Tarta vertical decorada con stencil de Ángela Morrison
Esta tarta vertical con relieve hecho con stencil es impresionante, ¿no os parece? Preciosa con ese lindo relieve y con los lirios de azúcar de adorno. No os vamos a engañar, no es una tarta para novatos de la pastelería, porque es laboriosa y hay que estar atenta a muchos detalles, pero con nuestras instrucciones todo parece fácil…
Se trata de elaborar una tarta de capas, layer cake, inspirada en este vídeo, que se coloca de lado, rebanando un pedazo que permite que la tarta se mantenga de pie sin problemas; el resultado es sorprendente. Hemos usado unos moldes profesionales de 15 cm para los bizcochos de las capas.
El bonito dibujo de relieve lo hacemos con una plantilla de estarcido o stencil modelo Talavera de Angela Morrison, que le da un aire elegantísimo a cualquier tarta. El color fucsia de la tarta lo hemos conseguido con un colorante fucsia de Colour Mill; el relieve lo puedes hacer en el mismo tono que toda la tarta o puedes añadir algo más de colorante para que el motivo resalte más, como hemos hecho nosotras.
Receta de tarta vertical con stencil
Ingredientes (para 3 moldes de 15 cm):
Bizcocho de vainilla
- 340 g de azúcar
- 340 g de mantequilla ablandada
- Cuatro huevos a temperatura ambiente
- 340 g de harina de repostería
- Tres cdtas. de impulsor químico
- Una cda. de extracto de vainilla
Crema de mantequilla, buttercream
- 325 g de mantequilla ablandada
- 650 g de azúcar glas
- Una cdta. de extracto de vainilla
- Tres cdas. de leche a temperatura ambiente
- Colorante fucsia
Decoración
Elaboración:
Bizcocho de vainilla
- Calentamos el horno a a 180 ºC y pesamos todos los ingredientes en la báscula. Engrasamos tres moldes de bizcocho de 15 cm con spray antiadherente y forramos el fondo de cada molde con un círculo de papel de hornear. Reservamos.
- En un bol, mezclamos el azúcar, la mantequilla ablandada, los huevos y el extracto de vainilla. En otro bol, pasamos la harina de repostería por un tamiz o colador con la levadura química.
- Añadimos los ingredientes secos a los ingredientes húmedos y mezclamos con una espátula o con robot, sin pasarnos de batido, hasta obtener una masa homogénea. Dividimos la masa entre los tres moldes; podemos usar la báscula para que las porciones sean iguales.
- Metemos los moldes en el horno y horneamos los bizcochos unos 25 minutos en el tercio inferior del horno; probamos con una brocheta que estén cocidos en el centro y los sacamos.
- Desmoldamos invirtiendo los moldes sobre una rejilla; retiramos el papel y dejamos enfriar por completo. Os aconsejamos envolver en plástico los bizcochos fríos y reposarlos toda una noche porque cogen firmeza para manipularlos más cómodamente.
Relleno y cobertura de buttercream
- Pesamos todos los ingredientes en la báscula. Dejamos la mantequilla a temperatura ambiente para que se ablande o la cortamos en trozos y la pasamos por el microondas a máxima potencia de dos en dos segundos, con mucha precaución y vigilando en todo momento que no se derrita. Pasamos el azúcar glas por un tamiz o colador, y reservamos.
- Ponemos todos los ingredientes en un bol y batimos hasta que la mezcla esponje y blanquee, mejor con un robot con pala. Debemos rebañar el fondo del bol de vez en cuando para asegurarnos de que se mezcla toda la mantequilla.
- Al cabo de 8-10 minutos de batido a velocidad media y alta, el buttercream estará listo. Teñimos la crema con colorante color fucsia a la intensidad de color que más nos guste, añadiendo gotas de colorante y mezclando con espátula.
Montaje y adorno de la tarta vertical
- Colocamos una base de cartón sobre un stand giratorio (si no usas un stand antideslizante como el nuestro, pondremos un pegote de crema para sujetar la base al stand), aplicamos otro pegote de crema en la base. Desenvolvemos los bizcochos e igualamos sus superficies cortando una fina rebanada con un cuchillo o una lira; colocamos el primer bizcocho bien centrado sobre el stand.
- Con una taza medidora o un dosificador de helado, ponemos 1,5-2 bolas de buttercream y extendemos el relleno con una espátula acodada sobre el bizcocho haciendo girar el stand. Colocamos encima el segundo bizcocho, lo nivelamos con una pala de pizza o portatartas y aplicamos la misma cantidad de buttercream que antes, para que ambas capas de relleno queden iguales. Cubrimos la parte superior y los laterales con una fina capa de buttercream para fijar las migas, la capa recogemigas.
- Aplicamos buttercream por los laterales de la tarta, con una espátula acodada, y alisamos con una rasqueta o scraper para tartas, retirando el sobrante y dejando el buttercream a ras de los bizcochos. Refrigeramos la tarta 20 minutos para que la crema se ponga firme.
- Recuperamos la tarta de la nevera; ahora tenemos que aplicar crema de mantequilla en la base de la tarta, pues cuando esté vertical también quedará visible. Colocamos encima de la tarta una base de cartón para poder darle la vuelta.
