Tarta de capa rota para el Día del Padre
Con esta elegantísima tarta de capa rota para el Día del Padre homenajeamos a los papás sin usar ni una brizna de color rosa, ni azul bebé, ni verde primavera, por si acaso aún el papá en cuestión no está tan deconstruido como Ken al final de la película de Barbie. Una tarta sobria, pero riquísima.
Se trata de un layer cake con tres capas de nuestro bizcocho sencillo y firme favorito, que queda estupendo en unos moldes de aluminio profesional, con relleno de crema de mantequilla aromatizada con vainilla. Esta técnica de las dos capas de buttercream de color con distintas profundidades ya la hemos empleado en otras tartas del blog; no es difícil de hacer si sigues nuestras instrucciones.
Para el adorno hemos usado unas monísimas perlas de chocolate doradas (también riquísimas) y unas esferas doradas hechas con bolas de porexpán y fondant blanco que pintamos con pintura comestible dorada. Rematamos la jugada con un divertido topper de bigote.
Receta de tarta de capa rota para el Día del Padre
Ingredientes (para tarta de 15 cm):
Bizcocho sencillo
- 340 g de azúcar
- 340 g de mantequilla ablandada
- 4 huevos a tª ambiente
- 340 g de harina de repostería
- 3 cdtas. de impulsor químico
Crema de mantequilla, buttercream
- 500 g de mantequilla ablandada
- 850 g de azúcar glas
- 3-4 cdas. de leche o nata a tª ambiente
- Una cdta. de extracto de vainilla
- Colorante beige
- Colorante gris grafito
Adorno final
Elaboración:
Bizcocho firme sencillo
- Pesamos todos los ingredientes en la báscula. Ponemos el horno a calentar a 180 ºC. Engrasamos tres moldes de bizcocho de 15 cm con spray antiadherente y forramos el fondo de cada molde con un círculo de papel de hornear. Reservamos.
- En un bol, mezclamos el azúcar, la mantequilla ablandada y los huevos. Y en otro bol, pasamos la harina de repostería por un tamiz o colador con la levadura química.
- Añadimos los ingredientes secos a los ingredientes húmedos y mezclamos con una espátula o con robot, sin pasarnos de batido, hasta obtener una masa homogénea. Dividimos la masa entre los tres moldes.
- Metemos los moldes en el horno y horneamos los bizcochos unos 25-30 minutos en el tercio inferior del horno. Probamos con una brocheta que estén cocidos en el centro y los sacamos.
- Desmoldamos invirtiendo los bizcochos sobre una rejilla; retiramos el papel y dejamos enfriar por completo. Os aconsejamos envolver en plástico los bizcochos fríos y reposarlos toda una noche porque cogen firmeza.
Relleno y cobertura de buttercream
- Pesamos todos los ingredientes en la báscula. Dejamos la mantequilla a temperatura ambiente para que se ablande o la cortamos en trozos y la pasamos por el microondas a máxima potencia de dos en dos segundos, con mucha precaución y vigilando en todo momento que no se derrita. Tamizamos el azúcar glas y reservamos.
- Echamos todos los ingredientes en un bol y batimos hasta que la mezcla esponje y blanquee, mejor con robot con pala. Debemos rebañar el fondo del bol para asegurarnos de que se mezcla toda la mantequilla.
- Al cabo de 8-10 minutos de batido a velocidad media-alta, el buttercream estará listo. Si no estuviera suficientemente cremoso y ligero, agregamos la leche a temperatura ambiente sin dejar de batir a velocidad mínima hasta obtener la consistencia deseada.
Montaje de la tarta
- Colocamos una plato redondo ondulado color beige, a juego con los colores de la tarta, sobre un stand giratorio (si no usas un stand antideslizante como el nuestro, pondremos un pegote de crema para sujetar la base al stand), aplicamos otro pegote de crema en la base.
- Igualamos las superficies de los bizcochos, si fuera necesario, cortando una fina rebanada con un cuchillo o una lira; y ponemos el primer bizcocho bien centrado sobre el stand.
