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Pan de muerto. Receta mexicana


Pan de muerto. Receta mexicana

En México la fiesta de Todos los Santos se celebra a lo grande. Y uno de los dulces que se comen en diversas formas en todo el país es el pan de muerto, un pan con unos adornos de la propia masa que pretenden representar la calavera y unos huesos. Encuentro que es una fantástica forma de celebrar esta fiesta.

Según cuentan las lenguas de doble filo, el pan de muerto se origina en la época de la Conquista de Méjico por los españoles, inspirado en rituales prehispánicos que, como en muchos otros casos, se asimilaron con festividades cristianas. La masa es una masa enriquecida con azúcar, huevos y mantequilla, parecida a la del roscón de Reyes.

Dicen en el diario SPDNoticias:

«El pan de muerto tiene un significado, su forma circular representa el ciclo de la vida y la muerte, la bolita superior es el cráneo,  las cuatro canillas representan a los huesos y también están colocadas en forma de cruz para hacer referencia a los cuatro rumbos del universo o los cuatro puntos cardinales, cada uno dedicado a un dios distinto: Tezcatlipoca, Tlaloc, Quetzalcóatl y Xipetotec. Y por último, el sabor a azahar es por el recuerdo a los ya fallecidos.»

Toma metafísica; ¿vosotros creíais que esto se reducía a ponerse como el Quico con un rico bollo? Pues no. Para nuestro pan de muerto hemos seguido la receta de una de las panaderas más famosas de la blogosfera, Hilmar, de Mis recetas favoritas. De las dos opciones que da, hemos optado por la que no lleva prefermento, con método directo.

Receta de pan de muerto

Ingredientes:

  • 500 g harina de fuerza
  • 5 g de levadura seca de panadería (o 15 g de levadura fresca)
  • 5 g de sal
  • 130 g de azúcar
  • 2 huevos
  • 120 g de leche
  • Ralladura de una naranja
  • Un chorrito de agua de azahar (facultativo)
  • 100 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 1 huevo adicional para pincelar
  • Más azúcar para espolvorear

Elaboración:

  • En un bol mezclamos todos los ingredientes menos la mantequilla. Empezamos a amasar, a mano o con robot. La masa es bastante seca, sobre todo el principio, pero no le pongáis más líquido, porque luego con la mantequilla se afinará. A mano podemos usar el amasado tradicional. Amasamos un par de veces 1-2 minutos, con descanso entre medias de 15 minutos, y empezamos a añadir la mantequilla, en varias tandas, hasta que se integre.
  • Dejamos reposar otros 15 minutos y a partir de aquí amasamos 1-2 minutos con descansos de 20 minutos, todo lo que sea necesario hasta que la masa esté fina y elástica. Como es una masa bastante grasa nos costará un rato largo desarrollar el gluten razonablemente y que la masa se ponga fina. Paciencia.
  • Cuando consideremos que la masa está lista, hacemos una bola, la ponemos en un cuenco aceitado, la tapamos y la metemos toda la noche en la nevera para retardar la fermentación. Esto da más sabor a los panes.

pan de muerto

  • Al día siguiente, sacamos la masa para que se atempere y acabe de doblar el volumen si no lo ha hecho durante la noche. Pasamos la masa a la encimera (no hace falta enharinar porque es bastante grasa) y la dividimos en dos porciones con una rasqueta, para hacer dos panes de muerto.

pan de muerto

  • Envolvemos una porción en plástico y trabajamos la otra. La pesamos y tomamos una tercera parte, que usaremos para los adornos. Este tercio a su vez lo dividimos en cuatro partes iguales, una para la bolita y las otras tres para los huesos que cruzan el bollo. Boleamos la porción grande (las dos terceras partes que nos quedaron, recordad) en forma de bollo y la ponemos sobre un papel de hornear o una lámina plástica.
  • Boleamos la bolita y la ponemos junto a la bola grande. Con las tres porciones que serán los huesos hacemos un churro de unos 20-25 cm. Dejamos reposar unos minutos si se retraen y no se dejan estirar bien. Una vez que tenemos los churros los afinamos con el canto de la mano, primero justo en el centro (parte que quedará justo encima) y luego otra vez en el centro de cada mitad. Al final nos debe quedar un churro como con unos lóbulos, cuatro en total como se ve en las fotos.

pan de muerto

  • Colocamos los churros junto a las bolas y tapamos con plástico. Dejamos fermentar hasta que hayan doblado. Entonces debemos armar el pan de muerto; para ello tomamos los churros con delicadeza y los colocamos encima del pan, haciendo como los radios de una rueda. Hay que colocarlos con cariño, porque una vez colocados la masa se pega y no se puede rectificar. Remetemos los extremos de los churros bajo el pan.
  • Por último, colocamos la bolita encima de todo el tinglado. Volvemos a tapar con el plástico y dejamos fermentar otro poco más. El pan debe estar muy fermentado antes de entrar al horno, para que no suba excesivamente en la cocción, lo que descolocaría demasiado los adornos.

pan de muerto

  • Justo antes de meter el pan en el horno lo pincelamos con huevo batido. Podemos espolvorearlo con más azúcar, si nos apetece. El pan de muerto de la foto yo lo dejé tal cual, por eso tiene una corteza tan lisa.
  • Horneamos el pan a 200º (sin aire) durante 20 minutos, hasta que dé la subida. Luego bajamos la temperatura a 180º y horneamos otros 10 minutos. Si se nos tuesta en exceso este último periodo podemos ponerle un papel de aluminio por encima. Lo sacamos a enfriar sobre rejilla.

pan de muerto

Este deliciosísimo pan de muerto os permitirá a partir de ahora celebrar la fiesta de Todos los Santos como auténticos mexicanos. O casi. Que no se diga que la globalización no tiene cosas buenas. En mi casa  hemos globalizado ya un rato largo, no quedan ni las raspas…

Miriam

Traductora de inglés a español y química durante 15 años en una vida anterior. Vivo en un pueblecito cerca de Madrid, Galapagar, y trabajo en casa; soy una gran afortunada. Tengo pareja y dos niños con poca sensibilidad gastronómica. De momento. Pero por lo que estoy aquí es por mi afición a la cocina en general y a la repostería en particular, que me viene de familia, de mi madre y de mi abuela paterna. Y esta afición me ha llevado, además de a tener un blog de cocina con el que me lo paso pera, El invitado de invierno, a impartir algún que otro curso de cocina en la escuela de Madrid La Cocina de Babette.