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Torrijas de crema pastelera


Torrijas de crema pastelera

Estas torrijas de crema pastelera no pueden faltar en Cuaresma o Semana Santa. La primera vez que las probé fue en la pastelería El Pozo, la más antigua de Madrid. Son un bocado exquisito empapado en almíbar y de un tamaño perfecto.

Para la crema pastelera vamos a usar extracto de vainilla con semillas, pero también podéis hacer una infusión con una vaina de vainilla que le dará un sabor único y auténtico. En cuanto al almíbar, os damos la opción de hacer un almíbar de leche o de agua, o una mezcla de almíbar y leche como se hace en El Pozo.

En cuanto al pan, mis favoritos para esta receta son los bollos suizos, pero podéis usar esta receta de pan para torrija también o una de brioche. Las originales de El Pozo dicen que las hacen con bizcocho. Con eso, unos huevos batidos y un poco de aceite de oliva vais a tener unas torrijas deliciosas…¡Os lo aseguro!

Receta de torrijas de crema pastelera

Ingredientes (para 15 torrijas):

Para la crema pastelera:

Para las torrijas :

  • Pan para torrijas, bollos suizos o brioche
  • 3 huevos batidos
  • Aceite de oliva para freír
  • Canela en polvo y azúcar para decorar (opcional)

Para el almíbar:

  • 1/2 litro de leche o agua
  • 175 g de azúcar
  • Una rama de canela
  • Corteza de un limón

Elaboración:

Para la crema pastelera:

Receta torrijas de crema pastelera

  • Echamos la leche mientras batimos con las varillas, pasamos por un colador y calentamos sin dejar de remover hasta que haya espesado y ya no haya espuma en la superficie.
  • Retiramos del fuego, la pasamos a un cuenco y cubrimos con papel film toda la superficie. Dejamos enfriar.

Receta torrijas de crema pastelera

Para el pan y  almíbar:

  • En la víspera cortamos el pan en rodajas, lo ponemos en una bandeja y lo dejamos secar hasta el día siguiente.
  • Para hacer el almíbar echamos todos los ingredientes en un cazo y llevamos a ebullición, tapamos y dejamos en infusión por lo menos media hora. Lo mejor sería dejarlo toda una noche.
  • Cuando el almíbar esté frío lo colamos y reservamos.

Receta torrijas de crema pastelera

Para las torrijas de crema:

  • Batimos la crema pastelera en un robot de cocina, o con unas varillas, y la pasamos en una manga pastelera con una boquilla lisa. Cuando la batáis le podéis añadir una cucharada colmada de mantequilla en pomada para tener una crema más cremosa, rica y sedosa.
  • Escudillamos crema pastelera en la mitad de las rodajas de pan.

Receta torrijas de crema pastelera

  • Cubrimos con la otra mitad de rodajas de pan y presionamos un poco para que el relleno se extienda por todo el centro.
  • Pasamos las torrijas por el almíbar y luego por el huevo batido.

Receta torrijas de crema pastelera

  • Freímos inmediatamente en aceite caliente, en tandas de no más de cinco torrijas, hasta que estén doradas.
  • Retiramos con ayuda de una espumadera, las ponemos sobre papel de cocina para absorber el exceso de grasa, y cuando estén templadas las pasamos a una fuente, las rociamos con el almíbar que haya sobrado o las espolvoreamos con azúcar y canela.

Receta torrijas de crema pastelera

¿Qué te han parecido estas torrijas de crema pastelera? En casa suelo hacerlas incluso fuera de temporada con un almíbar más ligero y me gusta servirlas coronadas con una bola de helado de vainilla o chocolate espolvoreado con canela en polvo…¡Un dulce pecado de Cuaresma!

Receta torrijas de crema pastelera

Algunos consejos:

  • Si preferís una crema pastelera más ligera usad fécula de maíz, pero si os gusta la densidad de las cremas pasteleras antiguas usad harina.
  • En El Pozo suelen aromatizar el almíbar con unas gotitas de licor de anís, probadlas así, veréis que buenas están.
  • Si queremos una torrija menos empalagosa podemos omitir rociarlas con el almíbar o el azúcar y solo espolvorearlas con canela.
  • Podéis aromatizar el aceite friendo una rama de canela y la piel de un limón antes de freír las torrijas.

Raúl

La cocina y la fotografía han sido, desde que era muy pequeño, dos de mis grandes pasiones. Disfrutaba en casa destapando las cazuelas en las que hervían los guisos y, apenas con seis años de edad, empecé a saborear la primera cámara que mis padres me regalaron por Navidades. Había que estudiar algo "respetable" y "serio", y mis primeros estudios se encaminaron a cursar la carrera de arquitectura. Ya con el título en la mano, y después de trabajar durante un tiempo en arquitectura -y con la familia contenta-, decidí aprender cocina y fotografía en profundidad. Aprendí de grandes maestros en ambos campos y todavía sigo haciéndolo. En la actualidad mezclo recetas, técnicas e historias de cocina con fotografía en El Oso con Botas.