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Magdalenas integrales


Magdalenas integrales

Estas magdalenas integrales tranquilizan un poco nuestra conciencia, porque oye, tienen azúcar, pero también un montón de fibra y eso es bueno para nuestro sistema digestivo, ¿no? El que no se consuela, es porque no quiere. La receta está tomada de Pepa Cooks, que adaptan a su vez una fórmula de Xavier Barriga.

No estamos en general muy acostumbrados a las harinas integrales, pero tienen una gran ventaja: más sabor que las harinas blancas y además les dan a los dulces un divertido toque crujiente, aunque les resten algo de esponjosidad. Pero veréis cómo os sorprenden en estas magdalenas.

Además, hemos usado unas harinas especialmente sabrosas para estas magdalenas, harina de espelta y harina de centeno ecológicas de nuestra tienda. Y para rematar, unas lindísimas cápsulas de papel kraft que les van muy bien a estas magdalenas otoñales.

Receta de magdalenas integrales

Ingredientes (para 12 magdalenas):

Elaboración:

receta magdalenas integrales

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  • Agregamos los sólidos reservados. Seguimos batiendo con la varilla unos 2-3 minutos, hasta que la mezcla esté muy homogénea.
  • Tapamos el bol y lo metemos en la nevera para refrigerar bien la masa y que el impulsor empiece a actuar en frío, desde un mínimo de una hora a toda una noche. Es cómodo hacer la masa una tarde y cocer las magdalenas al día siguiente.

receta magdalenas integrales

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  • Espolvoreamos la superficie con un poco de azúcar moreno y cocemos las magdalenas en el horno precalentado a 210ºC-215ºC unos 15-20 minutos.
  • Cuando estén crecidas y doradas, las sacamos y las pasamos a una rejilla para que se enfríen. Aguantan bien dos o tres días metidas en una bolsa de plástico hermética.

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Ya veis que estas magdalenas integrales quedan muy morenitas por las harinas que usamos y también por la miel y el azúcar moreno. Pero precisamente por eso son sabrosísimas y reconfortantes, y con esta fórmula siguen siendo esponjosas. Venga, a por ellas.

Miriam

Traductora de inglés a español y química durante 15 años en una vida anterior. Vivo en un pueblecito cerca de Madrid, Galapagar, y trabajo en casa; soy una gran afortunada. Tengo pareja y dos niños con poca sensibilidad gastronómica. De momento. Pero por lo que estoy aquí es por mi afición a la cocina en general y a la repostería en particular, que me viene de familia, de mi madre y de mi abuela paterna. Y esta afición me ha llevado, además de a tener un blog de cocina con el que me lo paso pera, El invitado de invierno, a impartir algún que otro curso de cocina en la escuela de Madrid La Cocina de Babette.