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Salami de chocolate portugués


Salami de chocolate portugués

Esta vez os traemos una receta de salami de chocolate o salchichón de chocolate. Es una receta portuguesa, aunque en Italia, y en otros países de Europa, también forma parte de sus recetarios tradicionales. En Portugal se conoce como salame de chocolate y en Italia como salame di cioccolato. Está tan bueno que nos importa muy poco el verdadero origen, nosotros lo disfrutaremos igualmente.

La receta portuguesa más tradicional lleva solo chocolate fundido mezclado con trozos de galletas, yemas, mantequilla, azúcar o miel y algún licor o aguardiente, pero hemos seguido la receta de 196 Flavors y le hemos añadido un puñado de pistachos y de almendras a estos deliciosos callets de chocolate de Callebaut fundidos.

Una vez hecho el salami lo hemos espolvoreado con un poco de azúcar glas, lo hemos bridado como si fuera un embutido con hilo de cocina y lo hemos devorado… Sin contemplación hasta terminar con la última loncha. Yo creo que deberíais prepararlo este otoño y, si tenéis peques en casa, tan solo tenéis que eliminar el Oporto de los ingredientes.

Receta de salami de chocolate

Ingredientes (para 8 personas):

  • 95 g de mantequilla
  • 225 g de callets de chocolate Callebaut
  • 75 g de azúcar
  • 95 g de huevos batidos
  • Una cda. de vino de Oporto
  • 50 g de almendras en bastones tostados
  • 60 g de pistachos pelados y tostados
  • 115 g de galletas María, de mantequilla o similar
  • 4 cdas. de azúcar glas

Elaboración:

  • Calentamos la mantequilla, los callets de chocolate, el azúcar, los huevos y el Oporto en un cazo para baño María.
  • Mezclamos de vez en cuando con un espátula, dejamos cocer  durante cinco minutos aproximadamente a fuego muy suave y retiramos del fuego.

Receta salami de chocolate portugués

  • Pasamos la preparación a un cuenco, añadimos las almendras y los pistachos tostados, y mezclamos hasta que queden incorporados.
  • Partimos las galletas en trozos ni muy grandes ni muy pequeños, de un centímetro y medio aproximadamente. Cuando la mezcla de chocolate ya no esté caliente los incorporamos.

Receta salami de chocolate portugués

  • Cubrimos el cuenco con un paño y refrigeramos durante 15 o 25 minutos o hasta que tenga una consistencia más densa y que ayude a darle forma de cilindro.
  • Juntamos dos pliegos de papel de horno, los ponemos sobre la mesa de trabajo y echamos la preparación formando una línea.

Receta salami de chocolate portugués

  • Enrollamos para darle forma de salami, podéis enrollarlo una vez más con otro pliego de papel de horno, o incluso con una hoja de acetato para darle firmeza y que no se nos deforme.
  • Retorcemos los extremos como si estuviésemos envolviendo un caramelo y refrigeramos durante 15 minutos. Lo sacamos, repasamos la forma con las manos, lo refrigeramos otra vez, y lo volvemos a sacar pasados 15 minutos para repetir el formado. Refrigeramos dos horas más, como mínimo.

Receta salami de chocolate portugués

  • Espolvoreamos el azúcar glas sobre un pliego de papel de horno, retiramos el salami de chocolate de la nevera, lo desenrollamos y lo rodamos por el azúcar. Eliminad el exceso con un pincel, o frotándolo levemente con las manos.
  • Lo bridamos con el hilo de cocina para dar aspecto de embutido y lo envolvemos en el mismo papel de horno en el que espolvoreamos con azúcar glas. Lo guardamos en la nevera. Cuando lo vayáis a servir os recomendamos que lo saquéis de la nevera una hora antes para que sea más fácil cortarlo, eso sí, usad un cuchillo con buen filo para que el corte salga limpio.

Receta salami de chocolate portugués

¿A que este salami de chocolate tiene un aspecto delicioso? Pues no quiero ni contaros lo bueno que sabe este bendito embutido, está para caerse de espaldas, pero después de consumirlo sin piedad… ¡Ahí queda eso¡

Receta salami de chocolate portugués

Raúl

La cocina y la fotografía han sido, desde que era muy pequeño, dos de mis grandes pasiones. Disfrutaba en casa destapando las cazuelas en las que hervían los guisos y, apenas con seis años de edad, empecé a saborear la primera cámara que mis padres me regalaron por Navidades. Había que estudiar algo "respetable" y "serio", y mis primeros estudios se encaminaron a cursar la carrera de arquitectura. Ya con el título en la mano, y después de trabajar durante un tiempo en arquitectura -y con la familia contenta-, decidí aprender cocina y fotografía en profundidad. Aprendí de grandes maestros en ambos campos y todavía sigo haciéndolo. En la actualidad mezclo recetas, técnicas e historias de cocina con fotografía en El Oso con Botas.