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Cucurucho helado de toffee


Cucurucho helado de toffee

En pocas semanas el calor se nos plantará de lleno en casa. ¿Estáis ya preparados para el verano? Pues nosotros ya hemos empezado a llenar nuestra nevera con cosas ricas y muy refrescantes, como estos helados capuchinos de toffee. ¿Queréis saber cómo los hacemos?

Es muy fácil, basta con tener un delicioso helado, chocolate con leche, manteca de cacao y ganas de devorarlos en un santiamén. Para hacerlos hemos preparado una base de helado de nata, un clásico de la repostería italiana (gelato di crema), y lo hemos mezclado con toffee, otro clásico, este de la confitería inglesa.

El toffee que hemos hecho es una versión light del auténtico toffee inglés ya que sustituiremos un poco de mantequilla por nata para que no sea tan crocante y así tenga menos grasa. Eso sí, utilizaremos azúcar demerara para darle ese sabor tan característico a melaza que ayudará a nuestro helado a tener un sabor único.

Está de más deciros que, si no sois de los que os gusta hacer helados en casa, podéis hacer estos capuchinos con los helados del mercado que prefiráis, pero os advierto de que este os va a conquistar el corazón… ¡Y el paladar también! Animaos, os aseguramos el éxito en estas vacaciones de verano.

Cucurucho helado de toffee

Ingredientes:

Para el toffee:

  • 200 g de azúcar demerara
  • 100 g de mantequilla
  • 50 g de nata espesa
  • Un par de pizcas de sal

Para el helado:

  • 420 g de nata o crème fraîche
  • 190 g de leche
  • 60 ml de azúcar
  • Una pizca de sal
  • 3 yemas
  • Toffee
  • 250 g de chocolate con leche fundido
  • 50 – 90 g de aceite vegetal, manteca de cacao o mantequilla fundida
  • Conos para helados
  • Servilletas hoja para envolver los conos.

Elaboración:

Para el toffee:

  • Ponemos el azúcar en un cazo y hacemos un caramelo.
  • Añadimos la mantequilla con cuidado para no quemarnos, el caramelo estará muy caliente y salpicará al contacto de la mantequilla.

hacemos un caramelo

  • Añadimos la nata (con cuidado también) y mezclamos con un cuchara de madera para diluir el caramelo.
  • Añadimos la sal y pasamos a un tarro de cristal. No lo usaremos hasta que no esté a temperatura ambiente.

añadimos la nata

Para el helado:

  • Ponemos a calentar la nata, la leche y la pizca de sal en un cazo.
  • Batimos las yemas con el azúcar en un cuenco y añadimos poco a poco la mezcla de nata y leche caliente.

calentamos la nata y la leche

  • Cocemos a fuego bajo sin dejar de remover hasta obtener una crema que nape el dorso de una cuchara. Nunca debe hervir ya que se nos cortaría la preparación.
  • Pasamos por un colador y dejamos que enfríe completamente. Cuando esté a temperatura ambiente la guardamos en la nevera por lo menos cuatro horas.

hacemos una crema

  • Echamos la crema en una máquina para hacer helados y procedemos según las instrucciones del fabricante.
  • Sacamos la mitad del helado, lo ponemos en un contenedor para helados, añadimos la mitad del toffee y revolvemos un poco con la cuchara de la máquina, tan solo un poco. La idea es que el toffee permanezca sin mezclarse completamente con el helado.
  • Terminamos de echar el resto de helado y toffee, y volvemos a remover. Tapamos y metemos en el congelador al menos cuatro horas para que repose.

hacemos el helado

  • Mezclamos el chocolate con leche y la materia grasa que hayamos elegido en un tazón. Mantenemos caliente.
  • Hacemos una bola con un cucharon para helados y la ponemos sobre un cono procurando que quede bien acoplada.

preparamos el chocolate

  • Metemos el cono de helado en el chocolate fundido rápidamente para que se forme una buena cubierta y lo sacamos inmediatamente. Continuamos haciendo el resto de conos.
  • El chocolate se endurecerá enseguida y tendremos hechos nuestros helados capuchinos.

metemos el helado en el chocolate

Cada vez que hago estos helados capuchinos de toffee me transporto a mi niñez y no puedo evitar comérmelos con más gusto y pasión. ¡Hala, a disfrutar del calor se ha dicho!

helado-capuchino-5

Algunos consejos útiles:

  • Para hacer el toffee podéis usar nata para repostería, crème fraîche o nata espesa. Usad la que más os guste.
  • El toffee lo podéis hacer con un par de días de antelación y guardarlo en la nevera.
  • Si no tenéis máquina para hacer helados podéis echar el helado en un recipiente metálico y meterlo en el congelador. Cuando pase aproximadamente una hora de haberlo congelado lo batís enérgicamente con unas varillas y lo volvéis a meter al congelador. Repetid este batido cada 30 minutos, hasta que esté cremoso y congelado. Tened en cuenta que este método tradicional os llevará más o menos cuatro horas.
  • Para fundir el chocolate podemos hacerlo al baño María o al microondas, siempre a media potencia y nunca más de un minuto cada vez hasta que se haya fundido.
  • Cuanta más materia grasa le pongáis al chocolate más fluido será y más suave cuando lo mordáis. La temperatura de solidificación también será inferior, una ventaja para el helado. A mí me gusta añadirle aceite de oliva virgen extra porque le da al chocolate un sabor diferente y más cremosidad.
  • El recipiente del baño de chocolate debería ser alto y angosto para que podáis meter todo el helado rápidamente sin tener que darle vueltas para cubrirlo de chocolate.
  • Puede que se os desprenda alguna bola cuando lo metáis en el chocolate: no os preocupéis, tiene solución. Tened una cuchara al lado y sacad rápidamente el helado para ponerlo otra vez en el cono.
  • El toffee también lo podéis diluir en la crema de nata cuando aún esté caliente o hacerlo como nosotros para que al servirlo haya hebras más o menos gruesas de toffee en el helado.
  • Nosotros proponemos un helado de toffee, pero podéis hacer estos capuchinos con el helado que más os guste.

Raúl

La cocina y la fotografía han sido, desde que era muy pequeño, dos de mis grandes pasiones. Disfrutaba en casa destapando las cazuelas en las que hervían los guisos y, apenas con seis años de edad, empecé a saborear la primera cámara que mis padres me regalaron por Navidades. Había que estudiar algo "respetable" y "serio", y mis primeros estudios se encaminaron a cursar la carrera de arquitectura. Ya con el título en la mano, y después de trabajar durante un tiempo en arquitectura -y con la familia contenta-, decidí aprender cocina y fotografía en profundidad. Aprendí de grandes maestros en ambos campos y todavía sigo haciéndolo. En la actualidad mezclo recetas, técnicas e historias de cocina con fotografía en El Oso con Botas.