Tartaleta gigante de piña y fruta de la pasión
Esta tartaleta gigante de piña y fruta de la pasión es una brillante idea, otra más, de nuestra querida, idolatrada y nunca suficientemente ponderada Donna Hay. Una tarta clásica con base de masa quebrada rellena de crema cuajada de fruta de la pasión y coronada con piña caramelizada con ron. Una combinación de sabores deliciosa.
Tanto para el relleno como para la cobertura hemos usado una suculenta pasta de fruta de la pasión con un sabor apabullante. Estas pastas de fruta profesionales dan un resultado magnífico y son de una calidad excelente. El relleno de la tarta queda cremoso por la cantidad de nata que lleva y con un delicioso sabor y acidez de fruta de pasión.
Para que la base quede todo lo crujiente posible hemos empleado un molde desmontable para quiche, perforado y antiadherente, que da un resultado magnífico y permite servir directamente la tarta sobre la base, sin miedo a que se nos desbarate la tarta.
Receta de tartaleta de piña
Ingredientes (para molde de 21 cm):
Base de masa quebrada dulce
- 225 g de harina de repostería
- 80 g de azúcar glas
- 125 g de mantequilla fría
- 1 yema de huevo
- 40 g de agua helada
Relleno de fruta de la pasión
- 400 g de nata líquida (mín. 35% m.g.)
- 4 huevos
- 100 g de azúcar
- 150 g de pasta de fruta de la pasión
Adorno de piña caramelizada con ron
- 200 g de piña natural en trozos
- 30 g de pasta de fruta de la pasión
- 50 g de azúcar moreno
- 25 g de agua
- 40 g de ron blanco
Elaboración:
Base de masa quebrada
- Pesamos todos los ingredientes en la báscula y preparamos un molde de 21 cm para tartaleta, untándolo con mantequilla y enharinándolo, o rociándolo con spray antiadherente. Reservamos.
- Ponemos la harina de repostería, el azúcar glas y la mantequilla fría en cubos en un procesador de alimentos y procesamos hasta obtener una mezcla arenosa. Sin parar la máquina, añadimos la yema y el agua fría, hasta que se haga una bola. Si queda muy pegajosa la masa, añadiremos un poco más de harina y le daremos otra vuelta de procesado. Si, por el contrario, se ve demasiado suelta y le cuesta cohesionar, añadiremos una pizca de agua.
- Sacamos la masa, la estiramos con rodillo sobre la mesa enharinada hasta la medida necesaria, midiendo con el propio molde. La montamos sobre el rodillo para trasladarla y extenderla sobre el molde.
- La asentamos bien en el fondo y los laterales, recortamos el sobrante, pinchamos todo el fondo con un tenedor y metemos el molde en el congelador o en la nevera 30 minutos, mejor envuelto en plástico.
- Mientras tanto, calentamos el horno a 180 ºC. Al cabo del tiempo de reposo de la base, la cubrimos con un papel de horno y ponemos peso encima, por ejemplo, legumbres secas. Cocemos la base en el horno 20 minutos, retiramos el peso y el papel, y proseguimos la cocción otros 10 minutos, hasta que la base se dore ligeramente. Dejamos templar.
Relleno de fruta de la pasión
- Reducimos la temperatura del horno a 140 ºC. Pesamos todos los ingredientes en la báscula y mezclamos en un bol la nata, los huevos, el azúcar y la pasta de fruta de la pasión.
- Vertemos esta mezcla en la base horneada, la ponemos sobre una bandeja de horno y cocemos 30 minutos en el horno, hasta que esté cuajada; debe moverse un poco como un flan al sacudir el molde, es mejor no pasarse de cocción porque si se reseca se separará el relleno de la base por los laterales. Sacamos la tarta y dejamos enfriar. Después la pasamos a la nevera para que se enfríe, mejor tapada con plástico para que no se reseque, y se acabe de asentar.
Adorno de piña caramelizada
- Pesamos todos los ingredientes en la báscula. Ponemos el azúcar moreno con el agua en una sartén antiadherente y calentamos a fuego vivo. Cuando empiece a caramelizar agregamos la piña troceada y le damos vuelta para que se vaya impregnado del caramelo. Añadimos el ron, mezclamos y proseguimos la cocción a fuego más bajo, hasta que tengamos un caramelo densito.
- Apagamos el fuego, dejamos templar ligeramente y añadimos la pasta de fruta de la pasión. Dejamos templar un poco.
- Desmoldamos la tartaleta levantando la base del molde desmontable y vertemos la cobertura de piña caramelizada por encima, extendiendo el caramelo por toda la superficie, o viceversa.
- Pasamos la tartaleta sobre la base del molde a un bonito stand amarillo para servirla y que luzca preciosa.
Esta tartaleta gigante de piña y fruta de la pasión solo tiene la dificultad relativa de hacer la base de masa quebrada, todo lo demás es facilísimo, tanto el relleno como la cobertura de piña. El sabor a fruta de la pasión es fantástico y la consistencia del relleno suave y cremosa. Mirad cómo queda de bonita con nuestros platos, tazas y cucharitas de postín. Y si quieres facilitarte la tarea puedes poner la masa quebrada comprada, que nosotras vamos a mirar para otro lado…