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Layer cake de frambuesa y limón


Layer cake de frambuesa y limón

Esta vez os traemos un layer cake de frambuesa y limón que puede ser una estupenda tarta para celebrar el Día de la Madre. Es fácil de hacer, no requiere de mucha ciencia y además queda preciosa si la decoramos con flores naturales sin tratar para uso alimentario.

Desde que vimos esta tarta en The Brick Kitchen nos pareció perfecta para celebrar a nuestras madres en su día. Básicamente está hecha con un bizcocho de harina de almendras, huevos, mantequilla, un poco de harina de repostería, y levadura química. Y aromatizado con vainilla y limón.

El relleno y la cobertura es un glaseado tipo buttercream de queso con azúcar glas y mantequilla que quita el hipo, y que va rematado con una ganache rosada hecha con chocolate blanco mezclado con colorante rosa… ¡Una verdadera delicia para los ojos y para el paladar!

Os preguntaréis en qué stand podéis servirla, nosotros lo hemos tenido claro, este stand blanco neutro es el elegido, ya que va a combinar perfectamente con estas servilletas de GreenGate. Desde luego que mamá este año va a disfrutar  su día dulcemente.

Receta de layer cake de frambuesas

Ingredientes:

Para el bizcocho:

Para el glaseado de queso:

Para la ganache rosada:

Para decorar:

  • Rosas y flores no toxicas
  • Pétalos de rosa secos

Elaboración:

Para el bizcocho:

Receta layer cake de frambuesa y limón

  • Blanqueamos la mantequilla con el azúcar en un robot de cocina y añadimos la vainilla, y los huevos uno a uno.
  • Incorporamos la harina, la levadura química, la harina de almendras, la ralladura y el zumo de limón.

Receta layer cake de frambuesa y limón

  • Echamos la mitad de masa en el molde, cubrimos con la mitad de las frambuesas y terminamos cubriendo con el resto de la masa. Ponemos el resto de las frambuesas en la superficie presionándolas un poco y horneamos durante 40 o 50 minutos, o hasta que la punta de un termómetro para bizcochos se ponga roja.
  • Retiramos del horno, dejamos templar 15 minutos, desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla. Repetimos la receta del bizcocho para hacer un segundo bizcocho.

Receta layer cake de frambuesa y limón

Para el glaseado de queso:

  • Blanqueamos la mantequilla, el azúcar glas y la vainilla en el robot de cocina.
  • Echamos el queso crema a cucharadas mientras batimos el glaseado con un batidor flexible a velocidad media. Podemos aromatizarlo con la ralladura de un limón, pero es opcional y lo añadiríamos al final.

Receta layer cake de frambuesa y limón

Para la ganache rosada:

Receta layer cake de frambuesa y limón

Para montar la tarta:

  • Cortamos cada bizcocho en dos capas con ayuda de una lira y las vamos rellenando con el glaseado de queso. Dos o tres cucharadas colmadas serán suficientes por cada capa. Usad un stand giratorio y cada vez que manipuléis una capa de bizcocho utilizad un elevador para tartas. Es un bizcocho delicioso, pero bastante frágil. 
  • Cubrimos los bordes y la superficie con una capa delgada de glaseado para tapar poros y migas, y metemos en el congelador durante 20 minutos.
  • Terminamos de cubrir con otra capa de glaseado y volvemos a congelar 20 minutos. Alisamos y cubrimos la superficie con la ganache rosada procurando que caigan chorretones por los bordes. Guardamos en la nevera hasta cuando la vayamos a servir.

Receta layer cake de frambuesa y limón

  • Antes de servirla la decoramos con las rosas y las flores naturales que hayamos elegido. Recordad que no podemos usar cualquier flor, algunas son preciosísimas, pero pueden llegar a ser tóxicas como las hortensias, los claveles o los bellos ranúnculos.
  • Finalmente pasamos la tarta con mucho cuidado al stand  con ayuda de un elevador.

Receta layer cake de frambuesa y limón

Con este layer cake de frambuesa y limón os deseamos a todas un dulce y feliz Día de la Madre, y que tengáis muchos, pero muchos regalos que abrir y deliciosas tartas, como esta, para disfrutar en familia.

Receta layer cake de frambuesa y limón

Raúl

La cocina y la fotografía han sido, desde que era muy pequeño, dos de mis grandes pasiones. Disfrutaba en casa destapando las cazuelas en las que hervían los guisos y, apenas con seis años de edad, empecé a saborear la primera cámara que mis padres me regalaron por Navidades. Había que estudiar algo "respetable" y "serio", y mis primeros estudios se encaminaron a cursar la carrera de arquitectura. Ya con el título en la mano, y después de trabajar durante un tiempo en arquitectura -y con la familia contenta-, decidí aprender cocina y fotografía en profundidad. Aprendí de grandes maestros en ambos campos y todavía sigo haciéndolo. En la actualidad mezclo recetas, técnicas e historias de cocina con fotografía en El Oso con Botas.