Roscón de Reyes con aceite de oliva
A quien no quiera o no pueda tomar bollería con mantequilla, este roscón de Reyes con aceite de oliva le va a venir al pelo, porque además no pierde ni un ápice de sabor. El roscón queda exactamente igual de esponjoso y rico.
Para elaborar este roscón de Reyes con aceite de oliva, en lugar de mantequilla, hemos partido de nuestro artículo sobre el roscón de Reyes clásico, que se basa en una fórmula de Ibán Yarza. Como, en cualquier caso, la proporción de mantequilla que lleva un roscón no es excesiva, es relativamente fácil sustituirla por otra grasa.
Los profesionales recomiendan emplear levadura de panadería para dulces en este tipo de masas. En nuestra tienda tenéis absolutamente todo lo que podáis necesitar para elaborar roscones, desde las mejores harinas de fuerza, imprescindibles para hacer bollería, y levaduras osmotolerantes hasta las bases y cajas especiales para roscones, pasando por las sorpresas y las coronitas de adorno.
Receta de Roscón de Reyes con aceite de oliva
Ingredientes:
Prefermento
- 90 g de harina de fuerza
- 60 g de leche entera
- 1 g de levadura de panadería liofilizada (o 3 g de levadura fresca)
Masa
- Piel de una naranja y de un limón
- Prefermento preparado el día anterior
- 340 g de harina de fuerza
- 110 g de leche entera
- 20 g de ron
- 20 g de agua de azahar
- 2 huevos medianos a tª ambiente
- 80 g de azúcar
- 5 g de levadura de panadería liofilizada (15 g de levadura fresca)
- 5 g de sal
- 50 g de aceite de oliva virgen
Acabado:
- 1 huevo batido para pincelar
- Fruta confitada, almendras fileteadas y azúcar perlado para adornar
Elaboración:
Prefermento
- Preparamos el prefermento el día anterior. Mezclamos la harina de fuerza y la leche con la levadura, amasamos ligeramente, metemos en un recipiente con tapa y dejamos fermentar toda una noche a temperatura ambiente.
Masa de roscón con aceite
- Pesamos todos los ingredientes en la báscula. Vertemos la leche de la masa en un cazo, añadimos la piel de naranja y limón, y cocemos 5 minutos. Dejamos enfriar tapado toda la noche para que se aromatice.
- Al día siguiente, colamos la leche y añadimos el ron y el agua de azahar, hasta completar los 110 g iniciales por lo que se haya evaporado. Si no fuera suficiente con el ron y el agua de azahar, añadiríamos algo de leche (y al revés, si el peso después de añadir el ron y el agua de azahar se pasa de los 110 g, se deja, no pasa nada por un poco más de líquido).
- Ponemos en un bol grande el prefermento con la leche aromatizada, los huevos, el azúcar, la harina de fuerza adicional, la levadura de panadería adicional y la sal. Mezclamos y reposamos 10 minutos.
- Amasamos, a mano o con robot amasador, en ciclos de 1-2 minutos separados por intervalos de 10 minutos de reposo. Cuando la masa empiece a afinarse, añadiremos el aceite en un par de tandas, amasando cada vez hasta que se absorba. Debemos obtener una masa lisa y elástica, que pase la prueba de la membrana, como se ve en la foto inferior.
- Hacemos una bola con la masa, la ponemos en un recipiente engrasado y la tapamos. Dejamos fermentar hasta que doble el volumen.
- Pasamos la masa fermentada a la encimera y la aplastamos para quitarle todo el gas, pues las burbujas grandes pueden aparecer después en la miga del roscón en forma de grandes agujeros. También podemos darle una pasada rápida por la amasadora para eliminar el gas.
- Replegamos la masa sobre sí misma, como haciendo un hatillo, y arrastramos la bola de masa por la mesa, remetiéndola para darle tensión en la superficie. Reposamos la masa 15 minutos para que se relaje el gluten y la podamos estirar sin desgarrarla.
- Metemos los dedos enharinados en el centro de la bola, haciendo un agujero, que agrandamos gradualmente. Cuando podamos meter bien la mano podemos levantar la masa y dejar que la propia gravedad la vaya estirando.
- Vamos girándola, intentando que quede de parecido grosor en toda su longitud. Si se nos desgarra, la ponemos sobre una hoja de papel de hornear y dejamos que se relaje 10 minutos. También podemos estirar la masa directamente colocada sobre el papel de hornear donde la coceremos.
- Seguimos estirándola hasta tener un roscón de buen tamaño. Debemos tener en cuenta que el roscón crece mucho, primero en la fermentación y luego en el horno, así que debe quedar relativamente fino.
- Cuando esté totalmente estirada la masa podemos meter la sorpresa con cuidado, levantando la masa y dejando que esta caiga sobre la sorpresa.
- Pintamos el roscón con el huevo batido con un pincel de silicona y dejamos que fermente; si vuestra cocina no es muy cálida puede que tarde varias horas.
- Debe casi doblar de volumen. Cuando esté fermentado, manifiestamente esponjado, pintamos con el huevo otra vez y ponemos las frutas confitadas, las almendras y el azúcar perlado, o lo que queramos para decorar el roscón a nuestro gusto. Hemos usado azúcar perlado, pero igualmente se puede poner azúcar corriente que habremos humedecido previamente con unas gotas de agua para que se apelmace.
- Cocemos el roscón en el horno ya perfectamente calentado a 190ºC (con calor arriba y abajo, sin aire) durante 25-30 minutos. Si vemos que se dora en exceso, bajaremos la temperatura a 180ºC. Cuando esté bien levado y cocido lo sacamos a enfriar a una rejilla, sobre el papel de hornear. Esperamos a que esté frío del todo para abrirlo y los servimos sobre una base dorada para roscón.
Pues aquí tenéis una variación más del clásico bollo, un roscón de Reyes con aceite de oliva que os aligerará un poquito la conciencia. Queda igual de rico y esponjoso, y luce más que el sol con su corona dorada y servido sobre nuestros platitos en una mesa decorada con velas.