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M’hanncha marroquí


M’hanncha marroquí

Si todavía no sabéis qué es la m’hanncha marroquí, hoy os lo contamos y también os damos la receta. Esta deliciosa m’hanncha o m’hencha es una de las recetas más importantes de la confitería marroquí y es un verdadero placer para el paladar.

Consiste en uno o varios rollos de masa warka que se juntan y se rellenan con una pasta hecha con almendras puestas en remojo con agua, mantequilla y azúcar, y aromatizada con agua de rosas o agua de azahar. Nosotros hemos agilizado un poco el proceso usando esta harina de almendra.

Como no pretendemos que hagáis un viaje a Marruecos para comprar hojas de masa warka también la hemos sustituido, por masa filo. Otro ingrediente básico en el relleno es la goma almáciga, pero también es un ingrediente difícil de encontrar, por lo que lo hemos dejado como opcional.

La m’hanncha se suele hacer en una sartén con mantequilla clarificada al fuego, pero nosotros, siempre pensando en ser prácticos y facilitaros el trabajo, la hemos horneado en un molde desmontable, y ha quedado crujiente y espectacular, en otras palabras, ¡Un auténtico bocado de los dioses!

Receta de M’hanncha marroquí

Ingredientes:

  • 10 o 12 hojas de masa filo
  • Mantequilla clarificada
  • Un huevo batido
  • ½ cdta. de canela en polvo

Para el relleno:

Para decorar:

  • Pistachos en bastones
  • Almendras en bastones
  • Pétalos de rosa secos (opcional)
  • Miel (opcional)

Elaboración:

  • Calentamos el horno a 175º C. y mezclamos en un cuenco la harina de almendra, el azúcar glas, la goma almáciga (si se usa), el agua de rosas o de azahar, el agua y, por último, la mantequilla. Podemos hacer también una mezcla de los dos tipos de aguas en iguales proporciones, al estilo libanés.
  • Amasamos con las manos, con cuidado, hasta formar una masa homogénea, pero no  demasiado porque se corre el riesgo de extraer el aceite de la almendra, y formamos una bola.

Receta m'hanncha marroquí

  • La dividimos en ocho bolas con el mismo peso y hacemos rollos de un centímetro de diámetro más o menos. Reservamos.
  • Ponemos dos hojas de pasta filo sobre la mesa de trabajo, una seguida de la otra y solapándose un poco entre ellas, y las pincelamos con mantequilla clarificada. Cubrimos con otras dos hojas de pasta filo y volvemos a pincelar con mantequilla.

Receta m'hanncha marroquí

  • Ponemos rollos de almendra en el extremo inferior de las hojas de pasta filo, procurando que queden cinco centímetros sin relleno. 
  • Enrollamos y vamos pincelando con mantequilla hasta terminar de enrollar por completo. Guardamos el rollo envolviéndolo en un paño y repetimos el mismo procedimiento con el resto de hojas de masa filo.

Receta m'hanncha marroquí

  • Ponemos en la mesa de trabajo el molde desmontable de 20 cm de diámetro, con el fondo cubierto con papel de horno y enrollamos con cuidado uno de los rollos. Después, con cuidado, abrimos un poco con los dedos uno de los extremos.
  • Unimos con otro rollo metiéndolo en el extremo que hemos abierto con los dedos. Continuamos enrollando y conectando rollos unos con otros hasta terminar de formar una espiral. Doblamos los dos extremos, el extremo interior y el exterior, y los metemos hacia adentro.

Receta m'hanncha marroquí

  • Batimos en un cuenco el huevo con la canela en polvo, pincelamos toda la superficie de la m’hanncha marroquí con la mezcla y horneamos durante 45 minutos.
  • Retiramos del horno, espolvoreamos con canela en polvo y azúcar glas, y decoramos con pistachos y bastones de almendras fritas en mantequilla. También podemos decorarla con pétalos de rosa secos. 
  • La pasamos con cuidado a un plato con ayuda de un elevador y cuando la vayamos a servir le rociamos con esta cuchara un chorretón de miel encima.

Receta m'hanncha marroquí

Otra versión de esta m’hanncha marroquí sería rociarla, recién salida del horno, con miel y sésamo tostado. Me gusta calentar la miel un poco y añadirle aguas de rosas y de azahar. Una vez que la miel esté a temperatura ambiente rocío la m’hanncha con ella y el sésamo tostado… ¡Deliciosa!, ¿no te parece?

Receta m'hanncha marroquí

Algunos consejos útiles:

  • Para hacer mantequilla clarificada casera de forma rápida tendréis que fundirla y dejarla hervir a fuego muy suave entre 5 y 10 minutos. El suero o agua de la leche se habrá depositado en el fondo y los sólidos lácteos se habrán quedado en la superficie. Retirad con cuidado los sólidos con una cuchara y decantad toda la mantequilla clarificada (la parte amarilla), descartando el agua o suero. La podéis sustituir por ghee.
  • Enrollad las hojas de masa filo por el lado más corto para que la m’hanncha tenga al final más capas crujientes.
  • La m’hanncha se enrolla tradicionalmente del centro hacia afuera, pero a mí siempre me ha resultado más fácil hacerlo al revés y corto lo que me sobra al final quitándole un poco de relleno y lo termino de enrollar en el centro.
  • Procurad que la masa filo sea lo más fresca posible y no esté muy reseca, os facilitará el trabajo y se resquebrará menos a la hora de enroscarla.
  • Cuando saquéis las hojas de masa filo de su bolsa envolvedlas rápidamente en un paño, y mejor si lo rociáis antes con un poco de agua (no mucha porque os puede estropear la masa). Eso os ayudará a mantenerla flexible.
  • La goma almáciga del relleno la podéis sustituir por media cucharadita de canela en polvo.
  • Si tenéis agua de rosas,o agua de azahar, originaria de Medio Oriente echadle dos cucharas al relleno y descartad las cucharadas de agua que aparecen en los ingredientes.
  • Si no os gusta el sabor de la miel podéis hacer un jarabe (qater), tal y como lo hicimos en el post del baklawa, y rociarlo cuando la vayáis a servir.

Raúl

La cocina y la fotografía han sido, desde que era muy pequeño, dos de mis grandes pasiones. Disfrutaba en casa destapando las cazuelas en las que hervían los guisos y, apenas con seis años de edad, empecé a saborear la primera cámara que mis padres me regalaron por Navidades. Había que estudiar algo "respetable" y "serio", y mis primeros estudios se encaminaron a cursar la carrera de arquitectura. Ya con el título en la mano, y después de trabajar durante un tiempo en arquitectura -y con la familia contenta-, decidí aprender cocina y fotografía en profundidad. Aprendí de grandes maestros en ambos campos y todavía sigo haciéndolo. En la actualidad mezclo recetas, técnicas e historias de cocina con fotografía en El Oso con Botas.