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Tarta de comunión con flor y Sweet Stamp


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Tarta de comunión con flor y Sweet Stamp

Si celebras una comunión en casa, con esta tarta de comunión con flor y Sweet Stamp dejarás boquiabiertos a propios y ajenos; se trata de una layer cake con relleno y cobertura de buttercream cuyo lateral recubrimos de fondant blanco con un dibujo de relieve, además de decorarla con la bonita pastilla con el nombre pintado.

Esta tarta es laboriosa, no te vamos a engañar, pero no es especialmente difícil si sigues nuestras instrucciones al pie de la letra y eres un poco mañosa. Tiene la ventaja de que la elaboración se puede dividir en varias etapas, pues los bizcochos, por ejemplo, los puedes tener preparados con antelación e incluso congelados. Asimismo, la tarta ya montada aguanta perfectamente un día en la nevera.

La decoración de comunión la rematamos con una preciosa flor de oblea y una cruz dorada. Recuerda que en nuestra tienda online tienes una sección completa con productos especiales para comuniones, para que no le falte detalle a tu celebración de una fiesta tan especial.

Receta de tarta de comunión con Sweet Stamp

Ingredientes:

Bizcocho sencillo

Crema de mantequilla, buttercream

  • 300 g de mantequilla ablandada
  • 560 g de azúcar glas
  • Tres-cuatro cdas. de leche a tª ambiente

Acabado exterior

Elaboración:

Bizcocho sencillo

  • Ponemos el horno a calentar a 180 ºC y pesamos todos los ingredientes en la báscula. Engrasamos tres moldes de bizcocho de 15 cm con spray antiadherente y forramos el fondo de cada molde con un círculo de papel de hornear. Reservamos.
  • En un bol, mezclamos el azúcar, la mantequilla ablandada y los huevos. En otro bol, pasamos la harina de repostería por un tamiz o colador con la levadura química.
  • Añadimos los ingredientes secos a los ingredientes húmedos y mezclamos con una espátula o con robot, sin pasarnos de batido, hasta obtener una masa homogénea. Dividimos la masa entre los tres moldes.
  • Metemos los moldes en el horno y horneamos los bizcochos unos 25 minutos en el tercio inferior del horno; probamos con una brocheta que estén cocidos en el centro y los sacamos.
  • Desmoldamos invirtiendo los moldes sobre una rejilla; retiramos el papel y dejamos enfriar por completo. Os aconsejamos envolver en plástico los bizcochos fríos y reposarlos toda una noche porque cogen firmeza para manipularlos más cómodamente.

Relleno y cobertura de buttercream

  • Pesamos todos los ingredientes en la báscula. Dejamos la mantequilla a temperatura ambiente para que se ablande o la cortamos en trozos y la pasamos por el microondas a máxima potencia de dos en dos segundos, con mucha precaución y vigilando en todo momento que no se derrita. Pasamos el azúcar glas por un tamiz o colador, y reservamos.
  • Ponemos todos los ingredientes en un bol y batimos hasta que la mezcla esponje y blanquee, mejor con un robot con pala. Debemos rebañar el fondo del bol de vez en cuando para asegurarnos de que se mezcla toda la mantequilla.
  • Al cabo de 8-10 minutos de batido a velocidad media y alta, el buttercream estará listo. Si no estuviera suficientemente cremoso y ligero, agregamos la leche a temperatura ambiente sin dejar de batir hasta obtener la consistencia deseada.

Montaje de la tarta

  • Colocamos una base de cartón sobre un stand giratorio (si no usas un stand antideslizante como el nuestro, pondremos un pegote de crema para sujetar la base al stand), aplicamos otro pegote de crema en la base.
  • Igualamos las superficies de los bizcochos, si fuera necesario, cortando una fina rebanada con un cuchillo o una lira; colocamos el primer bizcocho bien centrado sobre el stand.
  • Con una taza medidora o un dosificador de helado, ponemos dos-tres bolas de buttercream y extendemos el relleno con una espátula acodada sobre el bizcocho haciendo girar el stand. Colocamos encima el segundo bizcocho, lo nivelamos con la mano y aplicamos la misma cantidad de buttercream que antes, para que todas las capas de relleno queden iguales.
  • Hacemos lo propio con el tercer bizcocho. Cubrimos la parte superior y los laterales con una capa de buttercream más gruesa que una capa recogemigas al uso; no es necesario aplicar dos capas, ya que el buttercream va a quedar oculto por el fondant.  Con una sola capa de grosor medio es suficiente.
  • Aplicamos buttercream por los laterales de la tarta, con una espátula acodada, y alisamos con una rasqueta o scraper para tartas, retirando el sobrante.
  • Refrigeramos la tarta solo 5 minutos pues el buttercream debe estar algo blando para que el fondant con el que vamos a cubrir el lateral se pegue a la tarta.