- Con una taza medidora o un dosificador de helado, ponemos tres bolas de buttercream y extendemos el relleno con una espátula acodada sobre el bizcocho haciendo girar el stand. Ponemos encima el segundo bizcocho, lo nivelamos con la mano y aplicamos la misma cantidad de buttercream que antes, para que todas las capas de relleno queden iguales.
- Hacemos lo propio con el tercer bizcocho. Cubrimos la parte superior y los laterales con una capa de buttercream recogemigas, a ras de los bizcochos y alisando con una rasqueta o scraper para tartas, retirando el sobrante. Llevamos la tarta a la nevera para que la crema se ponga firme.
- Mientras la tarta se refrigera, teñimos la crema de mantequilla que nos ha quedado. Separamos unos 100 g que teñimos con el colorante gris a nuestro gusto. Teñimos la crema sobrante con el colorante beige al tono que más nos guste.
- Sacamos la tarta de la nevera y aplicamos la capa final de cobertura beige con espátula acodada y alisando los laterales con el rascador, pasando los utensilios y corrigiendo con más crema todas las veces que sea necesario hasta que la cobertura esté muy lisa. Devolvemos la tarta a la nevera por lo menos 20 minutos.
- Por último, pasamos la crema color gris a una manga pastelera con una boquilla lisa y aplicamos la crema por la parte inferior, de forma que el límite de la crema quede irregular. Pasamos la espátula acodada y el rascador para alisar como haríamos con cualquier otra cobertura, cuidando de dejar un espesor más o menos regular en toda la tarta, girando el stand.
- Devolvemos la tarta a la nevera otros 15-20 minutos para que la crema acabe de ponerse firme.
Adorno de esferas y salpicaduras
- Con un pincel fino, pintamos el borde superior de la crema gris, que ahora ya está firme, con pintura comestible dorada.
- Para hacer las esferas doradas, abrimos el envoltorio del fondant blanco y tomamos una bolita. Amasamos hasta que tenga la consistencia casi de plastilina. Con un rodillo pequeño extendemos el fondant sobre una superficie ligeramente engrasada hasta un grosor aproximado de 2 mm, mejor en forma ligeramente cuadrada. Colocamos una bola de porexpán, por ejemplo, la de tamaño más grande, en el centro del fondant y la envolvemos. Cortamos el sobrante y la rodamos un poco entre las dos manos para que la cobertura quede uniforme.
- Con un pincel, aplicamos pintura comestible dorada a la esfera, cubriéndola por completo. Dejamos secar y podemos aplicar un poco de polvo dorado para darle mayor brillo aún. Procedemos de igual manera con las otras esferas de porexpán de tamaños variados. Cuando estén secas, las colocamos sobre la tarta.
- Colocamos las perlas de chocolate doradas a nuestro gusto sobre la tarta, apretando un poco para que se peguen al buttercream.
- Aplicamos las salpicaduras por el lateral de la tarta, mojando un pincel en la pintura dorada primero y peinando las cerdas con el dedo para que salpique, como se ve en el vídeo. Después hacemos lo propio con un poco de colorante negro diluido con un poco de rejuvenecedor (etanol de calidad alimentaria, no sirve cualquier alcohol). Estas salpicaduras quedan muy chulas y tienen la ventaja de que, como la pintura de gotelet en las paredes de las casas, disimulan cualquier imperfección.
- Por último, insertamos el topper de bigote en el centro de la tarta. Devolvemos a la nevera hasta el momento de consumirla.
Esta tarta de capa rota para el Día del Padre va a dejar al padre de la familia ojiplático porque es bonita y elegante, además de estar deliciosa. Sírvela sobre un sobrio stand con pie de madera que cuadra perfectamente con los sabores de la tarta, con nuestros platos azules, nuestras jarritas miniatura sobre una bandeja gris, y nuestros tenedores dorados para tener una fiestorra inolvidable.
