Title Image

Polvorones de avellana


Polvorones de avellana

En María Lunarillos sabéis que somos grandes forofos de los dulces tradicionales de Navidad y con estos polvorones de avellana damos una vuelta de tuerca más al tema de polvorones y mantecados. Porque las avellanas dan un sabor fantástico a cualquier dulce, especialmente aparente en estos polvorones con tan pocos ingredientes. No necesitan más.

La receta es una fórmula muy clásica de polvorón con frutos secos, tomada de Webos Fritos, que se hace en un momento si descontamos el ratejo de tostar las avellanas. Pero el sabor es mucho mejor si lo hacemos nosotros en casa; las avellanas tostadas suelen estar requemadas y además se enrancian mucho antes que las crudas. Eso sí, esta operación merece la pena si tenemos una batidora/trituradora potente para triturar la avellana tostada.

Y, por supuesto, recordad que tenemos en nuestra tienda todo lo necesario para que os salgan los polvorones perfectos, desde los cortadores pasando por rodillos con medidas, hasta los preciosos papelillos tradicionales. Venga, que ya estáis tardando.

Polvorones de avellana

Ingredientes (para unos 20 polvorones):

Elaboración:

  • Ponemos el horno a calentar a 130ºC. Extendemos las avellanas crudas en una bandeja de horno y las tostamos por lo menos 20 minutos, aunque lo suyo es ir viendo cómo van; la piel se tuesta y se va desprendiendo.
  • Las sacamos del horno y las frotamos entre los dedos o dentro de un trapo para quitar las pieles. No importa que alguna no se desprenda, no la notaremos apenas. Encuentro que es mejor quedarse corto que pasarse de tostado, aunque esto es muy personal.
  • Cuando las avellanas estén frías las trituramos en una batidora. Reservamos.

receta polvorones avellana

  • Forramos con papel de horno una bandeja, volviendo los bordes hacia arriba, y ponemos la harina de repostería pesada en la báscula. La extendemos y la metemos en el horno a la misma temperatura, 130ºC.
  • La secamos y tostamos por lo menos 30 minutos, hasta que empiece a verse un poco coloreada y al removerla con un tenedor se aprecie mucho más suelta que la harina corriente. Dejamos templar.

receta polvorones avellana

  • Ponemos en un bol grande la harina y la avellana molida, con la manteca ablandada y el azúcar glas. A mano o con un robot con pala mezclamos y trabajamos la masa, con paciencia porque le cuesta cohesionar. Con el robot puede tardar sus buenos dos minutos en cohesionar en una masa como la que se ve en la foto. La envolvemos en un plástico y la dejamos reposar una hora en un sitio fresco (no en nevera).
  • Sacamos la mitad de la masa del plástico y la ponemos sobre la encimera enharinada abundantemente; la espolvoreamos también por encima. Hay que tratar la masa con cariño, como la de todos los polvorones, porque es muy frágil. Extendemos la masa hasta 1 cm de grosor, mejor con un rodillo con medidas para que quede perfecta.

receta polvorones avellana

  • Con un cortapastas redondo rizado o liso vamos cortando polvoroncitos y los vamos pasando a una bandeja de horno forrada con papel o con un tapete. Los polvorones los levantamos con una rasqueta y mucha precaución.
  • Los recortes de la masa se vuelven a juntar, amasando muy poquito, y se siguen cortando hasta acabar toda la masa.

receta polvorones avellana

  • Cocemos los polvorones en el horno a 175ºC durante unos 20 minutos, aunque conviene echarles un ojo hacia el final de la cocción, porque se tuestan rápidamente. Cuando estén hechos los trasladamos a una rejilla sobre el mismo papel, pues en caliente son fragilísimos.
  • Si nos gusta se pueden espolvorear con más azúcar glas una vez fríos y antes de envolver. Por último, los envolvemos individualmente en sus papelillos y ¡listos para regalar o disfrutar en Navidad!

receta polvorones avellana

En mi humilde opinión estos polvorones de avellana para Navidad son de los más ricos que se pueden hacer; el sabor a avellana es acusado y hace que no necesiten ningún otro aroma adicional. Una delicia facilísima de preparar, como habéis visto. A por ellos.

Miriam

Traductora de inglés a español y química durante 15 años en una vida anterior. Vivo en un pueblecito cerca de Madrid, Galapagar, y trabajo en casa; soy una gran afortunada. Tengo pareja y dos niños con poca sensibilidad gastronómica. De momento. Pero por lo que estoy aquí es por mi afición a la cocina en general y a la repostería en particular, que me viene de familia, de mi madre y de mi abuela paterna. Y esta afición me ha llevado, además de a tener un blog de cocina con el que me lo paso pera, El invitado de invierno, a impartir algún que otro curso de cocina en la escuela de Madrid La Cocina de Babette.