Recubrimiento del lateral con fondant

  • Recuperamos la tarta de la nevera sobre su stand y preparamos la cobertura lateral de fondant blanco (recordemos que la crema de mantequilla debe estar blanda aún).
  • Tomamos el peso indicado de fondant y lo amasamos sobre la mesa para ablandarlo.
  • Espolvoreamos un poco de azúcar glas y estiramos el fondant con un rodillo en forma de rectángulo largo hasta un grosor de 3-4 mm. Con una cinta métrica, medimos la altura y el perímetro del lateral de nuestra tarta, para cortar una banda de fondant de esas mismas medidas.
  • Cortamos la banda con un cortapizzas o accesorio similar y guardamos el sobrante en plástico. Con una esteca de rueda y ayudándonos con una regla metálica, marcamos las líneas de puntadas en toda la banda de fondant.
  • Con mucho cuidado, cogemos en las manos la banda de fondant con el relieve hacia fuera y la aplicamos al lateral de la tarta; si sobra algo de fondant en la unión porque la banda sea más larga, cortamos el sobrante con unas tijeras y casamos la unión lo mejor posible.
  • Apretamos muy ligeramente con la mano o con una paleta alisadora para fondant para que se pegue al buttercream. Acabamos de rellenar ligeramente la parte superior con más buttercream para que quede rellena la unión del fondant con la crema en el lateral.

Aplicación de la placa de fondant con el nombre de Sweet Stamp

  • Ahora preparamos la placa de fondant blanco con el nombre que queramos con un juego de alfabeto de Sweet Stamp. Recuperamos el sobrante de fondant que nos quedó del lateral y lo volvemos a estirar con rodillo más o menos al mismo grosor o algo más fino.
  • Pegamos la almohadilla de silicona adherente de doble cara al aplicador Sweet Stamp.
  • Elegimos del alfabeto Sweet Stamp las letras que vamos usar para el nombre y las retiramos del marcador usando una bolita de fondant como pegamento para extraerlas.
  • Colocamos las letras sobre el acetato medidor que acompaña al aplicador. Cubrimos el nombre formado con el aplicador y presionamos sobre las letras para que se peguen a la superficie adherente de la silicona.
  • Presionamos con cuidado el aplicador sobre la placa de fondant, lo necesario para dejar estampadas las letras en bajorrelieve. Si es necesario porque no hubiese quedado perfectamente marcado, perfilamos los huecos con ayuda de estecas para modelar, y alisamos. Podéis encontrar aquí un video de todo el proceso de estampado.
  • Una vez bien marcadas las letras, cortamos la placa con un cortador, cuidando de que el nombre quede perfectamente centrado. Si queremos, podemos marcar un pespunte en el borde de la placa con una esteca.
  • Para pintar el interior de las letras usamos un poco de colorante color coral diluido en agua hasta la intensidad deseada. Con un pincel muy fino, pintamos el interior de las letras y dejamos secar un minuto.
  • Una vez seca la pintura, pintamos el reverso de la placa con pegamento comestible y la colocamos en el lateral de la tarta a media altura. Presionamos muy ligeramente y dejamos que se seque. Si lo prefieres, puedes aplicar la pintura a las letras después de pegar la placa en la tarta en lugar de previamente, si te resulta más fácil.

Acabado

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Esta tarta de comunión con flor y Sweet Stamp triunfará sin duda en cualquier comunión hecha en casa, porque no hay mayor muestra de cariño que un dulce casero, servido en nuestro stand amarillo, con nuestros platos y nuestras tazas térmicas, el éxito está asegurado.

Miriam

Traductora de inglés a español y química durante 15 años en una vida anterior. Vivo en un pueblecito cerca de Madrid, Galapagar, y trabajo en casa; soy una gran afortunada. Tengo pareja y dos niños con poca sensibilidad gastronómica. De momento. Pero por lo que estoy aquí es por mi afición a la cocina en general y a la repostería en particular, que me viene de familia, de mi madre y de mi abuela paterna. Y esta afición me ha llevado, además de a tener un blog de cocina con el que me lo paso pera, El invitado de invierno, a impartir algún que otro curso de cocina en la escuela de Madrid La Cocina de Babette.