freír

Para el glaseado de arce:

Elaboración:

  • Calentamos el agua o la leche, la mantequilla, el azúcar y la sal en una cazuela hasta que se funda y empiece a hervir.
  • Retiramos del fuego y añadimos la harina de golpe. Mezclamos inmediatamente con una cuchara de madera hasta que tengamos una masa homogénea. Llevamos al fuego otra vez, y cocemos sin dejar de remover durante dos o tres minutos.

Receta crullers con glaseado de arce 3

  • Pasamos la masa al vaso de un robot de cocina, batimos un poco para que se temple y añadimos un huevo mientras continuamos batiendo. Añadimos el segundo huevo cuando se haya absorbido el primero. Terminamos de echar de la misma forma el resto de huevos.
  • Pasamos la masa a una manga pastelera con una boquilla rizada y escudillamos de ocho a 10 crullers, cada uno en un pequeño cuadrado de papel de horno de unos ocho o nueve centímetros de lado.

Receta crullers con glaseado de arce 4

  • Calentamos bastante aceite en una cazuela o en una freidora hasta que un termómetro marque entre 160 y 180º C. y freímos en tandas de no más de dos crullers.
  • Se echan junto con el papel de horno, que se desprenderá fácilmente a los pocos segundos de freírlos. Retirad los papeles de la cazuela con  pinzas. Tardarán en freír de dos a tres minutos por lado aproximadamente.
  • Los retiramos con una espumadera cuando estén dorados y hechos por dentro, y los dejamos reposar sobre una rejilla o sobre papel de cocina para eliminar el exceso de grasa.

Receta crullers con glaseado de arce 5

  • Para hacer el glaseado mezclamos el azúcar glas con el sirope de arce y añadimos el agua cucharada a cucharada hasta obtener la densidad que más nos guste. Nosotros añadimos tres cucharadas.
  • Sumergimos los crullers casi por completo en el glaseado, los dejamos escurrir sobre una rejilla y los espolvoreamos con un poco de sal. ¡Servidlos cuando aún están calientes!

Receta crullers con glaseado de arce 6

¿Os imagináis estos crullers con glaseado de arce recién hechos, calentitos, tiernos y deliciosos a la hora del desayuno? Nosotros sí y os podemos asegurar que los crullers desaparecerán en un momento cuando los llevéis a la mesa. Así que id pensando en duplicar las cantidades.

Receta crullers con glaseado de arce 2

Consejos útiles:

  • La pasta choux original se hace con agua, o con una mezcla a partes iguales de agua y leche, pero hay recetas que la sustituyen por solo leche. La textura de la elaborada con agua suele ser más crujiente aunque la leche le da un color más dorado y apetecible.
  • Podéis congelarlos una vez formados.
  • El sirope de arce lo podéis sustituir por miel o  también podéis sencillamente espolvorear vuestros crullers con azúcar y canela.

Raúl

La cocina y la fotografía han sido, desde que era muy pequeño, dos de mis grandes pasiones. Disfrutaba en casa destapando las cazuelas en las que hervían los guisos y, apenas con seis años de edad, empecé a saborear la primera cámara que mis padres me regalaron por Navidades. Había que estudiar algo "respetable" y "serio", y mis primeros estudios se encaminaron a cursar la carrera de arquitectura. Ya con el título en la mano, y después de trabajar durante un tiempo en arquitectura -y con la familia contenta-, decidí aprender cocina y fotografía en profundidad. Aprendí de grandes maestros en ambos campos y todavía sigo haciéndolo. En la actualidad mezclo recetas, técnicas e historias de cocina con fotografía en El Oso con Botas.