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Brownie sano de tahini. Receta sin gluten


Brownie sano de tahini. Receta sin gluten

Volvemos a la carga después de unos días de Fiestas y excesos, así que esta vez os proponemos un brownie sano de tahini sin gluten. Sí habéis leído muy bien.. ¡sanos! Y con solo verlos estamos seguros de que os apetecerá hincarles el diente.

Vamos a echar mano de los superalimentos, los podéis encontrar en nuestra tienda, así que no se os olvide tener en casa azúcar de coco, cacao en polvo ecológico, harina de coco, aceite de coco y gotas de chocolate crudo.

No hemos cambiado ni un solo ingrediente  ni el procedimiento de la receta original, de Ambitious Kitchen, porque nos ha parecido muy bien lograda y, sobre todo, muy apetecible. Y si la servimos en los platos de postre Pale Green con borde dorado y las servilletas de papel Donna White, ambos de GreenGate.

Brownie sano de tahini

Ingredientes:

Elaboración:

Receta brownie sano de tahini 3

Receta brownie sano de tahini 4

  • Echamos la masa en el molde. Es bastante densa así que tendréis que extenderla con ayuda de una cuchara o con una espátula. Horneamos entre 20 y 30 minutos, o hasta que una brocheta salga limpia.
  • Retiramos el brownie del horno y dejamos templar 15 minutos antes de desmoldarlo. Dejamos enfriar completamente.

Receta brownie sano de tahini 5

  • Para decorar calentamos al baño María la cucharadita de aceite de coco y las dos cucharadas de gotas de chocolate crudo hasta que se fundan.
  • Rociamos el chocolate fundido formando una cuadrícula sobre la superficie del brownie y cortamos en pequeños cuadraditos de cinco o seis centímetros de lado.

Receta brownie sano de tahini 6

Con este brownie sano de tahini sin gluten vais a disfrutar de un postre delicioso, pero también estaréis aportando ingredientes con muchas propiedades, así que atreveos a probarlo, ya veréis cómo os va a gustar… ¡Y mucho!

Receta brownie san de tahini 2

Raúl

La cocina y la fotografía han sido, desde que era muy pequeño, dos de mis grandes pasiones. Disfrutaba en casa destapando las cazuelas en las que hervían los guisos y, apenas con seis años de edad, empecé a saborear la primera cámara que mis padres me regalaron por Navidades. Había que estudiar algo "respetable" y "serio", y mis primeros estudios se encaminaron a cursar la carrera de arquitectura. Ya con el título en la mano, y después de trabajar durante un tiempo en arquitectura -y con la familia contenta-, decidí aprender cocina y fotografía en profundidad. Aprendí de grandes maestros en ambos campos y todavía sigo haciéndolo. En la actualidad mezclo recetas, técnicas e historias de cocina con fotografía en El Oso con Botas.