- Le damos la vuelta con precaución, asentamos la tarta sobre el stand y aplicamos buttercream igual que anteriormente, alisando con un alisador y eliminando el sobrante por los bordes.
- Para conseguir un lateral liso y perfecto vamos a usar discos de acrílico de 16 cm. Para aplicar los discos de acrílico, recortamos dos discos de papel de hornear ligeramente más pequeños que los discos de acrílico; aplicamos cuatro puntos de crema y pegamos el papel al acrílico en los dos discos.
- Colocamos el primer disco sobre el buttercream que acabamos de aplicar, tal como se ve en la foto siguiente.
- Colocamos también un disco antideslizante, pues le vamos a dar la vuelta de nuevo a la tarta.
- Levantamos con cuidado la base de cartón, ayudándonos con una espátula pequeña, y, apretando el disco de acrílico y el disco de cartón, le volvemos a dar la vuelta a la tarta y la colocamos de nuevo sobre el stand.
- Ahora aplicamos por la cara que ha quedado hacia arriba la capa de buttercream superficial y colocamos el segundo disco de acrílico con su disco de papel.
- Usando un rascador liso, como se ve en la foto siguiente, enrasamos los dos discos de acrílico para que queden alineados.
- A continuación, cubrimos todo el lateral de la tarta con una cantidad generosa de crema, que sobresalga de los discos de acrílico.
- Volvemos a emplear el rascador liso para alisar el lateral y eliminar la crema sobrante, al tiempo que giramos el stand (si queréis más detalles sobre el empleo de los discos de acrílico, en este artículo se explica todo en profundidad).
- Aplicamos pegotes de crema para corregir y volvemos a alisar todas las veces que sea necesario, teniendo siempre cuidado de apoyar el rascador sobre el borde de los discos de acrílico para conseguir un lateral perfectamente recto.
- Metemos la tarta en la nevera por lo menos 30 minutos para que la crema adquiera firmeza.
- Recuperamos la tarta de la nevera, que ya estará firme, y retiramos el disco acrílico superior introduciendo una espátula pequeña por debajo.
- Retiramos igualmente el papel de hornear y aplicamos una fina capa final de crema, alisando con un scraper grande.
- Ya sabéis que si la crema no queda suficientemente lisa, se puede pasar el rascador después de haberlo calentado ligeramente.
- Una vez bien alisada la parte superior, podemos cortar un casquete para formar la base de la tarta, sobre la que se apoyará.
- Usando un cuchillo grande bien afilado, cortamos una pequeña sección tal como se ve en la foto anterior, que descartaremos.
- Empleando una espátula pequeña, ahora levantamos la tarta sobre el disco acrílico inferior, despegándola de la base de cartón.
- Una vez despegada de la base de cartón, vamos a emplear una espátula corriente de cocina para apoyar sobre ella lo que será la base, la zona del corte, y tumbar la tarta.
- Habremos preparado previamente otra base de cartón, será la definitiva donde apoyaremos la tarta, que habremos untado con una pequeña porción de crema para sujetarla.
- Levantamos la tarta con mucho cuidado con la espátula sobre el corte e inclinándola con otra espátula. Con la tarta en el aire sobre la espátula de cocina, separamos el segundo disco acrílico que nos quedaba y la depositamos con cuidado sobre la base de cartón preparada.
- Ahora tenemos que darle la capa final de crema a la cara de la tarta de la que acabamos de retirar el disco acrílico y el disco de papel.
- Aplicamos la crema e igualamos con espátula y rascador igual que anteriormente en las demás caras. Limpiamos de crema la base de cartón y devolvemos la tarta a la nevera otros 30 minutos para que la crema se endurezca y sea más fácil aplicar el relieve.
- Si queremos, podemos agregar más colorante fucsia al buttercream restante, para darle un color un poco más profundo.
- Recuperamos la tarta de la nevera y colocamos la plantilla de estarcido Talavera sobre la cara donde vamos a ejecutar el relieve. Con una espátula acodada pequeña, aplicamos una capa fina de crema en toda la superficie; no hace falta sujetar la plantilla más que al principio, puesto que en esta posición una vez que se aplica la primera paletada de crema la plantilla se queda pegada a la tarta.
- No hace falta dejar la capa de crema justo a ras de la plantilla, pero si que tiene que quedar relativamente fina. Una vez aplicada en toda la superficie donde queramos, levantamos la plantilla con mucho cuidado. Estas plantillas son resistentes, lavables y reutilizables.
- Devolvemos la tarta a la nevera para que toda la crema del relieve se ponga firme, basta con otros 15 minutos.
- Por último, decoramos un lateral de la tarta con las flores de azúcar, a nuestro gusto, presionando para que se introduzcan ligeramente en la crema y se sujeten, y devolvemos a la nevera hasta el momento de servir.
Esta tarta vertical con relieve queda elegantísima y preciosa, perfecta para cumpleaños y todo tipo de fiestorras, mucho más si la sirves en uno de nuestros remonísimos stands de presentación, en nuestros platos de flores y con nuestras cucharitas de corazón. Que no nos falta detalle.