Esta tarta de fresa y chocolate es exactamente lo que parece: una mousse suave en tres sabores distintos, una tarta vistosísima que no necesita horno y que no tiene más complicación que montar la nata de las distintas mousses.

La receta, tomada de este blog, solo requiere un poco de planificación, puesto que hay que preparar cada capa y esperar a que se asiente bien para verter la siguiente. Pero nada que no podamos hacer con antelación. Las tres capas son similares en composición y elaboración, una mousse con ganache de chocolate o puré de fruta y nata semimontada para dar esponjosidad.

Esta tarta es inusualmente alta, por lo que usamos un molde alto especial y además colocamos una banda de acetato que suplementa la altura para asegurarnos de que quepa todo y conseguir unos laterales bien lisos. Rematamos el conjunto con una cobertura de buen chocolate negro.

Receta de tarta de fresa y chocolate

Ingredientes (para un molde de 18 cm):

Base de galleta

• 100 g de galletas al gusto
• 70 g de mantequilla derretida

Capa de chocolate con leche

• 200 g de cobertura de chocolate con leche
• 320 ml de nata líquida (mínimo 35% de grasa)
• 60 ml de leche
• 7 g de gelatina en polvo
• Una pizca de sal

Capa de chocolate blanco

• 200 g de cobertura de chocolate blanco
• 320 ml de nata líquida (mínimo 35% de grasa)
• 60 ml de leche
• 7 g de gelatina en polvo
• Una pizca de sal

Capa de fresa

• 300 g de fresas
• 250 ml de nata líquida (mínimo 35% de grasa)
• 75 g de azúcar
• 50 g de agua fría
• 7 g de gelatina en polvo
• Una pizca de sal

Cobertura de chocolate

• 90 g de chocolate negro
• 50 g de mantequilla
• 25 g de nata líquida (mínimo 35% de grasa)
• Sprinkles al gusto

Elaboración:

Base de galleta

• Cortamos una banda de acetato por lo menos 3 cm más alta que el molde y la colocamos, introduciéndola en la rendija entre el fondo móvil y los laterales.
• Trituramos las galletas hasta reducirlas a polvo. Ponemos la mantequilla en un bol y la derretimos en el microondas. Mezclamos bien ambas cosas y forramos el fondo del molde. Compactamos con el fondo de un vaso y metemos en la nevera para que se ponga firme.

Capa de chocolate con leche

• Pesamos en la báscula la leche en un bol y añadimos la gelatina en polvo. Dejamos que se hidrate.

• En un bol mediano ponemos 120 g de nata y el chocolate con leche. Lo metemos en el microondas a máxima potencia en intervalos de 15 segundos; cuando empiece a ablandarse vamos removiendo con suavidad hasta que esté todo derretido y homogéneo, en forma de ganache brillante.
• Pasamos por el microondas el bol con la leche y la gelatina, hasta que casi hierva. Lo añadimos a la ganache de chocolate junto con la sal y dejamos que esta mezcla se temple menos hasta 30°C; no debe estar más caliente porque nos estropearía el montado de la nata al derretirla en exceso.
• Ponemos los 200 g restantes de nata en un bol y la montamos en un robot o con varillas eléctricas, solamente hasta que esté semimontada, basta con que se aprecie que las varillas empiezan a hacer surcos.
• Vertemos el chocolate encima de la nata montada y mezclamos con una espátula y movimientos envolventes y suaves, hasta homogeneizar.
  Vertemos esta mezcla de chocolate sobre la base de galleta y metemos el conjunto en la nevera para que la gelatina cuaje, por lo menos dos horas.

Capa de chocolate blanco

• Procedemos de idéntica manera a como hemos hecho la capa de chocolate con leche: hidratamos la gelatina en la leche, hacemos la ganache con el chocolate blanco y los 120 g de nata, y semimontamos los 200 g de nata restantes.
  Mezclamos todo junto con la sal como anteriormente. Sacamos el molde de la nevera, donde la primera capa deberá estar ya sólida, y vertemos la capa de chocolate blanco devolvemos a la nevera para que cuaje.

Capa de fresa

• En esta capa sustituimos el chocolate por un puré de fresas que hacemos al momento: limpiamos y lavamos los 300 g de fresas y los ponemos en un cazo junto con el azúcar. Llevamos a ebullición y cocemos las fresas hasta que estén blandas.
• Mientras tanto, hidratamos la gelatina en el agua fría.
• Cuando las fresas estén hechas puré, las pasamos por un pasapurés o colador para eliminar las pepitas. Las devolvemos al cazo, volvemos a calentar ligeramente y añadimos la gelatina. Añadimos la sal, removemos para disolver y dejamos templar.

• Mientras tanto, semimontamos los 250 ml de nata líquida.
• Cuando el puré de fresas esté a menos de 30°C lo vertemos encima de la nata y mezclamos con movimientos suaves y envolventes con la espátula.
• Vertemos la capa de fresas encima de la capa de chocolate blanco, que ya deberá estar cuajada. Devolvemos el molde a la nevera para que acabe de cuajar toda la tarta, por lo menos otras dos horas.
• Cuando la tarta esté perfectamente cuajada (podemos dejarla toda una noche en la nevera para asegurarnos de que esta perfecta), la sacamos del molde empujando el fondo hacia arriba y despegamos con cuidado la banda de acetato. La devolvemos a la nevera hasta el momento de ponerle la cobertura.

Acabado

• Ponemos en un bol la mantequilla y el chocolate negro, y los derretimos en el microondas. Cuando estén algo derretidos añadimos la nata. Seguimos calentándolos en intervalos de 10 segundos hasta que se pueda remover cómodamente.
• Homogeneizamos con unas varillas y dejamos templar ligeramente.
• Pasamos la cobertura de chocolate a una jarrita. Colocamos la tarta sobre un stand giratorio y vamos aplicando los churretones laterales con cuidado, girando la tarta lentamente. Cuando estén hechas todas las gotas, vertemos el resto de la cobertura en la parte superior y la alisamos y distribuimos con una espátula acodada.
• Si nos gusta, espolvoreamos el chocolate fundido con sprinkles y dejamos solidificar.

Esta tarta de fresa y chocolate es suave, fresca y ligera además de bonitísima, ¿no os parece? Y se puede hacer en ratos libres porque cada capa la preparamos por separado. A por ella.

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