Receta de salsa barbacoa
La salsa barbacoa es esa salsurria pringosa que nos ponen con las costillas a la barbacoa y que está tan requetebuena… Aunque hoy día parecería de origen norteamericano por lo popularísima que se ha hecho en los Estados Unidos, aparentemente procede de Europa, aunque su origen es un tanto oscuro. Sin embargo, es bien sabido que las primeras salsas barbacoa comerciales sí se empezaron a fabricar en los Estados Unidos. Ah, amigo.
Pues bien, esta salsa es muy fácil de hacer en casa. Los ingredientes más habituales son salsa o pasta de tomate, vinagre, melazas y diversas especias y condimentos, como mostaza, pimienta, salsa Worcestershire, etc. Os aseguro que un sabor genuino se consigue en casa sin ninguna dificultad y podréis presumir en vuestras barbacoas de salsa casera. La receta que uso procede de Simply Recipes.
Estamos acostumbrados a ver cómo se usa la salsa barbacoa para pincelar las carnes que se están asando o justo cuando acaba el asado, pero también se puede usar para marinar. En los Estados Unidos hay lugares en los que después de asar la carne, cuando está bien tierna, se pone en una fuente llena de salsa barbacoa y se deja sobre el calor de la barbacoa que se marine en caliente… Toma dieta.
Receta de salsa barbacoa
Ingredientes:
- 150 g de cebolla
- 40 g de aceite de oliva
- Dos cucharaditas de pimentón picante
- 100 g de whisky
- 250 g de salsa de tomate
- 50 g de zumo de limón
- 100 g de vinagre de Jerez
- 90 g de miel o melaza
- 70 g de salsa Worcestershire
- 1/2 cdta. de sal
Elaboración:
- Pelamos y picamos la cebolla. Ponemos el aceite en una sartén y la sofreímos hasta que esté transparente. Añadimos el pimentón y le damos unas vueltas con cuchara de madera, pero poco tiempo para que no amargue.
- Agregamos todos los demás ingredientes: el whisky, la salsa de tomate (si es casera, mucho mejor), el zumo de limón, el vinagre, la miel o melaza, la salsa Worcestershire y la sal.
- Cocemos todo 20-25 minutos sin tapar para que se reduzca y espese. Hay que remover de vez en cuando para homogeneizar y vigilar cómo va la consistencia.
- Trituramos bien la salsa y comprobamos la consistencia; debe quedar bastante espesa. Si no estuviera bastante espesa, volveríamos a ponerla al fuego para seguir reduciéndola un poco.
- Al final de la cocción probamos el punto de dulce, salado y ácido. Según como esté añadiremos más sal, más miel o más vinagre, pero con poco a poco y probando el resultado cada vez.
Esta salsa barbacoa, gracias a su gran concentración de azúcares y de vinagre, se conserva estupendamente en el frigorífico durante meses sin estropearse, os lo digo por experiencia. Y si la envasamos en bonitos tarros esterilizados la podemos usar para regalo… ¿qué os parece la idea?