Se acerca el día de San Valentín y para aquellos a los que os gusta meteros en esta vorágine traemos una suculenta forma de celebrarlo: un corazón de brioche vistosísimo y con el que quedaréis como una reina o un rey con vuestra pareja. Imaginarse una mesa para dos con velitas y este brioche en el centro… l’amour.

La verdad es que cualquier ocasión es buena para hacer un brioche, porque un brioche hecho en casa con buenos ingredientes es una de las cosas más ricas que hayáis probado. En esta receta se usa una esponja o fermento previo para mejorar las cualidades de sabor y conservación del producto final.

La receta que hemos trenzado en forma de corazón es del panadero Peter Reinhart, de su libro El Aprendiz de Panadero, y corresponde a un brioche ligero, sin mucha mantequilla. Si sois osados de verdad podéis probar también a hacer el corazón con nuestra receta de brioche de lujo. Ojo, porque aunque es más golosa, también resulta más delicada de manejar.

Receta de corazón de brioche para San Valentín

Ingredientes:

Prefermento

• 100 g de harina de fuerza
• 100 g de leche entera
• 2 g de levadura seca de panadería (o 6 g de levadura fresca)

Masa

• El prefermento anterior
• 20 g de leche
• 4 huevos medianos
• 380-400 g de harina de fuerza
• 50 g de azúcar
• 5 g de sal
• 110 g de mantequilla ablandada
• 1 huevo adicional para pintar el corazón

Elaboración:

• Mezclamos los ingredientes del prefermento en un bol: harina de fuerza, leche y levadura de panadero, tapamos con plástico y dejamos fermentar, hasta que esté levado y burbujeante (lo podemos hacer la noche anterior, así fermenta tranquilamente y nos podemos ya poner por la mañana manos a la obra).
• Agregamos entonces el resto de los ingredientes excepto la mantequilla. Amasamos a mano o con robot en intervalos de 1-2 minutos con reposos intermedios de 10-15 minutos, un par de veces. A continuación, vamos agregando la mantequilla en varias tandas, amasando bien hasta que se absorba.
• Proseguiremos el amasado hasta que la masa esté bien fina y elástica; lo ideal es que pase la prueba de la membrana. Entonces hacemos una bola, la ponemos en un cuenco engrasado, la tapamos y la dejamos que doble el volumen.

• Cuando la masa esté fermentada la pasamos a la encimera y la desgasamos bien apretando con las manos. La dividimos en tres partes de igual peso cortándola con la rasqueta.
• Modelamos cada porción de masa en forma de barrita o cilindro. Dejamos que reposen cinco minutos para que se relaje el gluten y las podamos estirar con mayor facilidad.

• Ponemos una barrita frente a nosotros y, apoyando las dos manos en el centro, empezamos a rodarla sobre sí misma al tiempo que estiramos hacia fuera con las manos para elongarla. Cada vez que se nos resista demasiado la dejaremos reposar un par de minutos. La longitud final del cabo de trenza debe ser de un metro como mínimo. Estiramos después las dos barritas restantes.

• Para hacer la trenza ponemos los tres cabos uno junto al otro y apretamos los extremos de un lado entre sí para que se sujeten. Espolvoreamos algo de harina sobre los cabos, para que al trenzarlos no se peguen mucho unos a otros y escurran entre sí, lo que nos facilitará el curvarlos luego al formar el corazón. Hacemos una trenza normal de tres cabos, sin apretarla, y volvemos a apretar los tres cabos uno sobre otro en el extremo final.

• Colocamos un papel de hornear o un tapete de teflón sobre una bandeja de horno y ponemos la trenza sobre él tal como se ve en la foto, haciendo una V con el pico mirando hacia nosotros. Seguidamente doblamos los dos extremos sobre sí mismos para hacer la forma del corazón. Unimos un extremo con el otro como buenamente podamos.
• Espolvoreamos un poco de harina, tapamos el corazón con plástico y lo dejamos levar, hasta que más o menos doble el volumen.

• Cuando la masa haya levado pintamos el brioche con huevo batido.
• Lo cocemos 20 minutos a 200º (sin aire), seguidos por otros 10 minutos a 170º (con aire) para que acabe de dorarse y secarse. Cuando esté hecho lo sacamos y lo trasladamos cuidadosamente, porque es grandote, a una rejilla para enfriar. ¡No lo abráis antes de tiempo! Debéis concentraros y resistiros a su aroma…

Este corazón de brioche para San Valentín se conserva estupendamente un par de días metido en una bolsa de plástico, pero si vais a celebrar San Valentín con él lo suyo es comérselo íntegro. Vosotros podéis, hacedlo por amor, hombre, que no tenéis un detalle.

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