Granizado de café
Cuando hace verdadero calor los amantes del café clásico lo tienen difícil, porque tomar bebidas calientes no es precisamente lo que más apetece. Por eso un granizado de café es una gran idea porque aúna en un solo recipiente lo bueno de los helados y sorbetes y un buen café.
¿En qué se diferencia un granizado de un sorbete? Aunque la línea divisoria no siempre está clara, en principio un granizado se parece más a una bebida y de hecho en cuanto dejas que se derrita un poco te lo puedes beber cómodamente con una pajita. En los granizados el tamaño de los cristales de hielo no hace falta que sea muy pequeño, por eso podemos obtener un granizado simplemente congelando el líquido en cuestión y rascándolo con un tenedor, nada de heladeras, trituradoras ni nada parecido.
El granizado de café es facilísimo de hacer pues básicamente no lleva más que café y azúcar. Podemos añadirle algo de licor a nuestro gusto que le da un toque muy rico y ayuda a que quede más suave y no demasiado duro al congelarse. Si el licor es de café además potenciaremos el sabor del granizado.
Receta de granizado de café
Ingredientes:
- 500 ml de buen café cargado
- 150 g de azúcar
- Un chorrito de Kahlúa u otro licor de café (facultativo)
Elaboración:
- Empezamos por preparar un buen café en nuestra cafetera con nuestro café favorito. Hacemos el equivalente a unas dos tazas de desayuno llenas de café; lo medimos en una jarra medidora.
- Pesamos el azúcar en un bol y lo añadimos a la jarra. Removemos para que se disuelva.
- Agregamos entonces el chorrito de licor, si nos animamos a alcoholizar nuestro granizado.
- Vertemos la mezcla de café en un molde o en un recipiente hermético que nos quepa bien en el congelador y dejamos que se congele por lo menos dos horas. Al cabo de ese tiempo lo removemos con un tenedor, deshaciendo los pedazos de hielo que se forman sobre todo pegando a la pared.
- Lo devolvemos al congelador y repetimos la operación de sacarlo y deshacer los cristales al cabo de una hora. Si es necesario lo repetiremos una vez más. Cuando toda la mezcla esté en forma de cristalitos y haya adoptado un color más claro ya tenemos listo el granizado para servirlo. Hay que tener en cuenta que se derrite con rapidez, por lo que hay que sacarlo del congelador para tomarlo de inmediato.
Lo confieso: le añado Baileys al granizado de café. Cualquier cosa está mejor con Baileys, es así. Y otra sugerencia: los italianos toman su granita de café con un buen pegote de nata montada encima. Os he dado qué pensar, ¿no?