Cómo hacer pegamento comestible casero
Hoy vamos a explicar cómo hacer pegamento comestible casero, un producto muy útil a la hora de fijar las piezas de fondant, pasta de goma o cualquier tipo de decoración de azúcar. Lo haremos a partir de un producto importantísimo en la repostería creativa. Se trata del polvo de tilosa, también llamado goma de celulosa y más conocido por CMC (Carboximetilcelulosa).
Pero ¿qué es el CMC? Como os decía, es un producto muy utilizado en la repostería creativa, se trata de un compuesto orgánico derivado de la celulosa, y actúa como espesante y estabilizante. Entre otras cosas, se usa para modelar el fondant, con él conseguimos que la pasta de azúcar se vuelva más elástica y endurezca antes. Es ideal para hacer flores y figuritas.
Preparar el pegamento es muy sencillo y sí, lo venden ya hecho, pero… ¿por qué comprar dos productos cuando con uno podemos hacerlo? Sólo necesitarás dos gramos de los 50 que vienen en el envase de Polvo de Tilosa o CMC, agua tibia y unas gotas de limón que actuaran como conservante.
Ponemos en un bote el agua mineral tibia, añadimos los polvos y lo dejamos reposar unos 30 minutos antes de removerlo. Añadimos las gotas de limón y mezclamos bien intentando deshacer los grumos. No te preocupes si queda alguno, desaparecerán una vez haya reposado. ¡Listo! ya tenemos nuestro pegamento casero.
Una vez preparado tenéis que conservarlo en el frigorífico, y debéis hacer uso de él en dos meses como máximo. Particularmente pienso que es un truco útil, sobre todo si sólo sois reposteros creativos eventualmente, como es mi caso, y utilizáis una pequeña cantidad de algunos productos.
Como última recomendación os diré que la cantidad de agua es orientativa, yo pongo unos 60 gramos, a partir de ahí veo si necesito hacer alguna modificación, si el pegamento me ha quedado muy espeso, añado más agua, o en caso contrario, me ha quedado demasiado líquido, añado más CMC. Ahora que ya sabéis hacer pegamento comestible casero, es fácil, ¿verdad?